Análisis Final Fantasy XV

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Final Fantasy XV: El peso de heredar la corona

Los inseparables Noctis, Ignis, Prompto y Gladio se montan en el Regalia para embarcarse en un viaje que cambiará para siempre el futuro de Lucis y de Final Fantasy

Plataforma analizada: PS4
28/11/2016 16:00
Square Enix por fin da a luz uno de los mayores retos de su historia como compañía de videojuegos; un título que en cierta manera representa el futuro del videojuego japonés por muchos motivos. Reinventarse o morir, y vaya si lo han hecho. Final Fantasy XV no es un juego perfecto pero lo que es seguro es que conseguirá remover el estómago de muchos fans clásicos, pero al mismo tiempo sabiendo atraer a nuevos jugadores, hablando un lenguaje totalmente actual. ¿Ha valida la pena la larga espera?
Final Fantasy XV

Final Fantasy XV: Un nuevo horizonte para las superproducciones JRPG

Este 29 de noviembre el mundo del videojuego se para: Final Fantasy XV llega por fin al mercado tras un camino lleno de piedras, retrasos y largas temporadas en el más absoluto olvido. 10 años después de su anuncio como Final Fantasy versus XIII, por fin ha terminado la espera, y el fruto del trabajo de muchos años está por fin a disposición de los jugadores, tanto nuevos en la saga como millones de fans que esperan como agua de mayo la llegada de una entrega llamada a ser un antes y un después. Final Fantasy quiere volver a ser uno de los videojuegos totem en la industria, como así lo quiere la industria japonesa, que tantos problemas ha sufrido en estos últimos años para coger el tren de los nuevos tiempos, en muchas ocasiones eclipsados por los grandes desarrollos occidentales. 

Square Enix ha dado vida a un videojuego de lo más ambicioso que pretende sentar una nueva base dentro de Final Fantasy: conservar su identidad y todo aquello que lo define intacto, pero a la vez modernizarse y aprender a hablar un lenguaje nuevo para acercarse más a otros jugadores (y no sólo a los veteranos). El principal cambio ya lo sabéis: dejar atrás los combates por turnos clásicos para patentar un nuevo sistema de combate en tiempo real, además de presentar una jugabilidad más abierta, donde prime la exploración y donde el jugador pueda perderse por momentos descubriendo Eos a su aire. Lo cierto es que para conseguir todo esto y no descalabrarse por el camino renunciado a sus señas de identidad, Final Fantasy XV nos propone una mezcla muy bien conseguida que alterna las zonas abiertas con otros niveles más lineales y un sistema de combate desafiante y profundo que premia el desarrollo de nuestros personajes y nuestra habilidad.

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Gran ritmo narrativo, pero un guión con fisuras

Pero centrémonos primero en el telón de fondo de Final Fantasy XV, porque aquí hay tela que cortar. Sabemos perfectamente que la trama de cada nueva entrega siempre es mirada con lupa por el tremendo historial que lleva la saga detrás, lo cual no es nada fácil de igualar. Lo cierto es que Square Enix no ha querido complicar demasiado al jugador con el guión de Final Fantasy XV, apostando por una trama directa y que apuesta por temas universales, como la lucha de la luz contra la oscuridad. Esto no significa que la trama no atrape o no tenga no incluya algunos acontecimientos clave (que los tiene y muy importantes), pero no vamos a encontrarnos tantos giros argumentales tan impredecibles como entregas de la saga. El peso narrativo recae principalmente en la relación de amistad de el príncipe Noctis y sus tres amigos-guardaespaldas: Prompto, Gladio e Ignis, además de la enorme carga que tiene que llevar sobre sus hombros siendo el heredero del trono de Lucis, además del poder que conlleva su linaje.

La trama de Final Fantasy XV se presenta como una historia de guerra y conflictos diplomáticos, con el reino de Lucis (de donde Noctis es príncipe heredero) siendo invadido por el imperio de Niflheim, que quiere hacerse a toda costa con el cristal de poder que abastece de energía al reino. Para calmar las tensiones entre las dos potencias, se acuerda firmar un armisticio, que además conllevará el enlace entre Noctis y la dama Lunafreya, princesa de un reino ocupado por Niflheim y la oráculo más jóven de la historia. Sin embargo los planes del imperio son aprovechar el armisticio para invadir la capital de Lucis, Insomnia, acontecimientos que se relatan al detalla en la película Kingsglaive: Final Fantasy XV y que recomendamos visionar encarecidamente para tener una visión más global y completa de la historia.

