Análisis Wolfenstein: The Old Blood

(Pc, PS4, One)

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Expansión de la vieja escuela

B.J. Blazkowicz regresa a la acción con una expansión independiente a The New Order y en la que los guiños al clásico Return to Castle Wolfenstein son constantes

Plataforma analizada: PC
06/05/2015 23:30
Tras el sobresaliente 'Wolfenstein: The New Order', Machine Games nos trae una historia que nos meterá de lleno en retorcidos experimentos nazis, la búsqueda de objetos sagrados por parte del ejército alemán zombies-nazis, además de balas, muchas balas que gastar. ¿Se puede pedir más?
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La Alemania del sueño esotérico

Machine Games vuelve a ponernos en la piel B.J Blazkowicz, por enésima vez en menos de un año; aunque eso sí, nuestro papel en esta ocasión si bien volverá a ser salvar al mundo del dominio de los nazis, el contexto será distinto con respecto a lo que vimos en ‘The New Order’. El estudio nos lleva hasta la Alemania de 1.946 en plena Segunda Guerra Mundial y con un ejército nazi que atisba la victoria al final del camino. No obstante, y aunque se mantienen ciertos patrones que ya conocemos de la entrega original de ‘Wolfenstein’ a cargo de Machine Games, la aventura aborda con especial atención todo lo relacionado con unos germanos que soñaban con el alzamiento de su ideología gracias también al uso de todo tipo de artefactos esotéricos.

Dicho lo cual, nos encontramos ante una trama algo más oscura, con un componente paranormal mucho más marcado y en el que como ya hemos visto en el cine de manos de la trilogía de ‘Indiana Jones’ y por supuesto ‘Return to Castle Wolfenstein’, ‘The Old Blood’ se valdrá de todo tipo de alicientes para mantener al jugador enganchado con los experimentos nazis, la búsqueda de misteriosos objetos legendarios pertenecientes a personajes históricos y todo ello sin olvidar perros y soldados mejorados con todo tipo de implantes, marca insignia de la casa.

‘Wolfenstein: The Old Blood’ se divide en dos partes bien diferenciadas. La primera de ellas, ‘Rudi Jäger y La Guarida de los Lobos’, nos propone el épico regreso al castillo que da nombre al juego y en el que visitaremos desde catacumbas, psiquiátricos, embarcaderos y todo tipo de localizaciones con el fin de robar unos documentos para la OAS. Dicha sección está compuesta en su mayoría por un planteamiento que nos incitará a la utilización del sigilo, ya sea mediante el uso de la pistola con silenciador, el cuchillo, los tubos – nueva arma para la ocasión – o por supuesto pasar desapercibidos a través de algunos de los caminos secundarios que encontraremos en nuestro periplo. La segunda parte, ‘Los Oscuros Secretos de Helga Von Schabbs’, y con la que se completan los ocho capítulos de los que dispone el paquete, se convierte en un retorcido viaje hasta el pueblo de Wulfburg en el que predominará la acción contra todo tipo de criaturas salidas de la mente de la maníaca.

Wolfenstein: The Old Blood

Machine Games ha hecho referencia en no pocas ocasiones a que con ‘Wolfenstein: The Old Blood’ volveremos a la vieja escuela de los shooters, estando muy presente la herencia dejada por ‘Return to Castle Wolfenstein’, un clásico atemporal en el género. No os vamos a engañar, la expansión es un claro tributo a la obra de iD Software. Desde la cuidada ambientación, los numerosos documentos repartidos por el escenario que nos pondrán al tanto de anteriores acontecimientos y la acción directa sin tapujos suponen todo homenaje a una serie de títulos que no se prodigan a día de hoy. Por desgracia, y a pesar de sus 8 horas – si nos lo tomamos con calma – ‘The Old Blood’ presenta algunos puntos flacos relacionados directamente con su argumento.

Uno de ellos es la casi total ausencia de conexión entre una y otra parte, dándose la situación que al término de la sección relacionada con Rudi Jägger se coge con pinzas transportar al bueno de Blazko hasta Wulfburg. Un punto negativo que dista mucho de lo que vimos en ‘The New Order’ pues la narrativa era uno de los elementos más cuidados. ¿A dónde queremos llegar? Sencillamente, y a nuestro juicio, se agradece la duración – muy por encima de la media con respecto a lo que estamos acostumbrado a día de hoy con este tipo de contenidos – pero se desperdicia esa sensación de “expansión” para sentir que estamos ante un “DLC más longevo de lo normal”. Ciertos jefes finales, no muy sorprendentes, y una trama que podría haberse explotado muchísimo más, nos dejan un sabor de boca algo agridulce.

Shooter sin conservantes ni colorantes

‘Wolfenstein: The Old Blood’ no se esconde a la hora de ofrecer una propuesta jugable directa y en la que, a pesar del sigilo, la diversión se hace fuerte en los tiroteos. El producto repite sensaciones con lo anteriormente visto en ‘The New Order’, siendo tan solo la utilización del tubo y que podremos emplear para eliminar en silencio a enemigos, abrir puertas o escalar determinadas zonas, la gran novedad de la obra.

