Pre-Análisis Yoshi's New Island

Pintura en movimiento, y ahora en 3D

Misma mecánica, mismos personajes y, por supuesto, mismo estilo artístico, que no gráfico, no confundir. Si hay una palabra para describir todo el conjunto que rodea a este juego, esa es colorido. La obra de Nintendo, en manos de un estudio externo, entra principalmente por los ojos. Una paleta de colores chillona y vívida, llena de alegría, un estilo visual tipo pintura al oleo con este toque mitad plastilina, mitad pintura de Van Eyck y personajes 3D con el mismo estilo visual hacen del juego algo único. Se ha mantenido así desde su primera entrega, que para muchos es la que mejor aspecto visual presume de tener, el de DS no le llegaba. La verdad sea dicha y eso que la portátil es más potente, esto prueba que el diseño juega un papel muy grande.

En Nintendo 3DS cobra especial belleza al ser una plataforma que gráficamente está muy por encima de las anteriores. Las imágenes en estático que han ido apareciendo no dejan ver la calidad final del juego. No estamos ante un juego que explote las capacidades técnicas de la consola, pero es mejor verlo en directo para hacerse una idea más clara de como rinde a nivel visual. No esperéis una auténtica revolución a nivel técnico, no lo es, aunque en su época lo fue la verdad. Esta entrega no está hecha para los paladares más finos. Sí que podremos disfrutar de jugarlo en 3D estereoscópico, algo que le dará algo más de sabor al apartado técnico del juego

En cuanto al apartado sonoro, lo poco que hemos podido escuchar deja melodías suaves y tranquilizadoras, sin nada estridente para no alterar la sintonía relajante del juego. Claro que todo esto se irá por la borda cuando nos golpeen los enemigos. Tras esto, Mario se nos caerá de la grupa y se pondrá a llorar de una forma ruidosa, que dará al traste con toda la armonía de la banda sonora. Un ruido inaguantable, que ya lo era en anteriores juegos y que tendremos que correr a sofocar lo antes posible, sobre todo por el bien de la aventura. Ahondaremos más en estos campos en el respectivo análisis.

Takashi Tezuka, al mando de la obra

Para esta entrega, Takashi Tezuka vuelve a ponerse al mando. El creador original de la serie Yoshi’s Island es el encargado junto al estudio Arzest Corporation. Este estudio es externo a Nintendo y está formado por antiguos miembros de Artoon, encargado de algunos juegos de Yoshi, como el que vimos en Nintendo DS hace ya unos años. Se trata de un trabajo realizado por un estudio que no pertenece al seno de la compañía. Nintendo ya dijo en su momento, que debido al incremento de tiempo en los desarrollos, sobre todo de Wii U, se buscaría socios externos para la elaboración de algunos títulos importantes de la compañía.

'Yoshi’s New Island' es uno de ellos. Tezuka está al mando del proyecto como ya hemos dicho y supervisándolo para que todo vaya como es debido. A priori, todo parece marchar a la perfección, pues como hemos podido ver en todo el material desvelado, la tónica del juego sigue intacta, para bien o para mal, lo veremos un poco más adelante. A primera vista se antoja un juego conservador, cuya mecánica invariable puede ser un arma de doble filo y que podría echar para atrás a más de uno, incluso a los nostálgicos de la serie. La evolución no es algo que haya llegado a la nueva obra de Tezuka y del estudio Arzest. Puede que sea mejor así, si la fórmula funciona, será mejor no cambiarla, como estamos viendo últimamente.

Para uno y también para dos

Esta nueva entrega cuenta con dos modos de juego. El primero de ellos es la ya consabido modo aventura en el que a lo largo de diferentes mundos  formados por varios niveles debemos recorrerlos para llegar al final y rescatar al hermano gemelo de Mario, que ha caído de nuevo en las manos de Kamek, que parece que no se cansa de dar la murga una y otra vez. El brujo, al que hemos tenido ocasión de ver en varios títulos vuelve a hacer de las suyas junto a bebé Bowser, que no tiene cosa mejor que hacer que construirse un castillo de veraneo en la isla de los simpáticos dinosaurios multicolor. Ya sabéis lo que toca entonces, deshacer todo este desaguisado para devolver la paz a la Isla.

Esto para un solo jugador, el segundo modo es el presentado hace poco, un modo multijugador local para un total de dos jugadores, cada uno con su cartucho y su propia Nintendo 3DS. Cada uno con un Yoshi diferente, nos enfrentaremos en diversas pruebas competitivas para ver quien es el mejor de los dos lanzando huevos, saltando, tragando enemigos o controlando las diferentes transformaciones de los Yoshis de colores. A simple vista parece un añadido sin más peso que el de ofrecer algo de variedad a un título que no derrocha imaginación en ofrecer variables en las opciones, pero seguro que proporcionará alguna que otra hora extra a la duración del juego. Hay unos pocos para mantenernos unos buenos ratos pegados a la consola.