La trama de cada nueva entrega siempre es mirada con lupa por el historial que lleva la saga detrás, lo cual no es nada fácil de igualar.

Mientras su mundo se derrumba, Noctis y sus amigos se encuentran embarcados en un viaje por el continente de camino a la boda real. La noticia de la invasión cambia sus planes y marca el punto de partida del camino del príncipe de vuelta al trono, para derrocar al imperio y localizar a la desaparecida Lunafreya. Para ello tendremos que viajar por el mundo de Eos recorriendo campos, explorando mazmorras y fortalezas, además de conocer todo tipo de personajes secundarios con los que crearemos vínculos muy profundos y desenterrando poco a poco el poder escondido de nuestro linaje real (que dará mucho que hablar). En cuanto a los secundarios, hay algunos de lujo, como Cindy o Talcott, que ya conoceréis, y por supuesto nuestro propio grupo de batalla, que aunque no lo parezca a simple vista, acaban siendo personajes interesantes y con sus propias motivaciones; eso sí, quizás con un carisma lejos del de algunos clásicos de la saga como Barret, Garnet, Wakka o Tifa.

Final Fantasy XV

Homenajes a los fans veteranos, que se sentirán como en casa

Poco a poco la trama de Final Fantasy XV irá evolucionando hasta poner de relieve una figura fundamental que determinará todo el juego y cuya importancia todo veterano de la saga sabrá valorar: los sidéreos, las invocaciones de esta nueva entrega. Mientras que su papel en anteriores entregas era relevante, pero pasando a ser un elemento  en esta decimoquinta entrega se eleva más que nunca, marcando su búsqueda el desarrollo del propio juego; no se prodigarán demasiado, pero su aparición será determinante, pudiendo invocarlos sólo en las situaciones más extremas y como último recurso. Los propios sidéreos y sus elementos marcarán también en ciertos momentos la ambientación y climatología de diferentes zonas del juego.

Como puntos a favor hay que destacar el buen ritmo narrativo que ha conseguido Square Enix, que principalmente se aprovecha de que en muchas partes del juego Noctis vaya acompañado de su grupo de batalla. Ésto posibilita que permanentemente se dé lugar a conversaciones que poco a poco nos van explicando detalles de la trama (además de aconsejarnos sobre nuestro entorno); todo ello mientras exploramos el mundo o combatimos. El principal problema que le vemos a esto es que el juego no está doblado al español, por lo que como sucede en otros juegos como Grand Theft Auto V, por regla general vamos a tener que leer muchos subtítulos mientras desempeñamos otras actividades, lo que trasladado a los combates no es nada cómodo y hace las cosas más complicadas. El ritmo narrativo, además de por todo lo que nos aportan los personajes se apoya, como podéis imaginar en gran cantidad de cinemáticas, tanto generadas por el motor del juego como por CG, como es habitual en la serie.

Sin embargo Final Fantasy XV tiene algunos borrones importantes en su trama y en los personajes que le dan forma y que no se pueden pasar por alto. Por un lado hemos encontrado aspectos de la trama que aun pareciéndonos importantes se omiten o no se explican demasiado bien; el jugador tiene que poner de su parte leyendo documentos y escuchando algún que otro audio para completar las conversaciones y cinemáticas si quiere llegar a entenderlo todo. Esto lo decimos dando por sentado que el jugador que va a jugar a Final Fantasy XV ya ha visto anteriormente la película que lo precede; de no ser así, las dudas y los vacíos argumentales serán aún mayores. A todo esto hay que sumarle unos tiempos de carga muy largos entre sección y sección que en ocasiones llegan a cortar el ritmo de la historia y que esperamos que se puedan solucionar en futuras actualizaciones.

Final Fantasy XV

Variedad sobre todas las cosas

La historia podría haber sido narrada de una forma más completa, atando más cabos y dando más protagonismo a ciertos personajes con mucho potencial que han sido bastante desaprovechados. Por último criticar que prácticamente todo el peso de los antagonistas del juego termine recayendo en los hombros de un solo personaje, lo que contrasta con lo que es habitual en Final Fantasy. A esto hay que sumarle el perfil algo plano del antagonista, con el que cuesta empatizar y que contrasta con personalidades más humanas y atormentadas, como sucedía con Sephirot o Seifer, por ejemplo. Por todo lo anterior, no podemos afirmar que Final Fantasy XV pueda competir directamente a nivel de historia con algunas joyas de la saga en el global, aunque sí hay que reconocerle que aporta un planteamiento muy fresco e interesante y quizás más directo que otras entregas.  

