Análisis Devil's Third

Mucho más, sin duda, sabiendo que 'Devil's Third' supone la vuelta al sector de un creativo valorado, Tomonobu Itagaki, quien es responsable de obras clásicas en el género de los hack and slash como 'Ninja Gaiden'. Un regreso que, lamentablemente, no es como nos lo hubiéramos esperado, viniendo del creativo nipón. Es cierto que no lo ha tenido fácil en el desarrollo, pero 'Devil's Third' es un título que tiene grandes fallos en su concepto.

Como decíamos, el desarrollo ha tenido sus problemas. Comenzó siendo un proyecto para consolas totalmente diferentes y, tras problemas económicos, el título se retraso y estuvo muchos meses en el limbo. Llegó Nintendo, ansiada de desarrollos third-party para luchar contra la sequía de juegos en Wii U producida por el salto a la next-gen, y no dudó en comprar y apoyar económicamente este proyecto, que llegará a Wii U de forma exclusiva en consolas.

Lamentablemente, 'Devil's Third' es un título cuya calidad dista mucho de ser la deseada, y algo me dice que sus ventas no serán nada buenas. Por desgracia muchos se fijarán en sus ventas para decir que en las plataformas de Nintendo este tipo de juegos no triunfan, cuando en este caso el gran culpable será, muy probablemente, la calidad general del proyecto. Tampoco ayuda que en Wii U este juego cueste 60 euros y, antes de su lanzamiento, ya se haya confirmado una versión multijugador free-to-play para PC. Incomprensible, teniendo en cuenta que el mejor modo en Wii U es el multijugador.

Con esto en mente, parece que Valhalla Game Studios y Tomonobu Itagaki tienen claro cuál es el punto principal de su nuevo proyecto, el modo multijugador. Lo demuestran llevándolo en formato free-to-play a PC y dejando bien escondido el modo campaña. Un modo campaña que ya en las previews de los medios fue duramente criticado. ¿La respuesta del estudio? Que los redactores de los medios no teníamos ni idea de cómo se juega. Luego se anuncia una versión para PC sin el modo campaña... Bravo.

Campaña típica y sin profundidad jugable

En nuestras impresiones previas sobre la campaña os contamos que este modo tenía muchas carencias. Siento decir que la cosa no mejora conforme le vas echando horas de juego a la historia. Es cierto que muchos juegos de acción con elementos hack and slash no se caracterizan por una historia demasiado profunda, con guiones elaborados y personajes alejados de los estereotipos. En muchos casos este tipo de historia planas que sirven de excusa para dar rienda suelta a la acción, es casi un elemento típico del género, y hay usuarios que disfrutan de este tipo de historias similares a las del cine malo.

Es por tanto comprensible que la historia de Iván, un terrorista encarcelado y condenado a centenares de años de prisión, no resulte demasiado sorprendente a ningún jugador. El grupo terrorista al que pertenecía Iván, del que desertó, está causando un verdadero caos en todo el mundo. Todos los satélites del globo han desaparecido, causando un apocalipsis tecnológico que se traduce en millones de muertos: los medios de comunicación y transporte ya no pueden controlarse, los aviones caen del cielo, los trenes descarrilan y los barcos se hunden. Todo aquel sistema que esté guiado por satélite es ineficaz en estos tiempos que corren. Por encima, las defensas de todos los países se ven afectadas, ya no es posible defenderse de los ataques.

Es aquí donde entra Iván, tendrá que perseguir al grupo de terroristas por diferentes países del mundo (como Panamá o Japón), compuesto por miles de milicianos y sus antiguos compañeros de armas, que servirán en su mayoría como jefes finales de las fases. Cada uno de estos jefes tendrá sus habilidades especiales, y sí es cierto que para derrotarlos habrá que tener cierta habilidad con el mando, pero ciertamente son el único reto real de todo el juego. Las fases, hasta llegar a los jefes, son simples pasillos en donde nos vamos enfrentando, por oleadas, a diferentes tipos de unidades rasas.

Pese a que existe un componente hack and slash bastante marcado en la campaña, lo cierto es que no está nada bien implementado. El juego termina convirtiéndose en un shooter clásico, en donde la mayor parte del tiempo salimos de coberturas, disparamos y avanzamos a la siguiente cobertura. Todo el tiempo igual, convirtiéndose en una jugabilidad muy monótona. Tampoco ayuda que, cuando muramos, el tiempo de reaparición sea tan alto. Las armas blancas, como espadas o hachas, se reservan únicamente para algunas acciones con los jefes finales o, por ejemplo, si te acercas mucho a algún enemigo que no habías visto.

El uso de las armas blancas en la campaña termina siendo prácticamente nulo, sabiendo que, además, en fases más avanzadas el juego no te permite salir de las coberturas para caminar cortando brazos y piernas a diestro y siniestro. Además, cuando estás detrás de una cobertura la IA de los enemigos que tienes delante no es excesivamente retante: se descubren con mucha facilidad, cambian de posición en medio del tiroteo, la mitad de su cuerpo se queda mal tapado por las coberturas, etc. En resumen, como shooter es excesivamente sencillo, y como hack and slash no tiene esa profundidad o ese gameplay que llega a engancharte. Lo mejor serán las múltiples ejecuciones que veremos, y una variedad de enemigos bastante decente.

Es extremadamente lineal y pasillero, acabas por hacer poco uso de las armas blancas, y eso que durante todo el juego te vas encontrando gran cantidad de armas de todo tipo. Lamentablemente, aunque el gameplay en este modo no sea de nuestro agrado, tampoco lo es el deslucido aspecto gráfico del juego, que comentaremos más adelante. Por suerte para 'Devil's Third', los modos multijugador sí funcionan muy bien con este gameplay y resultan curiosos y divertidos.