Pre-Análisis Nuestros primeros días en 'Animal Crossing: New Leaf'

Día 1: mi llegada al pueblo

Me presento... Soy Álvaro y para mí comienza un nuevo día, el primero de esta vida en 'Animal Crossing: New Leaf'. Me encuentro en un tren dirección a, ¿dónde? Fran, el gato, nos ayudará a escoger nuestro destino, en mi caso el pueblo Castilla. Desde luego, no esperaba que pudiera elegir entre cuatro destinos distintos.

"Emmm… creo que te equivocas."

Tras una amena charla con Fran llegamos a Castilla. Para mi sorpresa me recibe una perra llamada Canela que asegura que soy el nuevo alcalde de Castilla. Cinco minutos y tres negativas después, acepto a regañadientes el cargo y los vecinos aplauden a su nuevo regidor.

Mi primer acto como alcalde será plantar un arbol en la plaza de Castilla. Resulta muy emocionante el momento y lamento mucho no haber sabido como tirar una bonita foto para el recuerdo. Creo que va siendo hora de contruir un hogar en este pueblo.

Canela, mi secretaria, me recomienda que vaya a ver a alguien cuyo nombre me suena de algo, Tom Nook. Es el dueño de una inmobiliaria que se encuentra a las afueras de Castilla y me ha asegurado que puede conseguirme una bonita casa al precio competente de 10.000 bayas.

Tendré que poner unas cuantas flores para dar presencia a mi tienda de campaña, ¿no?

Tras una rápida visita, el susodicho se encuentra emocionado de construirme una casa, supongo que el brillo de la avaricia en sus ojos tiene algo que ver. Escojo el sitio que más me gusta donde construir mi nueva casa y... voilá, hecho. De momento solo tengo un pequeño terreno con una tienda de campaña y un buzón que se cae a pedazos, pero por algo se empieza.

A Beelén le gusta mucho la pesca, así que ya compartirmos una afición.

Vuelvo a ver a Canela para que me siga orientando sobre cómo dar mis primeros pasos en Castilla. Lo primero es conocer y presentarme a mis vecinos. Se llaman Beelén, Gorbaché, Fredo, Rubí y Picuit, todos muy simpáticos y con una personalidad muy marcada... adoran a su alcalde. En cualquier caso, también la secretaria me insta a conocer a los dependientes de las tiendas, Tendo y Nendo, Pili, Mili y Trini, de la tienda de ropa, así como a Paca y a su marido, de la tienda de reciclaje Bártulos. No me puedo olvidar de mi personaje preferido, Sócrates, un ilusionado y somnoliento búho que llevo un vacío museo a las afueras de la ciudad.