Análisis BOXBOY!

(3DS)

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Minimalismo plataformero para 3DS

Analizamos lo último de Hal Laboratory, un título minimalista que combina puzzles y plataformas

Plataforma analizada: Nintendo 3DS
15/04/2015 00:10
BOXBOY! se une al catálogo de Nintendo 3DS para ofrecer un título de innovadoras mecánicas que aporte frescura a un género bastante explorado. Hal Laboratory mantiene viva su esencia 35 años después y nos brinda un juego encantador a la par que simple que hará las delicias de muchos y dejará con la miel en los labios a otros tantos.
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Qbby, el hermano cuadrado de Kirby

De una bola rosa a un cuadrado en blanco y negro. ‘BOXBOY!’ aterriza en Nintendo 3DS poco después de su anuncio oficial de la mano de Hal Laboratory, los padres de Kirby y creadores de juegos como ‘Adventures of Lolo’ o ‘Super Smash Bros’. Este nuevo título se une al listado de juegos descargables de eShop para aportar un poco de frescura al género puzles que, unido a su componente plataformas, da como resultado un juego sencillo pero vistoso, poco espectacular pero encantador.

El protagonista de esta pequeña historia es Qbby, una cajita que posee la habilidad de multiplicarse - más adelante os hablaremos un poco más sobre el dominio y la utilidad de su propio cuerpo - para superar las adversidades impuestas por las fases. 'BOXBOY!' presenta una mecánica la mar de simple a la par que entretenida, que a nuestro juicio podía haber añadido mucha más sustancia al título, ya que la variedad de ideas presentadas durante del desarrollo del juego parecen haber sido algo desaprovechadas.

Nos cercioramos de ello a medida que recorremos cada una de las casi 150 fases repartidas en 20 mundos. El objetivo en cada una de ellas es lograr alcanzar la puerta que nos conduce a la siguiente. Recolectar las coronas que podemos encontrarnos en las fases es una opción que añade algo de dificultad a la aventura, y que además reportará una especie de créditos extra canjeables en la tienda disponible en el juego.

BOXBOY!

Multiplicando nuestro cuerpo

Las habilidades de nuestro protagonista pasan por multiplicar su cuerpo y usar su nuevo aspecto o las formas que seamos capaces de crear para afrontar las situaciones, ya sea protegerse de rayos láser, crear una pasarela para alcanzar un determinado punto o un gancho con forma de L para llegar a un saliente. Pero además podremos serpentear por callejones, usar nuestras creaciones para interactuar con mecanismos como interruptores, puntos de adherencia, bloques en movimiento e incluso jugar con la propia gravedad.

Ahora bien, cada habilidad o nueva mecánica introducida en el juego se va interiorizando de una manera excesivamente paulatina, puesto que cada uno de los mundos trata un aspecto en concreto. Por ello, a ‘BOXBOY!’ le cuesta arrancar y presenta una curva de dificultad poco pronunciada que solamente en los compases finales del juego logra agradarnos. El formato adoptado por Hal Laboratory produce la sensación de vivir atrapados en un constante tutorial, ya que, desafortunadamente, el título tampoco sabe combinar los múltiples elementos que nos vamos encontrando durante su desarrollo. De nuevo, solamente en los últimos mundos ‘BOXBOY!’ lanza un amago de convertirse en un título más profundo que nos obligue a estrujarnos durante unos buenos minutos los sesos.

La “dificultad” de las fases viene dada por el número de veces que Qbby puede multiplicar su cuerpo.

La “dificultad” de las fases viene dada por el número de veces que Qbby puede multiplicar su cuerpo. Además cada fase muestra un contador total de cajas a utilizar para lograr adquirir las coronas; si nos excedemos del número dichas coronas se harán añicos, teniendo que volver a repetir el punto de la fase donde nos encontremos gracias al reinicio rápido - podremos hacerlo tantas veces como queramos pulsando L+R – o reiniciando por completo el nivel. Por último, si alguna fase se nos atraganta, podremos utilizar monedas de juego para obtener una pista que nos ayude a avanzar.

BOXBOY!

Personalización y retos

‘BOXBOY!’ no se termina ahí. Con los créditos conseguidos en las fases podremos desbloquear todo tipo de contenido en la tienda del juego: desde accesorios para Qbby - como un casco de guerrero o un atuendo que lo convertirá en un auténtico rapero - a la música del juego, los manuales explicativos de las diferentes habilidades o lo mejor de todo: los retos.

Divididos en dos clases, los retos son una especie de desafíos de habilidad que añaden algo de profundidad y ponen el toque de complejidad al título de Hal Laboratory. En los retos de tiempo el objetivo consiste en recorrer las diferentes fases dentro de un tiempo límite, por lo que nuestra capacidad para afrontar los puzles se verá limitada por el crono. Por su parte, los retos de puntuación sitúan a Qbby en una fase plagada de objetos que deberemos ir recogiendo para lograr la puntuación establecida.

Cabe decir que el juego posee función de Miiverse, algo que siempre es de agradecer y más para esas situaciones que requieren algo de ayuda por parte de la comunidad. Además, desde el propio juego también es posible enviar una pequeña demo del juego a un amigo que posea una Nintendo 3DS. Todo un detalle.

BOXBOY!

‘BOXBOY!’ es capaz de labrarse su propia personalidad y destacar gracias a su sencillo aspecto, pese a utilizar únicamente los colores blanco y negro. Aspectos como las animaciones introducidas, la música que ameniza nuestra aventura y las pequeñas escenas que entrelazan el avance entre algunos de los mundos son buena muestra del encanto que atesora esta producción minimalista, que logra hacerse un pequeño hueco entre los descargables de eShop gracias a las dosis de ingenio y cuidado que Hal Laboratory ha puesto en él. 

'BOXBOY!' está disponible en la Nintendo eShop a un precio de 4,99€.

7

Lo mejor

Esencia Hal Laboratory

Diseño y encanto

Retos de habilidad

Lo peor

La curva de dificultad no convence

Desaprovecha la combinación de sus mecánicas

Le cuesta arrancar

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