Pre-Análisis Kid Icarus: Uprising

Armas, armas, y más armas

Una de las grandes bazas de este nuevo Kid Icarus es su nuevo sistema de armas. Estas armas son las que usaremos durante la historia del juego, y podremos escoger una u otra según nos parezcan más adecuadas para cada nivel.

Así, contaremos con ocho tipos de armas diferentes: estoques, garras, arcos, mazos, guantes, cañones, taladros y orbes. Cada uno de ellos contará con unas características de uso específicas: mientras que unos serán mejores en combate cuerpo a cuerpo, otros ganan potencia si son disparados desde lejos, por ejemplo. Pero cada una de estas armas será además personalizable, gracias al sistema de fusión de armas.

Este nuevo sistema aporta a las armas capacidades y habilidades que el arma base no puede tener, y que sólo obtendrá al fusionar ciertos elementos. Estas armas además podrán ser compartidas con otros jugadores de Kid Icarus a través del sistema de StreetPass. Para ello, tendremos que congelar el arma en una joya, de forma que no podremos usarla mientras la estemos compartiendo. El arma será enviada a todos los jugadores con los que nos crucemos por la calle, y tanto nosotros como ellos tendrán que ofrecer una serie de corazones a cambio de convertirla de nuevo a arma.

Corazones a tutiplén

Durante el transcurso de la historia iremos recolectando una serie de corazones, que obtendremos al derrotar enemigos o pasar ciertos puzles que nos proponga el juego. Estos corazones, además de servir como puntuación final del nivel, tendrán otras utilidades.

La más básica de ella tiene relación con la selección de nivel de dificultad que escojamos. Cuanta más dificultad, más recompensas podremos obtener al final del nivel. Tendremos que usar una cantidad de corazones u otra variando el nivel de dificultad. Mientras que en los niveles más bajos hay que ofrecer esos corazones, en los niveles difíciles apostaremos esos corazones, para poder optar a esas mejores recompensas.

Sin embargo, hay que andar con cuidado, pues la dificultad se puede ir ajustando a medida que vayamos jugando. Si, por ejemplo, estamos jugando en nivel 5 y en un momento determinado de la partida nos arrebatan toda la vida, tendremos la posibilidad de continuar, pero el nivel de dificultad se rebajaría hasta nivel 4. Por tanto, la apuesta va más allá de simplemente escoger un nivel, pues hay que tener en cuenta que se pueden perder corazones si no nos adecuamos al modo de juego.

Además de los diferentes monstruos que aparezcan a lo largo del nivel, los corazones nos permitiran acceder a determinados rincones del escenario que en niveles fáciles aparecerán innacesibles. Estas zonas especiales estarán delimitadas por una puerta que nos mostrará el número de nivel necesario de dificultad mínimo para poder acceder a este área.