Nuevo personaje desbloqueado: Will Wright

Y la lió. Vaya si la lió. Ambos se pusieron a trabajar y crearon un nuevo SimCity 3000, que no era en 3D (continuaba con la vista isométrica) pero si que aumentaba considerablemente el nivel de resolución respecto a su antecesor, además de añadir muchos otros detalles como Sims tomando las calles, manifestándose y, en definitiva, haciendo vida. El juego tuvo un notable éxito y sirvió para que Maxis volviera a asomar la cabeza como desarrolladora líder. Engalanaron a SimCity 3000 con diversas actualizaciones, incluso una de ellas incluía ciudades prefabricadas entre las que se encontraba Madrid. Pero ese no fue ni mucho menos el punto álgido de la recuperación de Maxis. Año 2000, un año marcado a fuego en la historia del PC. Will Wright lanzó su producto estrella: Los Sims. Este simulador social, basado en la fórmula de SimCity pero llevado a la vida doméstica de nuestros Sims. Al principio le costó arrancar en ventas, pero en poco tiempo fue la locura total y se convirtió por méritos propios en uno de los juegos mas vendidos de toda la historia del PC. Explotaron al máximo este juego con diversas expansiones que tuvieron una acogida asombrosa, así como una versión online que pasó bastante desapercibida por las tiendas de videojuegos. Pero Wright había creado un hito, y mereció todos los elogios y premios que recibió en aquella época y hasta el día de hoy por este triunfo.

Se dedicó en cuerpo y alma a la saga de Los Sims hasta que, en el E3 de 2005, anunció Spore. Se trataba de un simulador de vida, donde teníamos que evolucionar a seres unicelulares hasta que lleguen a dominar el universo. Por supuesto, podíamos editar a nuestros pequeños monstruitos a nuestro antojo. Por así decirlo, Spore era una especie de editor de personajes gigantesco. Sin duda la idea fue novedosa y vendió suficientemente bien, pero muchos medios no entendieron el producto y las críticas fueron, en ocasiones, feroces. Will Wright abandonó Maxis no hace mucho para embarcarse en una nueva aventura que irá más allá de la creación de videojuegos.

Se trata de "Stupid Fun Club", una empresa creada por él y que pertenece también en parte a Electronic Arts, donde el creativo se dedicará a fabricar ideas novedosas para ser aplicadas en nuevas formas de entretenimiento, ya sea en videojuegos, televisión o lo que sea. Un proyecto interesante, sin duda. Además de dedicarse a esto, Will Wright sigue teniendo una fuerte afición por la robótica, y compite junto a su hijo creando robots caseros y participando en concursos. Esperemos que no abandone del todo el mundo de los videojuegos, pues solo él ha sido capaz de lograr algo que nadie esperaba que fuese posible: crear juegos que no son competitivos, tan solo divertidos. Esa ha sido su fórmula para llegar a todos los públicos y dejar su huella en la historia de nuestro hobby favorito. Fuentes| 1|2|3