Análisis The Witcher 3: Wild Hunt

(Pc, PS4, One)

Geralt viene a cambiarlo todo

Página 3

Plataforma analizada: PS4
12/05/2015 16:00
The Witcher 3: Wild Hunt

Un mundo vivo e inmenso por explorar

Un factor determinante por el que este 'The Witcher III' ha conseguido convencer y atraer a partes iguales a muchos jugadores es su propuesta de mundo abierto, una característica que a día de hoy parece imprescindible en el rol occidental y que tan lejos llevó 'The Elder Scrolls V: Skyrim' en su momento. En el caso de lo nuevo de Geralt de Rivia tenemos un gran mapa global lleno de vida y con gran variedad de paisajes que explorar. Se trata del mapa más grande al que nos hemos enfrentado en un título de rol fuera de los MMO, aunque más que su extensión, lo que nos ha impresionado es el cuidado diseño de niveles, que no deja nada al azar: todos los elementos están colocados inteligentemente para recrear paisajes y entornos realistas. Cada piedra, cada arroyo, cada colina o arboleda están en su sitio, creando entornos dignos de admirar y difíciles de memorizar. Es obvio pero no está de más comentar que tenemos total libertad para explorar este vasto mundo como queramos y de la manera que queramos. Lo único que nos limitará será el nivel requerido para completar algunas misiones y la dificultad de las bestias de cada zona, lo que requerirá que vayamos aumentando de nivel con Geralt antes de adentrarnos en ellas (pero esto no nos limita a visitarlas, por descontado).

Cabalgar a lomos de Sardinilla es un regalo para la vista, pero lo es más aún adentrarnos en algunas de las ciudades que están diseminadas por el mapa. La más grande de todas, Novigrado, esconde tras sus muros una gran comunidad viva y en constante movimiento, con un diseño medieval que hace imprescindible usar el mapa, siguiendo las flechas de destino y los caminos prefijados por líneas de puntos que nos indican la mejor manera de llegar. Como cualquier ciudad medieval, el diseño urbanístico es irregular, con numerosos callejones y diferentes alturas, como un laberinto difícil de aprender, algo que nos ha encantado. Tras sus murallas la ciudad está viva, llena de tabernas, posadas, plazas donde se comercia e incluso se queman vivos a los condenados, catacumbas donde se esconden los que no quieren ser vistos, zonas donde se interpretan obras de teatro, y puerto donde atracan los barcos. Novigrado no es la única ciudad -hay otras muchas-, pero sí la más impresionante que nos hemos encontrado; por otro lado nos encontraremos castillos e impresionantes fortalezas como Kaer Morhen, el hogar de los brujos.

The Witcher 3: Wild Hunt

Nos esperan horas y más horas sin salir de las gigantescas ciudades perdidos haciendo misiones, pero lo cierto es que los parajes que nos depara 'The Witcher' no son menos impresionantes. Encontraremos zonas boscosas llenas de maleza e inexploradas, como es el caso de Velen, una gran zona tomada por las fuerzas de la naturaleza que la hace muy peligrosa o zonas de grandes campos y verdes praderas que dejan ver el horizonte, como Huerto Blanco. Pero también hay espacio para la ambientación medieval nórdica en las islas de Skellige, con cotas nevadas, gran superficie de costa y bosques de altos pinos poco frondosos. Podríamos extendernos mucho más, pero lo mejor es que lo descubráis vosotros mismos; en definitiva, estamos ante el mundo abierto más vivo que encontraremos en un videojuego, eso os lo podemos asegurar. Mientras pasamos a galope con nuestro caballo siempre tenemos la sensación de que están pasando cosas a nuestro alrededor: un grupo de bandidos asaltando a caminantes, lavanderas en el arroyo, campesinos marchando al campo a arar el campo o grupos de guardas de patrulla en las afueras de la ciudad. Sumado a todo esto, recordar que todas nuestras decisiones influirán en el destino de algunas poblaciones por las que pasemos, algo que se traducirá en lo que veremos.

Para desplazarnos entre zonas de una manera más rápida que a caballo -algo imprescindible en ocasiones- podremos usar una de las decenas de postes de viaje rápido que encontraremos. En casi cada asentamiento encontraremos uno que nos llevará a donde queramos; el número de estos es el suficiente como para que lleguemos a casi cualquier localización en pocos segundos, aunque si queremos una experiencia total, podemos prescindir de ellos y cabalgar, caminar, correr o desplazarnos en barco por la costa del mundo.

