Es un título mucho mejor que la primera parte, que ha subsanado gran parte de sus errores. Ha conseguido pasar de un intento de juego de rol a un título digno y muy divertido, que
Si bien en esta generación ha destacado sobre todo el excelente Oblivion, hubo un título lanzado poco después que se consideró como la competencia directa de este coloso. Hablamos de Two Worlds, un juego amado y querido a partes iguales, con muchas pretensiones y también con muy buen hacer, que por desgracia quedó eclipsado por la excelencia de su competidor. La desarrolladora Reality Pump creó un universo rico y profundo, fantástico y lleno de matices, pero mucha gente no disfrutó esta obra que merecía más reconocimiento por parte del público, aunque no estaba exenta de grandes errores también.
Por ello, la misma desarrolladora, que confiaba en el potencial de su producto, se puso manos a la obra con una segunda entrega. Tenía intención de subsanar los errores que pudieran ahuyentar al público en su opera prima de esta generación. Con ese propósito llega Two Worlds II, un buen juego que supera a su antecesor en algunos aspectos, pero al que aún le falta una punta de gas para situarse en la élite, aunque galones no le faltan.
La trama de Two Worlds II continúa más o menos donde lo dejó la primera entrega. El misterioso personaje de Gandohar ha tomado el poder en las tierras de Antaloor y se ha proclamado emperador. El personaje principal ya se encuentra junto a su hermana, pero ambos han sido capturados por el poderoso villano y ahora Gandohar utiliza al protagonista para dotar de un poder increíble a la chica, todo en pos de sus malvados planes de dominación mundial y de destrucción de toda raza.
Cuando parece que todo está perdido, una curiosa alianza de orcos decide infiltrarse en el castillo de Gandohar para rescatar a nuestro protagonista. Una vez fuera, nos enteraremos de toda la resistencia que se ha organizado contra el malvado líder de Antaloor, que como no pivota toda ella sobre nuestra presencia. Tras un excesivamente extenso tutorial en la isla que sirve de fortín a esta resistencia, nos teletransportamos directamente a la acción, a las tierras yermas de Antaloor, con intención de recorrer un largo y tortuoso camino hasta nuestra victoria final sobre Gandohar.
Sí que es cierto que se abusa algo de las cinemáticas, que intentan ser muy cinematográficas (valga la redundancia) pero resultan algo confusas y torpes. Si tratas de seguir la historia con interés, te percatas de que no es muy fluida y que algunos elementos de la misma son tópicos o mal elaborados. Un pequeño esfuerzo en profundizar con una buena historia y una mejor caracterización tanto del personaje principal como de los secundarios hubiera sido interesante, y más en un juego de estas características, ya que falta el toque épico de este tipo de producciones.
Se le podría achacar algo de linealidad, disfrazada en una sensación de libertad total. Se nos dispone de un argumento épico, de misiones secundarias y de un gran mapeado que recorrer, pero este mapeado carece de detalles y lugares para explorar a la altura de su extensión. Por ello, el juego nos empuja a seguir el camino preestablecido, con algunos "caramelos" para distraernos un rato de la a veces tediosa historia principal.
Lo mejor
Gráficamente decente
Modos online entretenidos, aunque prescindibles
Variedad de misiones
Un buen elenco de habilidades
La opción de crear pociones y mejorar armaduras
Los enormes mapeados
Lo peor
Los escenarios están algo vacíos
Es algo corto, y un poco fácil
A la historia le faltan matices
Algunos fallos en el control
No innova en prácticamente nada