Análisis Call of Duty: Black Ops 3

El Call of Duty más completo hasta ahora

Treyarch está de vuelta, y esa es una gran noticia para los aficionados a la saga 'Call of Duty'. Una vez la sombra de Infinity Ward, los californianos han conseguido crear su propio estilo e identidad dentro de la franquicia, siendo los padres del modo zombis por oleadas, además de poner su sello a algunos de los mapas mejor diseñados de la franquicia hasta el momento. 'Advanced Warfare', la entrega de 2014 ha supuesto una ruptura casi total con los cánones de 'Call of Duty' por introducir una nueva movilidad muy ambiciosa (quizás demasiado) que no dejó contentos a todos los jugadores. Treyarch ha analizado los puntos fuertes de esta nueva jugabilidad con exotraje y la ha sabido adaptar a su 'Black Ops III': saltos más cortos, para no perder la esencia de siempre, pero nuevos movimientos que sin duda cambiarán la forma en la que jugamos.

El contexto que rodea a esta tercera parte nos lleva a la segunda mitad del siglo XXI, con una humanidad que ha abrazado los aumentos en los humanos, sobre todo en cuanto a soldados se refiere. Debido a la proliferación de las inteligencias artificiales, la infantería humana se ha quedado en un segundo plano respecto a los resistentes robots de combate, por lo que los soldados han tenido que pasar por quirófano para convertirse en mejores máquinas de guerra, con aumentos tanto por fuera como por dentro. Gracias a la nueva tecnología y a las conexiones neuronales, los pelotones de soldados vuelven a ser una pieza fundamental en los conflictos, precisamente en un momento en el que las naciones del mundo se vuelven a dividir en dos bloques, teniendo lugar una segunda Guerra Fría.

Un futuro de soldados aumentados

Comenzando a hablar del modo campaña, uno de los tres pilares de esta nueva entrega, comentar que 'Black Ops III' nos ofrece el más largo hasta el momento en la saga 'Call of Duty', siendo su principal novedad el hecho de que los enemigos scriptados hayan dejado paso a bots que hacen uso de una IA dinámica: ahora los combates son menos previsibles. Sin desvelar nada de la trama que nos vamos a encontrar, decir que en líneas generales nos ha parecido demasiado enrevesada para lo que creemos necesario en un juego de acción; se echa mano de demasiadas cinemáticas y conversaciones que en cierta manera restan algo de frenetismo. El desarrollo de la trama es prometedor al principio, pero va en decadencia con el paso de las misiones y se hace bastante repetitivo, sobre todo a nuestro juicio por una duración excesiva.

Su principal valor por otra parte es su rejugabilidad y las diferentes maneras en las que la podemos encarar, bien sea en solitario o acompañados de otros tres jugadores gracias a su modo cooperativo. Su rejugabilidad se basa principalmente en la recolección de numerosos coleccionables que vamos a encontrar repartidos por todos los niveles, el modo Pesadilla, que se desbloquea tras acabar la campaña, y sobre todo en la personalización de nuestra experiencia gracias a los tres árboles de habilidades que vamos a poder desarrollar.

Estos tres árboles, Caos, Control y Marcial, nos permiten desarrollar nuestro personaje enfocándolo en diferentes aspectos de la batalla del futuro; poner hincapié en manipular los robots y drones que tendremos en frente, crear la confusión absoluta en los sistemas enemigos o convertirnos en una máquina de ataque devastadora. Solo están disponibles para el modo campaña y lo cierto es que aportan cierta variedad de soluciones para acabar con los rivales más allá de apuntar y pulsar el gatillo; los enemigos son muy duros, por lo que no nos vendrá nada mal esta ayuda extra. Estas nuevas habilidades se combinan los nuevos movimientos de nuestro jet-pack, que detallaremos más adelante.

El centro neurálgico del modo campaña serán los nuevos búnkeres (que por cierto se pueden personalizar), pisos francos donde nos podremos mover, personalizar a nuestro gusto y que servirán de sala de espera para acceder a las misiones, bien sea solos o con amigos, que también podrán acceder a ellos. Desde aquí por ejemplo podremos acceder a un terminal que nos abrirá paso a un divertidísimo minijuego de oleadas ('Dead Ops Arcade'), personalizar nuestro arsenal, mejorar nuestras habilidades o desbloquear nuevo contenido con la experiencia que ganemos en las misiones. Es un pequeño gran detalle que denota el mimo que Treyarch le ha puesto a esta nueva entrega (se nota mucho el tiempo de desarrollo empleado).