Estamos ante el mundo abierto más vivo y atractivo para los sentidos que encontraremos en un videojuego, eso os lo podemos asegurar

En un mundo abierto como el de 'The Witcher III' tendremos que pasar muchas horas a lomos de nuestro caballo Sardinilla, un elemento cuyo buen funcionamiento es esencial si no queremos terminar por aborrecerlo. CD Projekt es consciente de ello y ha logrado diseñar un caballo realmente útil e inteligente que supera lo visto en otros títulos como el reciente 'Dragon Age Inquisition'. Podremos llamarlo en cualquier momento silbando y estaremos montados en un par de segundos; solo manteniendo pulsado un botón nuestro caballo irá al trote siguiendo un camino prefijado, siguiendo el sendero y nosotros solo tendremos que guiarlo si queremos que cambie de dirección. Esta especie de piloto "semiautomático" nos permite disfrutar mucho más del entorno que nos rodea cuando viajemos. Para no perdernos y dar más vueltas de las debidas, tanto a caballo como a pie siempre encontraremos en el mapa una línea de puntos que indica el sendero más lógico y rápido hacia nuestro destino, aunque solo es una indicación que se puede obviar.

The Witcher 3: Wild Hunt

Explotando nuestras capacidades de rastreador

Uno de los apartados que más sorprende en este 'The Witcher III' y que es gran culpable de la gran experiencia de rol que tenemos por delante es la gran variedad de misiones que nos vamos a encontrar. Ni por un momento penséis que todo se basa en recolectar y entregar, ese vicio tan manido que han tomado muchos títulos en los últimos años y del que muchos ya reniegan. Por el contrario el equipo se ha esmerado porque no se repitan demasiado las tareas que tendremos que llevar a cabo, teniendo lugar un verdadero bombardeo de buenas y originales ideas. La variedad de misiones puede sentar un precedente en un género en el que desgraciadamente abunda el ir del punto A al punto B o recoger una cierta cantidad de ítems para entregarlos. ¿Ejemplos de ello? ¿Qué os parece peinar las cloacas en busca de los ladrones de un tesoro? ¿Intentar contratar a unos pregoneros y un equipo de acomodadores para que triunfe una obra de teatro? ¿Ayudar a un hombre lobo a acabar con su maldición? Hay cientos y cientos de situaciones originales que nacen de cero y que es difícil encontrar en otros videojuegos.

Por otro lado, nos encontraremos una serie de misiones muy relacionadas con las capacidades de rastreador de Geralt y que siempre seguirán la misma mecánica de "detective" a lo 'Batman Arkham'. Con sus sentidos de brujo activados, Geralt tendrá que examinar el entorno en busca de pistas marcadas en rojo que aporten algo de luz a lo que está investigando; misiones que otras veces consistirán en seguir un rastro de pisadas o de sangre hasta nuestro objetivo. Estas misiones no son tan variadas, pero siguen el patrón lógico de la historia: Geralt es un cazador y rastreador en busca de un escurridizo objetivo: Ciri.

The Witcher 3: Wild Hunt

'The Witcher III' está estructurado en misiones principales, secundarias y encargos, pero la línea que las divide está realmente difusa. Por un lado las misiones principales no son todas imprescindibles para avanzar en la historia, pudiendo optar por unas o por otras, aunque todas estarán relacionadas con la trama principal o las subtramas que se irán ramificando poco a poco. Estas misiones principales nos ayudarán a conocer mejor a los diferentes personajes que nos encontraremos y a descubrir más de la historia, mientras que las secundarias están más alejadas de la historia, estando más enfocadas en temáticas paralelas, a la vez que los encargos se basan en hacer fortuna y conseguir mejor equipamiento. Los que hemos podido completar están muy relacionadas con las habilidades de brujo y mercenario de Geralt, teniendo que acabar con bestias o con molestias que hay que erradicar a cambio de una suculenta suma. 

El nuevo sistema de combate de 'The Witcher III' ha sido diseñado desde cero y llevado mucho más allá de 'The Witcher II: Assassins of Kings', que ya era de por sí muy técnico y metódico. En esta nueva entrega sobre todo notamos una gran mejora en las animaciones; parece como si Geralt y Ciri estuvieran bailando en complejas coreografías mientras pelean con sus espadas. Podremos batirnos en duelo contra uno o varios enemigos con nuestras espadas o con nuestros propios puños, siempre girando los combates en torno al timing con el que pulsamos los botones. Hay que tener una visión global de lo que está pasando, sobre todo si estamos rodeados y actuar en consecuencia a los movimientos de los enemigos; llevar la iniciativa no siempre es recomendable, siendo mejor idea el contraatacar.

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Lo mejor

Un paso más allá en los sandbox a nivel de inmersión

Una enorme cantidad de contenido -de calidad- por descubrir

El carisma e interpretaciones de los personajes secundarios y el propio Geralt de Rivia

Sistema de combate profundo y desafiante, pero a la vez gratificante

Lo peor

La tasa de frames se resiente en consola en momentos puntuales

¿Cómo analizamos?