Análisis Cars 2: El videojuego

El título peca en exceso de ser altamente sencillo, es obvio que está enfocado hacia los más pequeños de la casa y muestra de ello es la manera en la que se pone en práctica la forma de competir: Con R aceleramos y con L frenamos, el resto es llevado automáticamente sobre raíles teniendo solo que estar pendientes de cambiar de carril en el momento adecuado para no “comernos” una grúa o un árbol. Esta cámara superior funciona a la perfección en el modo para varios jugadores dotando de tensión a los momentos en los que competimos contra nuestros amigos y asegurando algunas risas; pero en cambio para el singleplayer hubiera sentado bastante bien algo más parejo a lo que pueden ofrecer otros juegos del género de la conducción con una vista más cercana del coche.

En lo que respecta a la IA esta se muestra equilibrada en cada uno de sus niveles de dificultad según nuestra pericia al volante y como ya comente anteriormente en el apartado multijugador, el juego “premiará” al que vaya en última posición y penalizará al primero reduciendo su velocidad por ejemplo; todo con la premisa de que hasta el último segundo haya emoción.

Los objetos que vayamos encontrando durante cada una de las carreras son junto a los coches otros de los grandes protagonistas, desde metralletas hasta escudos y blindajes, saltar para evitar los obstáculos o empujar a los rivales para sacarlos de la pista, todo ello al más puro estilo Mario Kart o Crash Team Racing. Tendremos la posibilidad de llegar a juntar hasta cuatro objetos especiales repartidos por el escenario de tal manera que una vez coleccionados presionando el botón adecuado convertir nuestro coche en una máquina imparable ya que tendremos vulnerabilidad y un aumento en nuestra velocidad, todo ello por un tiempo limitado.

En lo que respecta a los escenarios se echa en falta algo más de variedad ya que 16 circuitos se antoja algo corto de primeras y una vez competimos en ellos apenas notaremos las variaciones realizadas en unos u otros.

Apartado técnico

Cars 2 no pasará a los anales de la historia como el juego más puntero de PSP pero tampoco son esas sus intenciones, el juego cumple gráficamente sin más. Los escenarios se muestran coloridos y llenos de pequeños detalles; al igual que los coches sin duda los grandes protagonistas del juego. Todos y cada uno de estos están genialmente caracterizados de la misma manera que lo harían en la película pudiendo ver antes de la carrera como gesticulan.

Una vez en la pista el juego funciona a la perfección, no encontramos ni el más mínimo ápice de ralentizaciones; tan solo algo más de sensación de velocidad le hubiera sentado bien aunque no sabemos hasta qué punto ya que en determinados momentos al estar sobre una vista isométrica ciertos objetos o edificios del escenarios nos dejarán vendidos completamente si vamos demasiado rápido haciéndonos perder posiciones o bien estrellándonos contra algo.