Por otro lado nos hemos encontrado con un diseño de niveles más abierto que de costumbre, con diferentes caminos por los que flanquear a los contrarios y especialmente pensado en el cooperativo, que podremos disfrutar con hasta otros tres amigos. Aunque es una novedad que se agradece, nos hemos encontrado con que la narrativa no se ha podido adaptar muy bien a la presencia de varios jugadores y el resultado no es tan bueno como nos hubiera gustado.

Un multijugador con lo mejor de ambos mundos

Por fin llegamos al multijugador de 'Black Ops III', sin duda la joya de la corona -con permiso del modo zombis- y donde Treyarch de verdad se ha lucido. Lo primero que notaremos es una jugabilidad totalmente rediseñada en cuanto a movimientos: no es 'Black Ops II', pero tampoco es 'Advanced Warfare'; estamos a medio camino entre el estilo más tradicional de correr y disparar de 'Call of Duty', pero con una nueva variedad de movimientos espectaculares que marcan la diferencia.

Ahora tenemos un jet-pack con un límite de potencia (mucho menos exagerado que usado en 'Advanced Warfare') que se autorrecarga y que tendremos que aprender a administrar. Con él podremos dar dobles saltos y llegar a zonas altas como ventanas, pero también podremos correr por las paredes durante un tiempo limitado y deslizarnos por el suelo fácilmente para cruzar esquinas a toda velocidad; en el HUD tendremos la barra que nos indicará el estado de carga del jetpack.

Lo cierto es que los nuevos movimientos marcan la pauta de cómo tenemos que movernos por los mapas, que por cierto están llenos de plataformas para que les saquemos todo el provecho. Disparar en plena carrera por la pared será todo un reto, pero el dominio de estas habilidades marcará nuestro futuro en el multijugador. Se ha logrado un balance muy interesante que seguro que contentará a aquellos que se quedaron con la idea de que 'Advanced Warfare' no era lo suyo.

Otra de las novedades más importantes en el multijugador de 'Black Ops III' es la introducción de hasta 9 especialistas, que simplemente son personajes jugables que cuentan con dos habilidades especiales que se cargarán en partida a medida que vayamos consiguiendo puntos. Desde poder atacar a los enemigos con un choque electromagnético hasta reventarles con flechas explosivas, las posibilidades son muchas y eso que al principio solo contamos con cuatro de ellos (los otros cinco habrá que desbloquearlos).

El multijugador está repleto de incentivos para no dejar de jugar; habrá que subir de nivel (costará más que nunca) para desbloquear a los especialistas, pero también para tener acceso a mejores armas y a los accesorios que las harán marcar la diferencia, además de camuflajes y atuendos para los personajes. En este sentido, el sistema de personalización funciona bastante bien, con un cupo de 10 huecos que habrá que rellenar con armas, accesorios, secundarias, equipo táctico y ventajas; como siempre todo ajustado para que lo tengamos muy difícil para elegir entre una configuración u otra.

Personalización hasta el extremo

Por otra parte nos ha encantado que se “democratice” la personalización en 'Call of Duty'. En esta ocasión tendremos a nuestra disposición un taller de pintura bastante completo donde podremos crear diseños de nuestras armas y compartirlas con la comunidad. Por otro lado, los camuflajes o los atuendos se podrán conseguir a base de completar desafíos dentro del juego, por lo que la sensación que deja el juego en este sentido es más amigable con el jugador, no obligándole siempre a pasar por caja.

Los 12 mapas de momento disponibles tienen impreso el sello de Treyarch. Están muy bien diseñados, con una zona central y diferentes pasillos o corredores a los lados y con unas dimensiones no demasiado grandes que animan los enfrentamientos cara a cara. Además de potenciarse las nuevas habilidades con diferentes alturas, también encontraremos en los escenarios zonas donde podremos nadar para atajar y sorprender a los enemigos. En cuanto a los modos, pocas sorpresas; no se ha innovado demasiado en este sentido, apostando por ser conservadores con lo que viene funcionando en los últimos años: Dominio, Baja confirmada, Punto caliente, Duelo por equipos, Buscar y destruir, etc. además de otros clásicos como Juego de armas. Las pocas sorpresas es quizás el único punto negativo que le podemos achacar al multijugador.

