Los mejores exclusivos de Xbox

Reportaje

Página 2

14/09/2013 11:00

Fable

Peter Molyneux se convirtió en el faro más luminoso de entre todos los genios desarrolladores de Xbox que trabajaban en proyectos para ella. Eso se debió, principalmente, a que anunció la llegada de su misterioso 'Project Ego' a la consola. Lo que se prometía era, sencillamente, vivir la vida de un héroe medieval desde su niñez hasta su vejez, interactuando con un mundo fantástico, cambiándolo con nuestras acciones y sufriendo las secuelas de nuestras aventuras.

Fable

Esas promesas eran ciertamente espectaculares, y algunos ejemplos propuestos por Molyneux, como por ejemplo que los familiares de las personas a las que asesináramos nos perseguirían por todo el mundo en busca de venganza, hicieron soñar a los jugadores. Al final, nos encontramos ante un juego bastante bueno, aunque por debajo de dichas promesas. El concepto era el mismo, y había una cierta interacción con el mundo y con el resto de personajes, aunque le faltó la profundidad en todos los sentidos (como por ejemplo en el combate) que Molyneux prometió en un principio.

De todos modos, nos encontrábamos ante un juego de rol genial, con unas posibilidades de personalización y con distintos cambios en el mundo y en la historia según nuestra actitud. Un juego imaginativo, como solo Molyneux podría hacerlo, con cantidad de enemigos genialmente diseñados y un mundo fascinante que realmente daban ganas de explorar. Fue el inicio de una franquicia que ha tenido sus momentos de gloria y su decadencia, pero que tiene todo el potencial para triunfar en Xbox One si Lionhead lo desea. 

Ninja Gaiden

Este título salió un par de año después de la salida de la consola al mercado, pero consiguió tal importancia y respeto en la comunidad jugona que muchos lo relacionaron directamente con el prestigio de la propia plataforma. Era uno de los juegos de mayor calidad de Xbox, tanto a nivel técnico como a nivel jugable. Una maravilla gráfica que se situaba en la cumbre de la generación de forma muy precoz, y que a su vez suponía un gran reto para los jugadores.

Ninja Gaiden (2004)

'Ninja Gaiden' fue, para muchos, la obra culmen de Tomonobu Itagaki. El siempre controvertido creador llevó al máximo su estilo creativo con este juego, basado en buenos gráficos y jugabilidad fluida ante todo. Esta reinvención del clásico 'Ninja Gaiden' de NES nos ponía en la piel de Ryu Hayabusa, un ninja que busca venganza contra el imperio del malvado Vigoor, quien robó la espada del Dragón de su clan ninja y lo exterminó. Una historia de venganza ninja que necesitó poco más para conquistar los corazones de los jugadores.

Además de ofrecer una jugabilidad exquisita, siendo un hack'n slash exigente que requería un timing perfecto para ejecutar la gran cantidad de combos que ofrecía, también tenía un acabado gráfico y un diseño espectacular. Todo se movía, además, de forma muy fluida, algo importante viendo las fases de plataformas con movimientos ninja a las que nos teníamos que enfrentar. En definitiva, un título de acción que ningún fan del género debería perderse, pues incluso a día de hoy hay pocos que rivalicen con su calidad.

OddWorld: Strangers Wrath

Microsoft tuvo a bien nutrir el catálogo de su primera consola con una de las sagas de más calidad de PSX. Y es que consiguieron convencer a Oddworld Inhabitants para que la segunda entrega canónica de la saga 'Oddworld' apareciera en Xbox. Tras 'Abe's Oddysee' y su secuela directa 'Abe's Exoddus', la desarrolladora lanzó 'Munch Oddysee' para esta plataforma. Este juego tenía lugar años después de 'Abe's Exoddus', y era el primero en ser en 3D, un juego de mucha calidad, divertido, original y con varios finales posibles.

Oddworld: Stranger´s Wrath

Pero el auténtico culmen de la saga 'OddWorld' (aun no ser considerado un título canónico de la misma) en Xbox tenía que llegar con 'Stranger's Wrath'. Este juego, también en tres dimensiones, nos ponía en la piel del cazarecompensas Stranger en busca de un importante botín, cuyo uso no se desvela en un principio. La ambientación y el humor clásicos de la saga se mantienen en esta entrega, así como los alocados diseños de personajes y de armas. Mención aparte, por ejemplo, para la ballesta que lanza ardillas y que el protagonista tiene como arma principal.

Este título mezclaba acción en primera persona para poder disparar con aventura en tercera persona, perfecta para las fases de plataformas que plagan el juego. De esta forma, OddWorld Inhabitants consiguió rescatar la esencia misma de la saga con un toque moderno de shooter en primera persona, una mezcla que funciona a la perfección en esta obra. Por si fuera poco, contaba con un apartado técnico puntero, especialmente en lo referido al juego de luces. Un aspecto que ha permitido algún que otro remake en alta definición sin notar demasiado cambio.

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