Cómo entrenar a tu dragón 2: Dragones en los videojuegos

Aliados fuera de lo común

Y es que si tenerlos como enemigo es para echarse a temblar, de la misma manera tenerlos como aliado es lo más reconfortante que nos puede suceder. Vemos un poco ambas caras en la saga 'Super Mario', donde hay muchos enemigos dragones (aunque algunos pecan de simpáticos) y otros que tienen características de los mismos, como el mismo Bowser y sus bolas de fuego. Pero también los tenemos de nuestro lado, como Plessie o el propio Yoshi, quien se ha identificado muchas veces como una mezcla de dragón y dinosaurio.

La superioridad aérea se multiplica por 100 si está provocada por un dragón, ¿no creéis?

Más fiera era la dragona de 'Drakengard', la trilogía de Square Enix para sistemas PlayStation donde el guerrero Caim se aliaba con uno de estos seres. Gracias a esta unión, podíamos llevar a cabo batallas terrestres del tipo hack'n slash, y luego elevarnos al cielo para realizar estos combates en las alturas. Caim y la dragona combaten juntos en esta batalla por un pacto, aunque en realidad forman parte de dos sociedades enfrentadas. Caim los odia por haber acabado con su familia. Sin embargo, forman una pareja de batalla imparable.

Mucha más amistosa era la relación entre Keil y su dragón en 'Panzer Dragoon', shooter sobre raíles que Team Andromeda lanzó inicialmente para Saturn y más tarde de forma multiplataforma. Keil luchaba contra la tiranía de un Imperio opresor, y gracias a su dragón era capaz de recorrer diversos escenarios eliminando a otros enemigos alados y derrotando a enemigos finales muy poderosos. Lo último que hemos visto de esta franquicia es su sucesor espiritual, 'Crimson Dragon', para la nueva Xbox One. Controlar a un dragón con Kinect no está nada mal.

El innovador 'Lair' no recibió el éxito que a Factor 5 le hubiera gustado.

El dragón de Lair engulló a Factor 5

También apostaba por esta fórmula el videojuego 'Lair', en este caso exclusivo de PlayStation 3. El título de Factor 5 nos ponía en la piel de Rohn Partridge, un jinete de dragones que luchaba en una guerra fantástica. Llevabamos a cabo misiones concretas para eliminar ciertos objetivos y enemigos, con la posibilidad de luchar en el aire y también descender con nuestro dragón y derrotar enemigos terrestres. Por desgracia, el poco acertado uso del sensor de movimiento del sixaxis, necesario en un principio para jugar, lastraron un juego correcto en lo técnico. Los palos de la crítica fueron dolorosos, pero más el fracaso económico, que fue en parte culpable del cierre de Factor 5.

Con esta lista queda claro; si quieres sentirte seguro, pon un dragón en tu vida. Y si puedes domarlo y montarte en él, mucho mejor, qué duda cabe.