Así son las HBM, las nuevas memorias gráficas de AMD

Memoria de gran ancho de banda

HBM son las siglas de High Bandwidth Memory, o lo que es lo mismo, memoria de gran ancho de banda. Hasta su implementación en este nuevo modelo de GPU diseñado por AMD, la memoria más rápida ha sido la GDDR5. Bueno, sin contar el experimento de Maxwell que tan bien le ha salido a Nvidia con la Titan, llegando a superar los 600 Gbits/S. Con un máximo normal de 384 Gbits/s, la memoria GDDR5 ha sido la opción más usada en los últimos años por Nvidia y AMD gracias a su alta velocidad de transmisión de paquetes de datos. Su implementación llegó en el año 2008 con el lanzamiento de la HD 4870, siendo AMD la primera en usarla en las GPU’s y la primera en decirle hasta otra, al sustituirla por la HBM en el modelo R9 Fury X. Su implementación en este auténtico bicharraco no es solo para ver cómo es capaz de mejorar el rendimiento de un PC a corto plazo.

Muchas compañías (tres en concreto, puede que cuatro con Nvidia) van a estar muy atentas a su desarrollo. AMD ha sido la primera en dar un salto evolutivo en el tema de la memoria visual con una apuesta tan arriesgada y tan interesante para mejorar el potencial de una GPU como lo es la implementación de la V-RAM HBM. Como hemos comentado, el modelo seleccionado por AMD para hacer uso de esta memoria es la R9 Fury X, llegando a ofrecer un ancho de banda de 512 Gbits/s. Aunque no es muy destacable, hay que añadir que es la primera GPU doméstica en usarla y poder ofrecer un ancho de banda que cumple con las pruebas realizadas. Esto ya no son benchmark para inflar la supuesta potencia del producto, esto ya es realidad. Ahora solo falta que las compañías desarrolladoras de juegos sepan sacarle partido en los proyectos que realicen para PC.

La memoria HBM destaca por corregir uno de los problemas más gordos que ha presentado la GDDR5 durante su largo reinado. Esta memoria gráfica sufre en exceso de un serio problema de altas latencias, el cual es contrarrestado en cierta medida por la potencia de las GPU’s más actuales. No obstante, es un problema que está presente  y que no tiene solución salvo que se trabaje en una evolución. Para eso ha llegado la memoria HBM, para que el problema de la alta latencia y sus efectos dejen de minar a los desarrolladores. Con esta memoria, el cuello de botella que antes sufrían debería quedar aparcado, siempre y cuando los desarrolladores hagan su trabajo de forma fehaciente y sin tomar el clásico atajo de portear a lo bruto y sin adaptarse a las capacidades de un PC. Véase el caso de 'Batman: Arkham Knight', donde la obra de Rocksteady sufre los síntomas de un trabajo deficiente.

Rumbo a consola

Primero en PC, y luego si resulta una gran mejora respecto a lo anterior, poner rumbo a la consola. Así ha ido evolucionando el mundo de las plataformas de juego dedicado desde su concepción. Tipo de memoria, almacenamiento, formato de lectura, arquitectura, forma de programar… Cada paso dado por una consola ha ido aproximándola un poco más al estilo que viste el PC. Si nos paramos y miramos detenidamente a PlayStation 4 y Xbox One vemos como estas plataformas son, salvando las distancias, un PC camuflado. La misma arquitectura, componentes que bien podrían estar en un PC de sobremesa o portátil, HDD, servicios en línea, memoria RAM… Una consola puede compartir un 90% de similitud con un PC. Como esto va de memoria RAM, vamos a centrarnos en ellas. No es las que llevan las actuales consolas de Sony, Microsoft o Nintendo, sino en la que podrían llevar sus sucesoras.

Aunque todavía es pronto para hacer cábalas, la posible implementación de la memoria HBM en las futuras consolas va estrechamente ligada al rendimiento conseguido en un PC a corto plazo. Si la R9 Fury X demuestra que la memoria HBM supone un salto cualitativo y cuantitativo respecto a lo ya conocido, podemos estar ante la última vez que veamos la implementación de las memorias DDR3 y GDDR5 en las consolas. Usadas por Xbox One y Wii U en el caso de la DDR3, y por PlayStation 4 en el caso de la GDDR5, ambas memorias siguen sirviendo al propósito para el que fueron creadas. No obstante, la evolución es el fin de algo viejo y el comienzo de algo completamente nuevo. Además, se da la circunstancia de que AMD es la proveedora del hardware que montan PlayStation 4, Wii U y Xbox One, por lo que la probabilidad es más alta.

AMD, al ser la primera en implementar esta memoria en su nueva GPU, podría ser el principal baluarte a la hora de llevarla a las consolas de novena generación. Por supuesto, para que se pueda dar este caso, los chicos de Sunnyvale tendrán que demostrar las capacidades de esta memoria y si de verdad es capaz de eliminar por completo el cuello de botella. Matizar un punto. En el caso de las consolas, estas suelen apostar por una memoria unificada. Lo bueno de esto es que es más barato, ya que tienen una sola memoria para todo el sistema. Lo malo es que, dependiendo del tiempo de memoria, uno de los dos cerebros de la máquina funcionará mejor o peor. En la actualidad, la memoria HBM está destinada a la GPU y no hay noticias de que pueda funcionar correctamente en la CPU. Para eso ya existe la memoria RAM del tipo DDR4.

Podría abrirse de nuevo el eterno debate de si las compañías ensambladoras deberían ofrecer en sus consolas dos tipos de memoria para según qué componentes. La memoria DDR3-4 es el complemento perfecto para el buen funcionamiento de la CPU gracias a sus bajas latencias. No se puede decir lo mismo para las tareas GPU, donde este tipo de memoria necesita un impulso extra debido a su bajo ancho de banda. Compañías como Microsoft y Nintendo han optado por una memoria alternativa. En el caso de Nintendo, su implementación ha sido muy diferente. Sony ha tirado a lo fácil con la GDDR5 para todo el sistema, pero no es lo idóneo para conseguir un funcionamiento equilibrado. Para futuros sistemas la mejor opción es memoria doble, algo que influiría en el precio... ¿Cuánto? Eso sólo lo dirá el tiempo.

Un futuro por labrar

La memoria HBM tiene todavía un largo camino por recorrer. El primer escollo que tienen que salvar AMD y esta nueva memoria es conseguir que en el mundo PC pueda labrarse un nombre. El problema que tiene es que es un mundo muy cambiante y cuya evolución es más rápida de lo que estamos acostumbrados a ver en otros sectores. Darwing se sentiría abrumado con ello. La memoria HBM implementada por AMD en la R9 Fury X podría quedar opacada en muy poco tiempo si Samsung, Hynix, Nvidia o cualquier otra compañía se pone las pilas para intentar superar las especificaciones de la HBM. He dicho podría, por ser respetuoso con AMD la verdad. Lo harán sin ninguna duda, sobre todo Nvidia. Los chicos de Santa Clara no se están quietos ni un solo momento. El salto a consola de sobremesa podría ser una buena opción para hacer perdurar esta nueva memoria de alta velocidad y demostrar que con nuevas evoluciones podría convertirse en un estándar.