Análisis Days Gone

Análisis Days Gone: Una larga lucha por la supervivencia

Tras una serie de años consecutivos plagados de lanzamientos exclusivos, PlayStation 4 ha recibido grandes obras como Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, Horizon: Zero Dawn o God of War, en 2019 aún no está claro cuál será el título que más detasque. Este 26 de abril llega Days Gone a la plataforma como una propuesta con unas bases algo más que conocidas, un mundo abierto post-apocalíptico plagado de zombis, pero con un desarrollo bastante original tal y como se plantea.

Se trata del primer lanzamiento de gran presupuesto de Bend Studio, compañía por la que Sony ha apostado fuerte tras el recorrido del estudio con obras como algunos spin-off de la saga Syphon Filter o Uncharted: El abismo de oro para PS Vita, título que le llevó a colaborar con Naughty Dog. Ahora, el estudio prueba suerte con una IP original en una plataforma de sobremesa con un gran público como es PS4.

Days Gone

Una historia... ¿de amor?

La historia de Days Gone comienza dos años después de que una misteriosa pandemia mundial cambia el mundo tal y como lo conocemos, pues mata a la mayoría de la población pero transformándola en criaturas salvajes y sin mente, conocidas como infectados. A lo largo de un mundo abierto ubicado en el desierto del Pacífico Noroeste, los jugadores conocen a Deacon St. John, un cazarrecompensas que se desenvuelve en lo que resta de este salvaje mundo. Después de que la mayoría de supervivientes hayan decidido protegerse en campamentos, Deacon prefiere sobrevivir de este violento mundo siendo un errante que se mueve conduciendo su moto.

Esta historia se desarrolla a través de varias tramas que en ocasiones se llegan a entrelazar. Conforme se juega se van cerrando algunas de ellas, mientras otras nuevas aparecen en el menú del juego donde el jugador puede consultar su progreso. La más destacada es aquella que abarca la pérdida de Sarah, la mujer con la que Deacon estaba casado. A lo largo de diferentes misiones podremos visualizar flashbacks sobre esta historia de amor, mientras que el superviviente continúa superando los días en un mundo plagado de zombies. Además de las diferentes misiones principales, en las que se incluye la historia de Boozer, el mejor amigo del protagonista, existen una serie de tareas voluntarias (secundarias). Todas estas misiones se pueden superar siempre que el jugador quiera acercándose a la zona del mapa en la que se ubique el inicio.

Poco después de iniciar su aventura en Days Gone, Deacon se verá en la obligación de visitar campamentos, los lugares que albergan un gran número de supervivientes. En estos campamentos surgirán, además de misiones principales a través de nuevas caras conocidas, tareas, que una vez superadas no solo otorgarán experiencia, si no que harán aumentar la confianza de sus residentes en Deacon. Cuanto más nivel de confianza se coseche, más beneficios contará el protagonista en dicho refugio: desde compra de armas y objetos hasta mejoras para la moto que siempre nos acompañará en esta historia.

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Una moto como fiel compañera

A lo largo de su aventura, Deacon explorará el salvaje mundo de Days Gone solo o acompañado de algún personaje dependiendo de la situación, aunque salvo en alguna misión predominará ir en solitario. No obstante, quien será su fiel compañera en todo momento será su moto. Este conocido medio de transporte se acabará convirtiendo en el elemento clave del videojuego y posiblemente en su mayor señal de identidad. Existen dos claros componentes para entender el funcionamiento de la moto: el combustible y el daño recibido. Deacon puede subir y bajar de la moto siempre que quiera, aunque recorre el mundo junto a esta moto en todo momento. Si la pierde tiene dos opciones: buscarla o pagar para recuperarla. 

Cuando recorremos metros y metros con la moto el combustible va agotándose y existen tres maneras de recuperarlo: repostando en una gasolinera, encontrando una garrafa con combustible o pagando a un mecánico para que rellene el depósito. El nivel de daño de la moto se puede reparar con piezas que podemos encontrar por los escenarios o pagando también a un mecánico. La moto recibe daño cada vez que ejecutamos mal algún movimiento al saltar o cuando chocamos con lugares, pero sobre todo cuando sufrimos algún ataque por parte de infectados o por grupos de enemigos que han optado por vivir alejados de los campamentos.

El mundo de Days Gone se encuentra siempre bastante vivo. El juego muestra en su menú un contador que indica los días que han pasado desde que la epidemia comenzó y este avanza debido a que el juego cuenta con un ciclo día/noche que transcurre en todo momento. Durante el día, destaca la presencia de errantes, que pueden tender alguna que otra trampa para atacarnos o que se encuentran en cualquier lugar. Además, si atacamos nidos de infectados, donde duermen estos seres, veremos que hay más durante el día durmiendo que durante la noche, duqneo estos son más fuertes y aparecen en el exterior con mayor frecuencia.

También destaca la posibilidad de que la meteorología cambie en cualquier momento. Si bien puede hacer sol o llover en cualquier momento, también puede ser que apreciamos una nevada cuando menos lo esperamos. Poco a poco estaremos sumergidos en el mundo post-apocalíptico que finalmente se aleja de lo que estamos acostumbrados y nos conquista con su encanto particular.

