Impresiones Octopath Traveler

Estamos en el año 2018 después de Jesucristo. Todo el panorama rolero está ocupado por videojuegos de acción directa… ¿Todo? ¡No! Un grupo formado por irreductibles productores y desarrolladores japoneses resiste, todavía y como siempre, al invasor. La vida no es fácil para los action-RPG, ya que el combate por turnos tradicional vuelve a estar en boga gracias a la saga Bravely, a Dragon Quest XI y al próximo gran título de Square-Enix para Nintendo Switch, Octopath Traveler …

Ocho protagonistas, ocho caminos

Nuestra historia comienza en el vasto continente de Orsterra, con sus paisajes boscosos, sus montañas nevadas y sus paradisíacas playas. Un mundo que se va abriendo a nuestros pies a través de las vivencias de ocho personajes, todos ellos con unos orígenes y personalidades bien diferenciados, desde un erudito que busca un libro perdido hasta una antigua noble convertida en bailarina para llevar a cabo su venganza. Comenzamos eligiendo uno de estos ocho caminos, y ya desde el principio nos evoca a los JRPG clásicos de la época dorada de los 16-bits -sobre todo a Final Fantasy VI-, con su ciudad, sus habitantes con los que hablar y una misión principal que nos llevará a las afueras, con sus encuentros aleatorios de monstruos allá por donde pisemos.

El mapamundi está en blanco y se irá desvelando según avancemos, y es que a diferencia de los juegos antiguos, aquí no hay un overworld entre ciudades. Absolutamente todo el mapa tiene su sección de escenario, con tesoros, recovecos y mazmorras por descubrir. Es un mundo abierto, pero que nos va advirtiendo con niveles recomendados, por lo que de alguna manera, también nos va guiando. Sin embargo, podemos ir a buscar al resto de personajes en el orden que queramos, así como a la hora de seguir cada una de sus tramas. Una vez hayamos conformado nuestro grupo de viajeros, descubriremos conversaciones personales entre ellos, a veces serias y otras con algún toque de humor, al más puro estilo Tales of.

Octopath Traveler combates

Lo que abre un abanico de posibilidades son las acciones de senda, habilidades especiales que tiene cada protagonista para interactuar con los NPCs que nos encontremos. Algunas veces encontraremos a alguien en medio de una puerta, y gracias al desafío de Olberic podremos dejarlo KO para entrar en la casa; otras requeriremos de cierta información o algún objeto para completar una misión, y lo conseguiremos gracias a las pesquisas de Cyrus o a las manos largas de Therion. Finalmente, también podremos hacer que alguien nos acompañe para ayudarnos en la batalla, o simplemente, para completar una misión de escolta.

Espere su turno, por favor

Uno de los puntos más importantes de Octopath es su sistema de batallas por turnos, donde destacan dos factores que lo hacen diferente a lo antes visto. En primer lugar el sistema de debilidades de los enemigos, que son los distintos tipos de armas y magias elementales a los que son propensos a perder puntos de protección o, una vez rota dicha armadura, a recibir una cantidad mayor de daño. El sistema de turnos sigue el estilo CTB de Final Fantasy X, donde en la parte superior vamos viendo el orden en que van personajes y enemigos, pero que se puede ver cambiado cuando recibes estados alterados o al romper la protección del contrario.

Pero estas debilidades y roturas no serían nada sin los puntos de impulso. Cada turno, nuestros protagonistas irán ganando puntos hasta un total de cuatro, y de nosotros dependerá cómo los gastemos. Con estos impulsos podremos atacar hasta cuatro veces seguidas en un mismo turno para tardar menos en romper una protección, o lanzar una magia o habilidad cuatro veces más potente para realizar un daño devastador. Estas dos novedades, unidas a un sistema de habilidades y talentos dependientes de cada trabajo y personaje, hacen de cada enfrentamiento una partida de ajedrez, donde vale más la estrategia que la fuerza bruta. Es algo que le da un toque de dificultad al juego, y que te obliga a tener a los ocho personajes bien preparados para poder hacer frente a las flaquezas de los diferentes oponentes.

Octopath Traveler, arte 2D en alta definición

Clásico, pero actual

El Unreal Engine 4 ha demostrado multitud de veces su versatilidad, y que no todo es fotorrealismo. Octopath Traveler saca partido al motor gráfico de varias formas, mezclando estilos artísticos que nunca hubiéramos pensado que quedarían tan bien juntos. Si bien los personajes están hechos con un pixel-art muy cuidado, los escenarios están realizados completamente en 3D, usando texturas pixeladas tanto para terrenos como edificios.

Todo este toque retro está en perfecta armonía con una gran variedad de efectos de luces, sombras, niebla, brillos y fluidos, con un agua que no canta en absoluto. Además, el escenario parece laminado, como si se tratara de un libro desplegable, jugando con el enfoque de cámaras de modo que lo más cercano y lo más lejano aparece difuminado. Parece mentira, pero este estilo visual lleva a la máquina y a su ventilador a cotas muy altas. No podíamos terminar sin mencionar una banda sonora que, por ahora, es sobresaliente, con unas melodías instrumentales que recuerdan a los mejores trabajos del gran Nobuo Uematsu.

Las primeras horas con Octopath Traveler son justo lo que prometían los tráilers y las demos, una vuelta al pasado con toques actuales, que hará las delicias de los amantes del RPG, tanto añejos como modernos. Esta joya para Nintendo Switch promete y ofrece una barbaridad, y ya solo falta una semana para asalte las tiendas.