El mundo de Eos es el otro gran protagonista de Final Fantasy XV, dándonos una gran libertad para explorar a nuestro aire, al menos en ciertas partes del desarrollo, lo que se agradece. El mapa es lo suficientemente variado y amplio como para entretenernos explorándolo muchas horas más allá de la trama principal y está lleno de poblaciones y ciudades recreadas al detalle donde encontraremos todo tipo de tareas que completar. Lo cierto es que hemos echado en falta más ciudades, aunque las que vamos a encontrarnos, como Altissia o Lestallum están llenas de vida y muestran un diseño exquisito. Por otro lado la variedad de ambientaciones del juego está garantizada: visitaremos playas, cenagales, mazmorras subterráneas, fortalezas de hormigón o bosques y mucho mucho asfalto.

El desarrollo se aprovecha del extenso mundo de Eos para dejar al jugador perderse y explorar cuando tiene que hacerlo, pero dirigirle de manera más lineal cuando el guión lo requiere.

El desarrollo del juego se aprovecha del extenso mundo de Eos para dejar al jugador perderse y explorar cuando tiene que hacerlo, pero dirigirle de manera más lineal cuando el guión lo requiere, lo que nos ha parecido muy acertado, pues temíamos que Final Fantasy hubiera caído en los errores de bulto de otros juegos de mundo abierto (no ha sido así). Aquí el ritmo narrativo es la máxima prioridad, y por tanto se mezclan perfectamente momentos de exploración libre con avance de mazmorras y resolución de sencillos puzles, escenas de acción con algún QTE, peleas con jefes gigantes incluso con niveles de infiltración, que son pocos, bien llevados y para nada sobreexplotados. Es la tónica general del juego; Final Fantasy XV nos da a probar un poco de todo, pero siempre en su justa medida para que el jugador nunca tenga la sensación de repetición y esté constamente haciendo cosas diferentes. Estamos ante uno de los juegos de la saga más variados, tanto en ambientaciones como en cuanto a situaciones.

Final Fantasy XV

El Regalia, uno más en nuestro viaje por Eos

En cuanto a la exploración, que hay mucha, vamos a encontrar un gran aliado en el Regalia, nos pasaremos mucho tiempo conduciendo a través de la interminable red de carreteras de Lucis. Como una road movie, nos desplazaremos con nuestros amigos en el coche de la casa real por todo Eos, teniendo que repostar, repararlo y pudiendo ir mejorándolo e incluso personalizarlo al detalle, llegando a convertirse directamente en un personaje más de la trama. Sin embargo, no nos tenemos que preocupar demasiado por la conducción porque a efectos prácticos termina por ser automática, ya que solo hay que ocuparse de acelerar y frenar; el coche avanza como si fuera por raíles, por lo que podemos dedicarnos a disfrutar del paisaje o escuchar las conversaciones. También podemos dejar que Ignis lo conduzca y así aprovechar los largos viajes para ir mejorando nuestras habilidades o cambiar nuestro equipo en el menú. 

El Regalia también actúa como medio de transporte rápido, ya que podemos desplazarnos a cualquiera de las decenas de aparcamientos que hay repartidos por Eos al instante si ya los hemos visitado anteriormente a cambio de algunos pocos guiles. Sin embargo la "carroza real" no es el único medio de transporte que tendremos a nuestra disposición, y es transcurridas pocas horas de juego podremos alquilar chocobos para explorar el campo a través, allí donde no se puede aventurar el Regalia. Cabalgar estos amigables seres será una experiencia realmente nostálgica para los más veteranos y además, mientras dure el alquiler, podemos llamarlos con un silbato siempre que queramos.

Como decíamos Final Fantasy XV nos propone un planteamiento jugable realmente variado, lo que nos ha sorprendido gratamente, teniendo a nuestra disposición multitud de tareas en las que involucrarnos y aficiones de los personajes que desarrollar, todo ello de forma paralela a la historia principal. Además de misiones secundarias por doquier, muy bien diferenciadas de la trama principal, vamos a poder involucrarnos en múltiples batidas de caza para ayudar a los ciudadanos a limpiar el mundo de custodios a cambio de una recompensa (como en The Witcher 3), además de poder desarrollar las cuatro aficiones de Noctis y sus compañeros. Con el príncipe podremos volvernos unos pescadores expertos; con Prompto, desarrollar nuestra pasión por la fotografía; con Ignis aprender a cocinar platos con los que subir nuestras estadísticas y con Gladio, elevar nuestro nivel de supervivencia para encontrar más tesoros a lo largo del mundo.

