En los videojuegos la figura del antagonista es prácticamente imprescindible, es un personaje que se encarga de mover la trama y derrotarlo suele ser una de las principales metas del juego. Normalmente, este personaje es malvado o increíblemente molesto, por lo que estamos deseando llegar hasta él para derrotarlo. Pero siempre hay excepciones y, en esta ocasión, vamos a hablar de villanos con los que hemos empatizado y que nos ha dado pena tener que derrotar.
Uno de los más conocidos es Sephiroth, de Final Fantasy VII, que ha aumentado su popularidad gracias al remake de esta entrega para la PS4. Aunque era un antagonista cruel, su trágico pasado y su fuerte personalidad podían hacerte recapacitar en más de una ocasión.
Pero ese personaje no es el único con un pasado trágico; Sarah Kerrigan, de Starcraft, es una noble guerrera que fue traicionada y abandonada en el campo de una batalla contra alienígenas.
BioShock es una licencia con enemigos muy peculiares, como los Big Daddy, personajes destinados a proteger a niñas pequeñas que no nos harán nada a menos que los ataquemos a ellos o a sus protegidas.
En The Last of Us también podemos encontrar a uno de esos villanos; a pesar de tener buenas intenciones, algunos piensan que el fin no justifica los medios, y los métodos de Marlene pueden convertirla en una antagonista más.