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Evolucionando a lo largo de la aventura

Para sobrevivir al salvaje mundo de Days Gone, Deacon se desenvolverá con el paso del tiempo. El protagonista puede contar con un arma de mano (una pistola de 9mm por ejemplo), una principal (una SAF) y una especial (una ametralladora). Estas pueden variar conforme encontremos más y utilicemos los depósitos de armas y las tiendas de los campamentos. También destaca la posibilidad de utilizar un arma cuerpo a cuerpo que encontremos o el cuchillo que nunca desaparece de las manos de Deacon. Otra opción, muy válida en numerosas ocasiones antes de llamar la atención de todos los enemigos, es apostar por el sigilo.

Objetos arrojadizos, distracciones, trampas y elementos médicos también pueden ser utilizados en cualquier instante para la supervivencia. Las mejoras se adquieren en algunos puestos de los campamentos y la posibilidad de elaborar objetos siempre estará presente cuando reunamos los materiales necesarios para ello. Siempre hay que tener el cuidado de no malgastar la munición y los objetos o complementos, pues en cualquier momento podremos ser atacados por vivos o muertos.

Tras superar misiones Deacon suma experiencia, que al acumularse se premia con puntos de habilidad. Existen tres tipos de habilidades: cuerpo a cuerpo, a distancia y supervivencia. El primer tipo sirve para mejorar el combate directo, mientras que el segundo se asocia a las armas. En cambio, las habilidades de supervivencia se asocian a diferentes destrezas, como poder conseguir una mayor cantidad de carne a raíz de animales, otro de los peligros que acechan los escenarios.

Por último, al superar sitios de investigación de NERO obtendremos unas inyecciones cuya mejora podemos escoger entre salud, resistencia y concentración. La mejora de salud aumenta la vitalidad máxima de Deacon, mientras que la resistencia es un medidor que permite al personaje correr durante más tiempo y permitirse movimientos como deslizarse. Por su parte, la concentración permite ralentizar el tiempo unos segundos mientras usamos un arma.

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Todo lo que hay por hacer

La duración de Days Gone es extensa. Tal y como se plantea su campaña principal, al ser en un mundo abierto con tanto por hacer es difícil calcular con exactitud su longitud. No obstante, desde Bend Studio se estima de manera acertada una media de 30 horas, recordando que hasta seis pueden ser de cinemáticas, ya que el juego abunda de escenas así como de conversaciones que pueden llegar a omitirse con el fin de ahorrar tiempo. A pesar de narrarse como una historia lineal y algo pausada, el juego cuenta con algún giro de guión que cambiará la situación de Deacon por completo a lo largo de su aventura.

Con un mapa de gran extensión, que cada vez se amplía más, contaremos con misiones de todo tipo, siendo algunas de ellas repetitivas al tratarse de rescatar a algún personaje, buscar un objeto, infiltrarte sin que te vean durante una investigación... No obstante, existen misiones más puntuales y atractivas, que nos sumergen de lleno en el mundo post-apocalíptico, ya sea por los infectados o por los savajes errantes. Por su parte, los flashbacks con Sarah son más pausados, relajantes, mientras que las misiones con compañía suelen acabar siendo más entretenidas y únicas.

Entre los encantos de Days Gone destaca apreciar un mundo vivo y cambiante en el que en cualquier momento se puede desarrollar un enfrentamiento entre errantes e infectados gracias a los eventos emergentes, donde también destaca la posibilidad de encontrarnos a una persona solitaria con nuestra ayuda requerida. También destaca los diferentes tipos de infectados, pues lo hay estándares, incluidas hordas compuestas de decenas de ellos, niños e incluso otros tipos como la gritona, quien atrae de inmediato a un buen número de enemigos. Más allá de la historia principal, Deacon puede explorar un mundo abierto en continua expansión en donde destacan:

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No es un juego de zombies más

Days Gone no es un juego de zombies más. Con unas bases que podrían parecer bastantes conocidas y tratadas en el pasado, el juego consigue hacerse único y poco comparable con otras superproducciones como The Last of Us. Un gran mundo abierto rico en contenido variado, una historia con diferentes tramas, unos campamentos en los que las misiones secundarias premian con experiencia y confianza, y diferentes puntos fuertes como el uso y mejora de la moto o el peligro constante de una inteligencia artificial variada entre infectados, emboscadores y otra clase de enemigos, hacen de la obra una propuesta imprescindible en lo que llevamos de año.

A priori, los mayores fallos del juego residen en su rendimiento. No obstante, de lanzamiento el título cuenta ya con un par de actualizaciones que mejoran su funcionamiento. Caída de frames en momentos de velocidad con la moto, una lenta carga de texturas en algunos escenarios o personajes, e incluso congelación de la consola, han sido vividos durante el análisis del juego. Se trata de fallos que acaban haciéndose menores y fácilmente eliminables con parches, por lo que el juego se acaba disfrutando por igual.

Days Gone demuestra que los videojuegos para un solo jugador siguen teniendo cabida en PlayStation. Aunque su historia, traducida y doblada a un perfecto español, cumple gracias a la intriga alrededor de los personajes, se hubiera premiado un ritmo más acelerado. Los amantes de los mundos post-apocalípticos pueden apostar de lleno por el título, que entra dentro del catálogo de las grandes aventuras de PS4.

Con tres niveles de dificultad para todos los gustos, quienes nos sean seguidores de los zombies también pueden animarse a probar la aventura, pues el listado de exclusivos de PlayStation se incrementa este 26 de abril con una obra extensa, variada, entretenida y hostil.