Final Fantasy XV

Trama principal más corta, pero gran cantidad de endgame

Como es costumbre Final Fantasy, la duración que nos va a aportar es muy variable dependiendo de cómo enfoquemos la partida, pero como orientación podemos decir que la trama principal se puede completar en alrededor de 20 horas si no nos entretenemos lo más mínimo, subiendo a 30 si vamos más calmados, haciendo alguna que otra secundaria y de verdad sacándole partido a lo que nos ofrece el juego. Después de completar la historia principal, sin desvelaros nada, aclarar que el juego no se acaba y que hay mucho contenido de calidad esperándonos y que nos aportará más información acerca de Noctis, sus amigos y el reino de Lucis. Por lo tanto, no podemos decir que la duración nos haya decepcionado, pues tenemos contenido y entretenimiento para muchas semanas más allá de la trama principal.

No hay que perder de vista que uno de los los puntos que afecta determinantemente la duración de Final Fantasy XV es su nuevo sistema de combate en tiempo real, que como era de suponer, agiliza el ritmo del juego y resta mucho tiempo muerto al no tener que entrar y salir de los combates, además del tiempo que se pierde decidiendo acciones en cada turno. Ha sido uno de los temas más polémicos que ha rodeado al juego desde su presentación, uno de los puntos que más hemos mirado con lupa y afortunadamente, algo en lo que Square Enix y el director Hajime Tabata más se han esforzado en pulir, dando lugar a batallas vibrantes, perfectamente coreografiadas, pero que guardan un componente estratégico y de habilidad bastante interesante.

Las batallas son vibrantes, perfectamente coreografiadas, pero guardan un componente estratégico y de habilidad bastante interesante.

Lógicamente se pierde mucho de la estrategia de los Final Fantasy clásicos por turnos, pero tras completar el juego, el poso que nos deja el nuevo sistema es bastante positivo y para nada repetitivo, a lo que ayuda ver cómo nuestros personajes van desarrollándose, adquiriendo nuevas armas y aprendiendo nuevas habilidades. Dado el notable número de personajes en pantalla que podemos encontrar luchando al mismo tiempo (cuatro aliados contra al menos otros cuatro o cinco enemigos como mínimo), al principio tendremos la sensación de no enterarnos de qué está pasando, pero poco a poco iremos interiorizando los bloqueos, las acometidas de Noctis, el Lux Impetus y el intercambio de armas y hechizos.

Final Fantasy XV

Combates frenéticos, pero profundos y estratégicos

Antes de nada, dejar claro que en los combates únicamente controlamos a Noctis, lo que no quiere decir que no podamos tomar ciertas decisiones sobre nuestros aliados, a los que podremos ordenar que llevan a cabo sus ataques especiales (en los que podremos participar). Sin embargo, suficiente tendremos con controlar al príncipe que contará con un gran y variado arsenal de armas, además de hechizos y la posibilidad de abalanzarse contra los enemigos gracias al Lux Impetus y retirarse momentáneamente colgándose de ciertos puntos con su espada para recobrar vitalidad y puntos de magia. Sin embargo, la mecánica del sistema de combate de Final Fantasy XV más importante que tenemos que aprender a controlar a la perfección es el bloqueo, muy basado en el timing y que se convierte en un verdadero arte dada la gran cantidad de ataques de los enemigos que tendremos que saber prever y atajar para luego contraatacar, como es más propio en los hack'n'slash.

También es clave saber administrar nuestra barra de puntos de magia, de la que depende nuestra habilidad de impulsarnos hacia los enemigos para hacer acometidas y de la que habrá que tomar buena cuenta si no queremos quedar en estado exánime (aturdidos). Por otro lado, comentar que la magia en este Final Fantasy toma un papel menos protagonista que en otras entregas; se trata como un consumible y sus unidades son bastante limitadas, teniendo que extraerla en ciertos puntos del mapa -como en FFVIII- para más tarde "fabricarla" en nuestro inventario. Aunque podemos fabricar más unidades durante los combates, se gastará rápido; a cambio el poder destructivo de los hechizos es devastador y con él podemos "limpiar" combates infestados de enemigos o decantar hacia nuestro lado una batalla contra un jefe encontrando su punto débil elemental.

