Fotorreportaje de la Edición Coleccionista de The Elder Scrolls V: Skyrim

Lo primero que llama la atención una vez que uno recibe el paquete en casa es la caja que trae el señor de Seur. La caja es lo que podríamos catalogar de "bastante grande". Acostumbrado a decepciones anteriores frente a enormes caja de cartón (es costumbre por parte del señor de Seur jugar con nuestros sentimientos y traer cajas obscenamente grandes) no me hago demasiadas ilusiones y navaja en mano empiezo a quitar cinta adhesiva para sacar a la luz la caja real de la edición coleccionista. Primera sorpresa. El señor de Seur no se estaba columpiando conmigo. La caja de la edición coleccionista cabe a lo justo dentro de la caja de la entrega. Por lo tanto, primera conclusión: "La caja de la edición coleccionista es enorme".

La caja viene decorada por una cubiera exterior de cartón con imágenes del juego. Una vez retirada la cubierta podemos comprobar que la edición viene realmente bien protegida. La caja no solo es grande también es dura.

La parte superior de la caja viene dominada por una única etiqueta donde se nos indica el contenido de la caja. De igual modo se explicita que tanto las voces como los textos del juego vienen en un perfecto ingles. Pequeño handicap para aquellas personas que no dominen la lengua de Shakespeare, pues no he conocido a nadie con esta edición que disponga del juego en castellano.

Antes de abrir la caja me sorprende encontrar un CD con algunas canciones extraidas de la banda sonora original del juego. Esta es la primera (y única) decepción que he tenido con esta edición. Sólo 5 temas de la banda sonora del juego. Para poder disfrutar de la banda sonora al completo tocará esperar y Bethesda seguro que no nos decepcionará. En todo caso no dudé en poner el tema central del juego y continuar encontrando sorpresas dentro de la caja. Lo siguiente sin duda compensó.