Battlefield 3

El transcurso de la misma lo iniciábamos agachados, en lo alto de una colina, contemplando la cruenta lucha acaecida en la ciudad que planeábamos asaltar. Tras unos momentos para apreciar los detalles del resto de jugadores acampados en la cima o disfrutar del paisaje que recreaba los que podemos apreciar en la escenarios similares de la realidad, nuestro dirigente nos daba la órden de descender, dándonos a nosotros una preciada carga con la que tendríamos que hacerlo, el último mortero del escuadrón.

Como imaginaréis la secuencia optaba por impresionarnos con la clásica escena de todo shooter bélico en la que los equipos de militares desciendes en manada de una colina bajo fuego enemigo, ráfagas de disparos a su alrededor, explosiones, aliados que caen inertes al suelos, obviamente nosotros no podemos disparar, nuestro personaje sostiene el mortero que se nos había ordenado transportar, asique nos limitamos a ir bajando, lo más rápido posible por si las moscas, buscando cobertura en algunos de los árboles que encontramos a nuestro paso.

Si bien la escena era un cliché, hemos de decir que nos ha causado una buena impresión.

Con el mortero en su ubicación ideal, lo disparamos tras pulsar el botón indicado en pantalla, botón que también nos permite dejarnos impulsar con un miembro del equipo para sortear por encima un enorme muro de hormigón tras el cuál la escena proseguía incitándonos a hacer un nuevo descenso, en esta ocasión hacia el canal de la ciudad, casi vacío, al que llegábamos tras intercambiar unos disparos con los enemigos al otro lado del mismo.

Era allí donde deberíamos llegar para seguir nuestro camino, en esta ocasión hacia arriba, despejándolo todo a nuestro paso de camino a la recta final, la cuál encaminábamos al entrar en uno de los edificios de la ciudad, siendo sorprendidos por un enemigo al intentar abrir la puerta de una habitación, que nos derribaba desencadenando una secuencia en la que disparábamos mientras caíamos hacia atrás. Poco debíamos progresar por el edificio para que el impresionante logo de Battlefield 3 apareciera en nuestras pantallas.

Técnicamente lo que contemplábamos se mostraba superior a lo que hemos podido disfrutar en la beta, pero aún lejano a lo que seguramente se nos muestre al final, es por tanto, en estos instantes un título singular que posee aspectos sobresalientes junto a otros bastante mediocres que desbaratan la experiencia global al final, que, podría ser perfecta.

El aspecto del motor gráfico usado, el segundo Frostbite, que recordamos que se presentará en Battlefield 3 al ser éste el primer juego que lo usará, destaca sobre todo por la sublime iluminación, que, como todos sabréis a estas alturas, deja en ridículo a la que nos hemos encontrado en los juegos del género a lo largo de la generación, increíble tras algunos juegos.

No han sido pocas las ocasiones en las que nos hemos quedado fascinados contemplando las luces de farolas u otros elementos, e incluso hemos de reconocer que nos hemos acercado para posteriormente alejarnos, de forma repetida, al fuego debido a lo que nos fascina como la anaranjada iluminación de las llamas se refleja a su alrededor...

En cuanto al sonido realmente impactante al poner especial énfasis en los ecos o en que suene amplificado en determinados lugares, recordemos que se ha trabajado con el ejército sueco para grabar todo tipo de sonidos, incluidos buscando hacer el juego lo más real posible.

Es impresionante el resultado en éste apartado, las armas suenan como lo hacen en la realidad.