Si sumamos el sistema de bloqueos, los contraataques, los teletransportes, los hechizos, todas las armas distintas que podemos variar en combate y las habilidades especiales del grupo, nos encontramos como resultado unas batallas muy espectaculares y variadas durante todo el desarrollo del juego. Es cierto que se pierde parte del componente táctico y más calmado del combate por turnos, pero se intercambia por una interesante mezcla entre habilidad y estrategia que logran "actualizar" el lenguaje de batalla de Final Fantasy y que seguro que logra contentar también a nuevos jugadores, sin perder mucho por el camino.

Final Fantasy XV

El desarrollo de personajes también nos ha parecido bastante acertado, dejándonos personalizar en bastante medida por dónde queremos llevar a Noctis y el grupo de batalla en general. Tenemos a nuestra disposición diferentes árboles de habilidades bastante sencillos de gestionar y de entender en los que podemos distribuir los puntos de habilidad ganados al completar misiones tanto secundarias como principales, eligiendo potenciar más las habilidades de Noctis, los ataques especiales del grupo, la capacidad de recuperación de magia y vida o las ventajas del grupo al interactuar con el mundo. Se ha hecho un buen trabajo de síntesis que permite al jugador dominar todas las opciones rápidamente, con un acceso intuitivo, lo que mejora y mucho a nuestros ojos los sistemas de anteriores Final Fantasy.

El sistema de subida de nivel de los personajes bebe de la experiencia ganada en combates; cuantos más combates eventuales afrontemos sin salir huyendo, más rápida será la subida de nivel del grupo, con el condicionante de para "aplicar" esta experiencia tendremos que descansar forzosamente. Lo podremos hacer en cualquiera de los campamentos, caravanas u hoteles que descubramos por todo Eos, y de esta manera traducir esta experiencia en subidas de nivel y beneficios. Además al descansar podremos alimentarnos gracias a la habilidad de cocina de Ignis, pudiendo tener acceso a platos de comida de todo tipo que producirán en el grupo ventajas temporales que potenciarán ciertas habilidades. La noche es peligrosa en las tierras de Lucis, por lo que siempre es mejor aprovechar para descansar y mejorar a nuestros personajes.

La noche es peligrosa en las tierras de Lucis, por lo que siempre es mejor aprovechar para descansar y mejorar a nuestros personajes antes de encontrarnos con bestias imposibles.

Pasando al plano puramente técnico y artístico, hay que dejar claro que estamos ante una de las mayores superproducciones del sector en los últimos años, y sobre todo en la industria japonesa, con un presupuesto de verdadero infarto. Por lo tanto no se ha escatimado en medios y el equipo de diseñadores y artistas que Final Fantasy XV tiene detrás es abrumador, lo que se traduce en un diseño artístico impresionante, que luce muy bien gracias a Luminous Engine, aunque el rendimiento en consolas no siempre sea el esperado.

Final Fantasy XV

Artísticamente exquisito; rendimiento con altibajos

Pese a que gran parte de Final Fantasy transcurre en las tierras de Lucis, que podemos explorar libremente, cada rincón ha sido diseñado para que sea único, con una especial obsesión por el detalle, sobre todo si hablamos de las ciudades, que pese a que no se prodigan, son un verdadero espectáculo. La arquitectura de los edificios, la inspiración de la América de los 50 en los vehículos y estaciones de servicio, la majestuosa Lestallum de inspiración veneciana... Todo está a la altura de lo que se puede esperar de una entrega de Final Fantasy, y además dejando de lado en ocasiones males que abundan en muchos juegos de corte sandbox; aquí todos los NPC, personajes secundarios, restaurantes, tiendas o templos respiran personalidad propia y nos dejan una gran sensación de variedad. 

Visualmente el apartado artístico se ve acompañado muy bien por un motor gráfico que se desenvuelve a las mil maravillas tanto representando niveles totalmente abiertos y llenos de personajes como mostrando impresionantes efectos de partículas. El fuego, el hielo o la electricidad tanto en cinemáticas generadas con el motor del juego como en los propios combates nos dejarán con la boca abierta, así como el efecto del agua sobre los personajes cuando llueve. El juego cuenta tanto con climatología dinámica como con ciclos de día y noche en los que la iluminación cambia totalmente, aunque las texturas no siempre acompañan al 100%. En cuanto a las animaciones, se nota una gran cantidad de horas empleadas dentro de la sala de captura de movimientos que se traduce en una gran suavidad en los movimientos de los personajes; desde los villanos hasta los secundarios, todos cuentan con gran expresividad, tanto facial como gestual.

