Análisis Dark Void

Jugabilidad

Dark Void poseé una diferencia muy marcada entre la pericia requerida en las escenas de acción terrestre y la habilidad a la hora de manejarnos en el aire. Empezaremos con comentar la primera. En tierra, el manejo de William no dista demasiado del perfil de otros shooters en tercera persona como Gears of War o Uncharted , es decir, la cobertura es vital para atravesar airoso los escenarios repletos de enemigos. La baza de este juego reside en la originalidad de llevar el concepto al plano vertical. Gracias a nuestra mochila propulsora, los tiroteos adquieren una perspectiva bastante fresca.

Los combates verticales se convierten en, desde mi punto de vista, la mejor característica del juego y también la más divertida ya que, una vez regresamos a la ordinaria perspectiva horizontal, los combates no aportan nada nuevo. Cuando el número de enemigos es reducido, nos sorprenderemos recurriendo constantemente al ataque cuerpo a cuerpo ya que resulta, paradójicamente, en la manera más sencilla de encargarnos de nuestros enemigos antes de recurrir a las armas. Unas armas, por cierto, que no forman parte de un catálogo demasiado extenso y hay algunas con presencia testimonial. Vamos, de relleno.

El desarrollo del juego y la simplicidad de los enemigos no invita a usar otras armas más que las básicas, eso sí, mejoradas gracias a los tecnopuntos que obtendremos de nuestras victimas.

Cuando William esta en el aire, cambiamos de deporte. Ahora los enemigos serán platillos volantes y otras ardides tecnológicas voladoras que buscaran borrarnos del cielo. Si estáis familiarizados con Crimsom Skies u otros juegos como Blazing Angels, entenderéis la mecánica enseguida. Desgraciadamente las escenas aéreas no tienen la dedicación de un título exclusivo en el genero y quedan como un complemento bastante pobre, sobretodo teniendo en cuenta la ya mencionada monotonía de los escenarios.

La posibilidad de secuestrar naves enemigas en el aire es un concepto muy potente pero no lo llevan a implementar de manera del todo convincente. Todo se queda reducido a una serie de quick time events que pierden su gracia a partir de la segunda nave secuestrada. Hasta el final del juego, en el enfrentamiento con el "jefe" final no tendremos un aire de frescura en esta clase de escenas.  La transición entre modos de vuelo,  por ejemplo para iniciar un aterrizaje en una batalla terrestre, peca de tener demasiada inercia y es difícil de estabilizar nuestra posición en el aire.

Por último, cabe mencionar la dificultad ajustable del juego. No es que se trate de un título excesivamente difícil pero, si estamos atascados en algún pasaje, tendremos la opción de alterar la dificultad en las opciones del juego en cualquier momento.

Conclusión

Un ejemplo de libro de texto de lo pernicioso que puede ser el hype. Dark Void pasará a la historia por ser uno de los juegos que más rápido han visto caer el valor de su precio en las estanterías de las tiendas, fruto de las malas críticas ganadas a pulso. A pesar  de todo, su corta duración lo hace ideal para matar tardes tediosas.