Análisis Fire Emblem: Awakening

Introducción. Dos décadas de estrategia por turnos

En el año 1990, ha llovido bastante como podéis ver, nació una saga que durante 23 años ha ofrecido a los amantes de la estrategia un sinfín de horas de diversión. De la mente de Shouzou Kaga, nació ‘Fire Emblem’, desarrollado por el equipo de Intelligent systems para Nintendo Entertainment System. Durante estos años, todas y cada una de las plataformas de la firma japonesa Nintendo han podido disfrutar de una entrega o varias de esta saga. Este RPG se caracteriza por rizar el rizo en cuanto a estrategia de combate se refiere. Aquí no vale entrar en batalla y disponer las estrategias mientras se lucha, no.

En ‘Fire Emblem’, el movimiento antes de entrar en combate debe de ser pensado para no caer en una trampa que nos deje sin personajes. Aquí, ir a lo loco y sin pensar no vale. Estamos en un campo de batalla donde las unidades enemigas nos esperan separadas pero bien juntas en algunos casos, en las casillas. Dependerá de nuestro movimiento el salir victorioso de una batalla o caer en una trampa mortal de la cual nos arrepentiremos más tarde.

Lógicamente, parece que no es un juego apto para todos los jugadores a primera vista. Su particular desarrollo hace de este RPG táctico algo casi prohibido para los que no están acostumbrados. Sin embargo, su curva de aprendizaje es bastante asequible y los diferentes niveles de dificultad aseguran que cualquiera pueda disfrutar de la obra del equipo de Intelligent Systems. Claro que tampoco se olvida del jugador tradicional, de ese al que la dificultad excesiva le pone a tono, eso se mantiene intacto, más tarde entraremos en detalles.