Kingdom Come: Deliverance

Kingdom Come: Deliverance. Inmersión total en el medievo

Recientemente hemos tenido la oportunidad de asistir gracias a Koch Media, a la presentación de Kingdom Come: Deliverance , una firme apuesta por el rol medieval de la vieja escuela que seguro que los más veteranos del género ya tienen en su punto de mira para el próximo año. La obra lleva el sello de Deep Silver, aunque sus creadores son Warhorse Studios, un estudio checo que conoce a la perfección la ambientación que podremos disfrutar dentro del juego, pues éste tiene lugar en el reino medieval de Bohemia (actual República Checa), siendo éste parte del Sacro Imperio Romano Germánico en aquellos momentos.

La versión a la que hemos tenido acceso (de momento no la hemos podido probar) dejaba patente que todavía le queda bastante por delante en cuanto a desarrollo, pero nos ha servido perfectamente para entender el concepto que nos quiere trasladar Warhorse Studios: rol histórico y todo lo realista que sea posible, alejándose de mundos de fantasía. Por tanto ya podemos ir olvidándonos de conjuros, maléficas criaturas, elfos silvanos o dragones; el objetivo de Kigdom Come: Deliverance es mostrar un contexto histórico fiel a la época en la que tiene lugar el juego, comienzos del siglo XV en Europa Central, y sobre ese núcleo es donde se han concentrado todas las fuerzas.

El contexto que hace de lienzo en esta aventura en primera persona es el del Reino de Bohemia, lleno de castillos, cultura y gran poder político y militar, ya que desde aquí se regía gran parte de Europa. Todo ocurre tras la muerte del rey y con la llegada al trono de su heredero, Wenceslao IV, que muestra de todo menos dotes para comandar su reino y cuidar de su pueblo; esto es lo que origina que Segismundo, hermano del rey, decida invadir Bohemia y encarcelarle para ocupar su lugar, con todas las consecuencias que esto tuvo para la población civil de aquel momento. 

No eres el centro del Universo; eres uno más

Como jugadores vamos a vivir este momento histórico lleno de guerras sangrientas a golpe de espada y lanza, pero no como cabría esperar: no nos pondremos en la piel de ningún héroe valiente o comandante de ejército, si no de Henry, el simple y mundanal hijo de un herrero al que le arrebatan todo. Como Henry, vemos cómo toda nuestra familia es masacrada a manos de un ejército mercenario que arrasa con todo allá por donde pasa; sin embargo seremos los únicos que sobreviviremos, lo que activará un interruptor dentro de nosotros, una gran la sed de venganza. De esta manera encontraremos una motivación fuerte para ir creciendo, aprendiendo y haciéndonos más poderosos en un mundo lleno de posibilidades y en el que nuestros actos tendrán consecuencias, como ya veremos más adelante. 

Durante al menos 30 horas, que es lo que en el estudio consideran que podría llevarnos completar la historia principal, vamos a poder explorar un mapeado de alrededor de 15 kilómetros cuadrados, reproduciendo fielmente la región de Bohemia, con edificios, iglesias o castillos fielmente reconstruidos a partir de diseños y dibujos reales que los artistas del equipo ha tomado como referencia. Lo cierto es que Kingdom Come: Deliverance de momento no destaca por un apartado visual que quite el hipo -corre bajo CryEngine, según hemos podido saber-, pero sí sobresale en cuanto a su fidelidad por el contexto histórico medieval que recrea, algo que sabemos muchos jugadores apreciarán. En este sentido la versión que se nos ha mostrado todavía es prematura -por ejemplo no estaba implementada la sincronización labial- y no carente de fallos, como animaciones poco cuidadas y erráticas, algo que se nos ha asegurado se arreglará para su lanzamiento en 2017.

El mayor reclamo como juego de rol que hemos encontrado en Kingdom Come: Deliverance son sin duda las enormes posibilidades que nacen de las relaciones entre nuestro protagonista y los personajes. A través de un profundo sistema de diálogos podremos cambiar la historia, desarrollando el personaje que queremos ser a través de nuestras elecciones, aunque desde Warhorse se nos ha asegurado que no hay respuestas correctas o incorrectas, pues todas ellas nos llevan a una ramificación distinta aunque con con sus propias consecuencias. Es nuestra elección sin convertirnos en un personaje temido que solventa los conflictos a base de fuerza, ser piadosos y perdonar a nuestros enemigos, ser justos pero firmes... las posibilidades son enormes.

Rol de la vieja escuela para amantes del género

Como adelantábamos, Warhorse quiere subrayar que en Kingdom Come: Deliverance nos sintamos como un personaje más de esta época tan convulsa y no como el centro del universo. Para ello ha construido un mundo vivo (una de las máximas aspiraciones de los RPG, por otra parte) en el que cada NPC hace su vida diaria, va a comprar al mercado, caza, interactúa con otros aldeanos y vuelve a casa para descansar, pudiendo nosotros influir en estas vidas interponiéndonos en su rutina, lo que nos ha resultado muy llamativo. El mundo gira por sí mismo y no nos espera, algo que sentiremos en nuestras carnes como jugadores al tomar ciertas decisiones; por ejemplo, si declinamos aceptar una misión secundaria (una batida de caza), la oportunidad volará y ya no será posible volver a unirnos a ella. Esto significará, muy probablemente que cada jugador desarrolle una partida completamente distinta.

Otro de los grandes atractivos del juego del estudio checo es su sistema de combate cuerpo a cuerpo en primera persona, que se presenta como algo bastante técnico y a priori atractivo que dará lugar a batallas en las que habrá que medir muy bien el timing de nuestros movimientos, llevar a cabo contraataques, etc. Por otro lado, no nos ha pasado desapercibido el hecho de que cada vez que queramos hacer un guardado rápido de la partida tendremos que beber alcohol, lo que significará que si nos pasamos iremos deteriorando nuestra salud poco a poco a la larga, recibiendo de esta manera el jugador un cierto castigo por abusar de esta opción -no temáis, que podréis guardar partida durmiendo y en ciertos momentos de la trama-. 

Kindgom Come: Deliverance es una apuesta muy ambiciosa dentro del género del rol, pero también muy arriesgada por su planteamiento realista e histórico y desde el punto de vista de un personaje cualquiera (y no de un héroe). Esto puede echar para atrás a los menos avezados en el género, pero sin embargo puede acabar convirtiéndose en un una experiencia realmente profunda para todo aquel que vaya buscando rol clásico y una verdadera inmersión histórica. Todavía quedan por delante meses críticos en el desarrollo de esta apuesta europea para PC, PS4 y Xbox One, tras los que sabremos por fin si la confianza de tantos jugadores en Kickstarter se ve por fin respaldad con un juego de rol a la altura. Sin duda, 2017 va a ser un gran año para los amantes del género en todas sus posibles expresiones.