Análisis Los delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada

¿Qué se os pasa por la mente?

¿En qué consiste 'Los Delirios de Von Sottendorff y su Mente Cuadriculada'? Este título tan largo esconde una mezcla de plataformas y puzles, se trata de un juego descargable de la eShop de Nintendo 3DS, y os adelanto que ciertamente pocos juegos dan tanto por tan poco.

Controlamos al estrambótico protagonista, Von Sottendorff, un hombre que ha perdido algo más que la memoria, y es que hace tiempo que ya no está en posesión de la razón, vamos... que está como una cabra. Y es que él piensa que está en su mansión, pero en realidad está perdido en su propia mente, y en sus recuerdos.

La combinación de plataformas y puzles se hace dinámica y fresca, las dos pantallas de Nintendo 3DS lo hacen posible: en la pantalla inferior podemos mover las diferentes habitaciones de la fase, y en la superior a Von Sottendorff. Debemos intentar emparejar las habitaciones correctamente para llegar a los lugares que deseamos, recoger los recuerdos, las fotografías y la llave que nos abrirá la salida.

En algunas secciones puntuales de plataformas hemos notado algún pequeño problema con la cámara. Pese a que nos permite cambiar el punto de vista, hay zonas donde será algo más complicado calcular el salto, aunque no os preocupéis, porque no es nada grave.

Von Sttendorff, un amante de la buena música

A nivel audiovisual estamos ante otro enorme trabajo de Delirium Studios. Los diseños de cada habitación se han cuidado al detalle, cada objeto tiene incluso su propio efecto de sonido al tocarlo (un piano sin control, un jarrón que gira, un viejo suelo que cruje…). Esto contribuye a una atmósfera muy creíble, por no hablar de su gran efecto esteoroscópico, y es que ya sabemos lo bien que le sienta el 3D a los escenarios cuadrados, como habitaciones.

Capítulo aparte merece la música; Delirium ya ha demostrado lo que puede llegar a conseguir rodeándose de grandes músicos y, en esta ocasión, cuenta con la también bilbaína Nerea Alberdi al violín, para formar una banda sonora que nunca nos cansaremos de escuchar. Otro efecto que también disfrutaremos es el sonido holofónico, esa sensación de percibir de dónde viene el audio, y que nos lo cambian de sitio, desde luego os recomiendo al 100% jugar con unos buenos auriculares.

Poco a poco iremos aprendiendo todas las mecánicas jugables. Nuestro Von puede tocar la trompeta para hacer aparecer plataformas ocultas, saltar sobre algunos enemigos, mover interruptores… Los puzles gradualmente son más complicados, proponiéndonos un número creciente de habitaciones a combinar, o incluso fases con límite de tiempo. El mapa central ya es un pequeño puzle en sí mismo, y dispondremos de 40 desafíos repartidos en ocho mundos que cambiarán el aspecto de los decorados.

La rejugabilidad estará al orden del día para tratar de conseguir todos los coleccionables que nos darán jugosas recompensas (ilustraciones, canciones, recuerdos…), e incluso podemos intentar mejorar el tiempo en que somos capaces de terminar cada uno de los retos.

Un nuevo orgullo nacional

El juego está totalmente en castellano, y resulta algo de agradecer, puesto que el narrador pasará a convertirse en otro de nuestros elementos favoritos del juego, su chispa, sus ironías y su buen humor nos sacará la sonrisa constantemente. Las explicaciones son realmente originales, y nos dan pistas para avanzar.

¿La combinación de puzles y plataformas funciona? Debo decir que lo hace estupendamente. Podemos mover las habitaciones en cualquier momento, con la pantalla táctil, mientras controlamos los pasos del protagonista en la superior. Pero si queremos reflexionar más detenidamente, una simple pulsación del botón R colocará la estructura de habitaciones en la pantalla superior, y allí podremos moverlas a nuestro gusto y estudiar sus puertas y trampillas, ya que a veces la salida estará en el lugar más insospechado.

Von Sottendorff es un personaje lleno de simpatía. Desde la primera vez que lo vemos nos damos cuenta de su estado de locura absoluta, sus sombreros de papel, la trompeta que siempre lleva encima, sus gestos, sus visiones… Los enemigos quizá destacan algo menos, están inspirados en la fauna que podríamos encontrar en una gran mansión algo descuidada: ratones, murciélagos… Pero también bichos gigantes y otras sorpresas; recordemos que estamos en el cerebro de un demente.

Estamos ante otro de esos juegos que podrían confundirse con un título físico. La obra de Delirium Studios nos ofrece un reto para la mente y la habilidad a través de puzles y plataformas, en un juego con una calidad-precio muy difícil de superar. Con conceptos innovadores, un protagonista divertido, y un apartado audiovisual que merece la pena disfrutar agudizando nuestros sentidos, Delirium Studios sigue creciendo y con delirios como el de Von Sottendorff les auguramos un gran futuro en el sector.