Wolfenstein: The Old Blood

Aunque la innovación brille por su ausencia, el paquete destila adicción y frenesí a partes iguales; siendo éste uno de los cánones de todo shooter de la vieja escuela que se precie. Los combates volverán a ser encarnizados, ya sea con armas a dos manos o una por brazo, aumentando así la visceralidad de los enfrentamientos y la sensación de creernos invencibles. Aunque claro, como suele ocurrir, podremos darnos contra un muro si vamos a pecho descubierto disparando a todo lo que se mueva. Los enemigos, aunque siguen gozando de los mismos problemas de IA que en la entrega original, no tardarán en aniquilarnos si no nos movemos con rapidez y buscamos en la medida de lo posible las coberturas adecuadas. Las habilidades tampoco faltarán a la cita. Si bien su número es menor que en ‘The New Order’, cumplir ciertos requisitos durante los tiroteos, uso de armas o en pleno sigilo nos ofrecerá ventajas que nos vendrán la mar de bien para los tramos finales del título.

'The Old Blood' es ideal y casi obligatorio para los que se quedaron ganas de más tras 'Wolfenstein: The New Order'

Dada la duración de los capítulos, los mapas han visto reducido su tamaño en gran medida. Ahora no nos encontramos con laberínticas zonas en las que perdernos, consultar el mapa a menudo para buscar la mejor de las alternativas o simplemente darnos el gusto de explorar el escenario. Aunque ‘The Old Blood’ ofrece ciertos caminos secundarios, todo está más guiado, detalle que se ve en cierta manera compensado con la estupenda ambientación de la que hace gala la aventura. Una vez más, y como mencionábamos anteriormente, podremos encontrar documentos y tesoros repartidos por el mapa. Además de ofrecernos varios datos sobre el contexto del juego, éstos también servirán para hacernos con los coleccionables de turno y por ende el siempre ansiado trofeo/logro en caso de que demos con todos.

En lo gráfico, ‘Wolfenstein: The Old Blood’ presenta un apartado idéntico a lo anteriormente visto en el shooter de Machine Games. El uso del motor iDTech5 nos vuelve a ofrecer su mejor cara en iluminación y nivel de detalle en las armas, no así en ciertas texturas como paredes o el suelo, un punto a mejorar en futuros títulos con el engine. El juego corre a una resolución de 1080p y 60 imágenes por segundo en consolas que se mantienen estables en todo momento. En PC, la obra goza de una gran optimización, mucho más trabajada que en ‘The New Order’ y que ofrece un nivel de gráfico un punto por encima con lo visto en PlayStation 4 y Xbox One. Con un equipo compuesto por una CPU Intel i7-4790K, 16GB de Ram y una tarjeta gráfica AMD R9-280 3GB de VRAM no hemos tenido problema alguno al maximizar del juego y disfrutar de una experiencia fluida a 60fps y 1080p. Por su parte el apartado sonoro vuelve a apostar por un contundente sonido en las armas y un doblaje en castellano más que correcto.

Wolfenstein: The Old Blood

Una expansión obligada para fans de la saga

Llegados a este punto no podemos sino recomendar la compra, casi de forma obligada, de ‘Wolfenstein: The Old Blood’. Aunque como decimos las novedades se pueden contar con los dedos de una mano, el producto está claramente destinado a aquellos usuarios que aún a pesar de las más de 10 o 12 horas de ‘The New Order’ se quedaron con ganas de eliminar más nazis. La propuesta se mantiene intacta, dato que sin duda gustará a los que disfrutaron de la obra original. No obstante, los usuarios que todavía hayan tenido la osadía de no probar lo anterior de Machine Games, ‘The Old Blood’ es una gran puerta de entrada. Su precio, 19,99 euros, está más que justificado si atendemos a la duración y que como decimos, a buen seguro nos incitará de forma posterior a acceder a ‘The New Order’ dada su carácter de precuela.

El shooter protagonizado por Blazko es una nueva llamada de atención con la que el estudio confirma que una mimada ambientación y una jugabilidad puramente basada en elementos que quedaron en desuso con la llegada de la regeneración de vida, los conflictos bélicos más actuales – entre otros apartados – al género son más que suficientes para elaborar un producto redondo, plagado de diversión y que nos enganchará de principio a fin. 

8.2

Lo mejor

Mantiene intacta la fórmula de shooter de la vieja escuela

A pesar de su duración, la variedad y detalle de los entornos

La trama apuesta de lleno por la Alemania más esotérica

La relación entre calidad y precio, mejor imposible

Lo peor

Sigue acusando los mismos problemas de IA

La conexión entre la primera y segunda parte no cuaja

Como en The New Order, nos quedamos con ganas de más

¿Cómo analizamos?