Final Fantasy XV se ve a las mil maravillas, pero en muchos momentos se nota que las consolas actuales apenas consiguen moverlo a duras penas, teniendo los desarrolladores que recurrir a algunos trucos como mostrar en pantalla texturas de menor resolución de lo que nos gustaría cuando hay demasiados elementos en pantalla. Es frecuente que el juego pase a funcionar a una menor tasa de imágenes por segundo en algunos momentos en los que exploramos el mundo y que se traduce en un control de Noctis menos fluido y más a saltos, algo que también sucede con algunas cinemáticas generadas por el motor del juego y con alta carga de elementos en las que PS4 (la consola en la que lo hemos analizado) se encuentra con bastantes problemas.

Final Fantasy XV

El título es perfectamente jugable y disfutable (no estamos hablando de fallos garrafales) y hay que decir que llega bastante más pulido que otros lanzamientos de corte similar, pues no nos hemos encontrado bugs de relevancia. Por otro lado, hay que recalcar que éste es tan solo el estado en el que lo hemos podido jugar los medios antes de su lanzamiento, por lo que no es descartable que Square Enix pueda mejorar el rendimiento a través de futuras actualizaciones, sin embargo las sensaciones son parecidas a lo vivido con GTA V en las consolas de la pasada generación; Final Fantasy XV puede ir un paso más allá (si sus responsables quieren) con su desembarco en PS4 Pro y su más que probable versión para PC.

La compositora Yoko Shimomura se marca con esta banda sonora una de las mejores obras de su carrera: de lo que más nos ha gustado del juego.

Por último hacer una mención muy especial a la banda sonora creada para la ocasión, con una Yoko Shimomura espectacular y en momentos haciendo olvidar al maestro Uematsu. La compositora japonesa, responsable de bandas sonoras como la de Street Fighter II, Parasite Eve o la saga Kingdom Hearts se marca una de las mejores obras de su carrera, y de ella perfectamente podemos decir que es de lo que más nos ha gustado del juego. Square Enix ha encontrado un relevo excelente para la saga, pero lo mejor es que no hay por qué elegir, y es que a bordo del Regalia e incluso explorando el mundo a pie tenemos a nuestra disposición las bandas sonoras (se pueden comprar en las estaciones de servicio por un precio casi simbólico) de todas las entregas de la saga para volver a escuchar mientras visitamos el mundo de Eos, todo un guiño para los fans.

La ascensión al trono de Noctis nos mantendrá pegados al mando

No es nada fácil contentar al amplísimo abanico de jugadores y fans que van a poner las manos encima de Final Fantasy XV y tampoco lo es valorarlo como videojuego, pues el bagaje que lleva detrás la serie (con obras maestras y sonoras decepciones) es un condicionante enormes, dejando de lado la admiración o indiferencia que tengamos por esta saga tan influyente en los JRPG. Al final lo que nos queda es un juego de rol, aventura y acción muy variado y que deja abierta la puerta a cada jugador para que acabe enfocándose en hacer lo que más le guste, pero no por ello dejando de atar un ritmo jugable y narrativo muy bien conseguido. Su trama podría estar mejor desarrollada y presentada y eso para algunos puede ser un pecado capital tratándose de un Final Fantasy, pero por encima de todo consigue motivarnos para seguir adelante y disfrutar la variedad de situaciones que guarda; gran parte de la culpa la tiene que como juego de acción, sus creadores hayan sabido construir un sistema de combate adictivo y satisfactorio que, dejando gustos personales de lado, no nos ha hecho echar en falta los tradicionales combates por turnos. 

9

Lo mejor

Cuidado hasta el más mínimo detalle: el duro y largo trabajo y el presupuesto se dejan notar

Gran variedad y mezcla de situaciones jugables

La relación de amistad entre los cuatro protagonistas está muy bien desarrollada

Su banda sonora ya nos parece inolvidable

Lo peor

Algunos personajes están poco aprovechados y se echa en falta más profundidad en los villanos

A pesar del ritmo narrativo, algunas situaciones parecen no estar del todo bien contadas

La falta de doblaje al castellano nos lleva a tener que seguir los subtítulos en momentos poco adecuados como combates o exploración

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