10 años de Revolution: La semilla de Wii

Nombre en clave “Revolution”

Aunque como tal cumple 10 años desde su presentación oficial, el proyecto es más antiguo de lo que parece. La consola de séptima generación de Nintendo comenzó su gestación en el año 2001. Este año fue además el mismo en el  que se lanzó Game Cube, para los fans acérrimos, la última gran consola de Nintendo. El concepto de lo que iba a ser Revolution viene de lejos, como sus especificaciones técnicas, si me permitís la analogía. Nintendo quería dar un enfoque completamente diferente a lo que iba ser la forma de ver y jugar a los videojuegos. Otro de los planes era expandirse a un público que jamás ha visto los juegos como algo de interés. Sobra decir que la jugada le ha salido redonda.

Bien, como ya hemos comentado, antes de tomar el nombre Wii, la plataforma nació como proyecto Revolution. Aunque fue revelada en el  E3 del 2004, Nintendo no ofreció ni un solo detalle de lo que haría su nueva plataforma. Tan solo vimos el aspecto externo de lo que iba a ser el modelo final. Satoru Iwata mostró a los asistentes una consola de aspecto estilizado y con un tamaño muy reducido. En la presentación vimos también diferentes colores como verde, azul, negro o blando. De las especificaciones técnicas mejor no decir nada. El dato no fue revelado en ninguna de las sucesivas conferencias. Hasta meses después de su lanzamiento no conocimos sus entrañas. Algunos pensarán que mejor no haberlas conocido.

Tendría que pasar un entero, de E3 a E3, para poder conocer en profundidad los planes de Nintendo para dicha plataforma. En la Electronic Entertainment Expo de 2005, Satoru Iwata desvelada nueva información de la plataforma, como su nombre final, y la mostraba en profundidad. Todavía faltaba algo por ver de la plataforma Revolution, su mando. Aquí es donde radicaba todo el potencial de la nueva plataforma. El mando se presentó el mismo año, solo que en un evento totalmente diferente. El escenario elegido por Nintendo fue el Tokio Game Show donde rompieron todos los esquemas de lo que debería ser un mando de control. Sabemos que a Nintendo le encanta cambiar los diseños en las plataformas que lanzan. Con este mando, se salieron del camino en todos los aspectos posibles.

Un mando para juntarlos a todos

El Tokio Game Show fue el marco perfecto para la presentación del Wii Mote. Nombre nuevo para la plataforma (Wii, fonética de “nosotros” en inglés) y un mando cuya especial particularidad era el control por movimiento. Quien no arriesga no gana. Eso fue lo que hizo Nintendo con la plataforma y su mando. Atrás quedaban ya el sorprendente mando tricorne de Nintendo 64 y la maravilla que desarrollaron para Game Cube. El control por movimiento, que nos prometía grandes cosas, se haría a la postre con un gran hueco en la industria. Tan grande, que hasta las competidoras de Nintendo terminarían rindiéndose a la evidencia y adoptarían esta tecnología como una opción más. Sony crearía Move. Microsoft apostaba por la cámara Kinect, que ha perpetuado en Xbox One.

Con una opción de control así, sumado al Nunchuk para sumar un joystick y dos botones más, el abanico de posibilidades sería enorme. Los ejemplos más claros que vienen a la mente son el de empuñar una espada, una raqueta, usarlo para shooters, donde la experiencia se equipara a jugar con teclado y ratón,… muchas cosas. El uso de mando iba más allá de todo esto claro. A nivel funcional y estético, el Wii Mote es un mando simple, de fácil entendimiento para aquellos que no han jugado nunca. Unos pocos botones sumados a los sensores de movimiento facilitaban su uso a los menos duchos. ¿Qué botón pulsar para mover una raqueta? ¿O tirar una bola de bolos? Ninguno, con un simple meneo bastaba para realizar un montón de acciones.

He aquí el gran plan de Nintendo con su proyecto Revolution. Todo estaba perfectamente hilvanado para atraer a ese público que nunca ha tocado una consola. Tras los dos fiascos mencionados con anterioridad, la semilla de Revolution ha dado sus frutos de una forma inesperada. Ya florecida en Wii, la consola pasó a ser todo un éxito. Sus primeros años de vida han resultado demoledores, hasta tal punto, que la consola ha estado agotada en multitud de comercios. El fenómeno que vivió Sony con PlayStation One y a la postre con su sucesora, lo vivió Nintendo con lo conseguido con Wii. La política de Satoru Iwata tenía doble filo, y es que dejar de lado al jugón de toda la vida pasaría factura.

Explotando el potencial del mando en los juegos

La plataforma ha sido un oasis frondoso para Nintendo, pero no menos lo han sido sus juegos. No solo para ella, también para esas Third Party que aprovecharon el casualismo extremo para sacar una serie de títulos que rozan lo absurdo y cuya calidad es nula. No vamos a dar nombres ya que hay mucho y además ya os imagináis por donde andan los tiros. Claro que sería muy injusto no valorar también esos juegos destinados a los jugadores más tradicionales. En Wii había cabida también para esa especie en peligro de extinción, en menor medida eso sí. Nintendo se portó, Platinum se portó, Grasshopper también y que decir de Monolith y Mistwalker, amén de otras más. Había poco, pero de calidad, eso es indudable.

El principal estandarte eran los juegos que hacían uso de la tecnología de movimiento del Wii Mote. 'Wii Play', 'Wii Sports', 'Mario Galaxy', un buen ejemplo de como hacer un gran título y aprovechar las funciones del mando, 'Metroid Prime 3', etc. Lejos de Nintendo tenemos a Activision con la serie 'Call of Duty', que salvo uno, ha brindado a los usuarios de Wii el resto de entregas. Luego tenemos por ahí los juegos de fitnnes y de bailes que han triunfado como pocos. 'Zumba Fitnnes' y 'Just Dance' han sido un auténtico pelotazo para sus creadoras. Poca inversión, mucha recaudación, así da gusto. Como todo catálogo de consola que vende mucho y es muy solicitada, todos quieren un pedazo del paste, da igual la calidad del producto final.

Evolucionando la idea principal

Aunque fue presentado como lo último en tecnología, el mando, no la consola, al Wii Mote empezaron a vérsele las carencias muy pronto. Lo que iba a ser una prolongación de nuestra mano en el juego, solo se quedó en un mando de agitar y poco más. La limitada gama de movimientos que permitían los sensores giroscópicos del mando obligó a Nintendo a tomar algunas medidas. Para ello, en el E3 del 2008, la compañía de Iwata lanzó un add-on para el mando llamado Motion Plus. Con este pequeño aparato, obligatorio para una serie de juegos, Nintendo ofrecía ese control 1:1 que todos demandaba. Todo aquel que haya jugado a 'The Legend of Zelda Skyward Sword' sabrá como se comporta este pequeño aparato.