Llegamos a otra de las joyas de la corona cuando hablamos de Treyarch, el modo zombis; la tradicional variante de 'Call of Duty' de oleadas. Desde 'World at War', el estudio ha conseguido afianzar una idea un tanto loca en su concepción, pero de una influencia capital en la saga 'Call of Duty' y con legiones de fans detrás. Para esta ocasión el juego incluye el mapa 'Shadows of Evil' (además de un mapa extra para los que reservaran el pase de temporada), que se ambienta en los años 40, con cuatro nuevos protagonistas algo turbios. Un boxeador tramposo, un policía de dudosos procedimientos, una bailarina que hará lo que sea por lograr la fama y un mago carente de talento se ven inmersos en la enorme Mog City, plagada de zombis y nuevas y extrañas criaturas diseñadas para la ocasión. La narrativa no es una simple excusa para echarnos a correr delante de los zombis; está realmente cuidada, con un toque de cine negro muy convincente.

Los zombis más inspirados

'Shadows of Evil' cuenta con una espectacular ambientación y un mapeado enorme por explorar mientras corremos delante de hordas de enemigos deseosos de llevarnos de vuelta al principio (porque como sabéis, si nos matan a todos, volvemos a empezar). La dificultad sigue siendo legendaria y nos exige aprender en cada partida, encontrando nuevos caminos y trucos para conseguir acabar con tanto enemigo. Como novedad, nos podremos transformar momentáneamente en un monstruo de tentáculos para poder descubrir algunos secretos y abrir nuevas zonas para no quedar acorralados, además de poder hacer uso de máquinas de chicles que nos darán ciertas ventajas muy útiles en combate.

Además de sus modos campaña, multijugador o zombis, 'Black Ops III' también cuenta con otras incorporaciones muy interesantes, como el modo Vía libre, donde se nos plantean superar en modo contrarreloj varios niveles para llegar a dominar el nuevo sistema de movimientos. También nos hemos encontrado la vuelta del modo Cine, que seguro los amantes de grabar sus mejores partidas y compartirlas con el mundo sabrán valorar como se merece.

En lo técnico, 'Black Ops III' no sorprende por un apartado visual de quitarse el sombrero; simplemente cumple con la nueva generación sin demasiados alardes (a un nivel parecido al de 'Advanced Warfare'), reciclando un motor que ya está en las últimas; sin embargo sí que destaca en la estabilidad de imágenes. Como es costumbre en la saga el juego se mueve a unas sólidas 60 imágenes por segundo, una tasa a prueba de bombas que sobre todo en su frenético multijugador se antoja imprescindible. Hemos analizado la versión de PlayStation 4, que parece estar un paso por encima en cuanto a nitidez respecto a Xbox One, y lo cierto es que en la consola de Sony la conexión en las partidas va realmente bien, sin lag alguno; no tenemos queja alguna en las primeras horas tras el lanzamiento. En cuanto a la versión PC, encontramos diferentes problemas de optimización y de estabilidad en su lanzamiento, además de unos requisitos técnicos algo elevados.

En el apartado sonoro, la banda sonora de Jack Wall nos ha parecido más que correcta, acompañando bastante bien a esta superproducción. Los efectos de sonido son impresionantes, tanto las ráfagas de las armas, que en líneas generales tienen personalidad propia, las explosiones, los ataques aéreos o el sonido de los nuevos jet-packs, habiendo además sitio para algunos guiños graciosos, como los efectos cuando subimos de nivel.

Treyarch sigue siendo un valor seguro

'Call of Duty: Black Ops III' no es perfecto: su modo campaña va de más a menos y su cooperativo podría haber dado mucho más de sí, pero el balance general es de un juego de acción sobresaliente, con una gran cantidad de contenido que deja en pañales a otros títulos de la serie y con un nivel de personalización muy profundo y atractivo. En nuestra opinión, en cuanto al multijugador, que es sin duda lo que más horas nos va a ofrecer, se ha logrado un balance perfecto entre innovación y tradición, con unos mapas divertidos y realmente bien diseñados, pero los destellos de Treyarch también se dejan ver, y mucho, con un modo zombis más grande y con más posibilidades que nunca. En definitiva, Treyarch apuesta por el balance sensato y la cantidad de contenidos, introduciendo innovaciones poco a poco a una fórmula que les funciona y que seguro seguirá vendiendo muy bien, viendo el nivel de diversión que puede ofrecer a los jugadores.