Análisis The Last Story

Como todo tiene que ir en perfecta armonía, los enemigos a los que nos tendremos que enfrentar en esta larga epopeya no se podían descuidar tampoco y nos encontramos con varios tipos de monstruos a los que derrotar, desde pequeños hasta bichos enormes con muy mala gaita e incluso contra enemigos voladores, cada uno de ellos con un diseño diferente y con gran variedad.

No podemos olvidar en este apartado mencionar las escenas de video, realizadas con el motor del juego en real-time, lógicamente con diferencias a lo que veremos en el juego, añadido de filtros para corregir errores, etc. En la línea de Sakaguchi y por ende muy, al estilo de Final Fantasy. Grandes escenas cargadas de emotividad, violencia, amor, diversión, todo lo que buscáis en un RPG lo encontraréis aquí.

Dichas las bondades del apartado técnico, vamos a los defectos, sí, no todo puede ser perfecto en esta vida, toda obra tiene algún que otro defectillo y el motor usado en este juego para Wii no puede faltar a esta afirmación. Pese a que nos encontramos ante uno de los títulos más impactante y poderosos de Nintendo Wii, seremos testigos de varios errores gráficos, como siempre, el más temido es el aliasing o efecto diente de sierra, no es recomendable jugarlo en una televisión de pantalla plana y en formato panorámico, porque veremos como esto se acentúa más si cabe, lo ideal es jugarlo en una TV de tubo y pequeña, así no sufriremos e este mal endémico de Wii, a esto hay que sumarle también alguna que otra ralentización debido a la suma de personajes en pantalla, en combate será donde se haga más perceptible debido a la gran carga poligonal y por supuesto al uso de luces y partículas, alguna que otra textura borrosa aparecerá por nuestro camino, pero eso sí, nada de esto empañará al conjunto final, al fin y al cabo, todos los juegos tienen errores, por lo menos aquí no necesitamos parches ni actualizaciones constantes.

Apartado jugable. Un JRPG atípico, a la antigua y nueva usanza.

Siendo Sakaguchi uno de los artífices de este proyecto, lógicamente no vamos a encontrarnos con de cara con un FPS (menos mal, que plaga, lo mucho cansa, lo poco agrada), tampoco estamos frente a un JRPG tradicional de los de toda la vida, solo se parece en lo esencial a los grandes de antaño, cuando entabléis vuestro primer combate entenderéis mis palabras.

En The Last Story nos encontramos con una buena mezcla de géneros, siendo el que más sobresale el RPG claro, pero tendremos dosis de infiltración y aventura. Estamos ante un action JRPG en toda regla, pero no al estilo Kingdom Hearts, por citar al más representativo de este estilo.  Antes de entablar combate con los monstruos y enemigos, podremos hacer uso de una vista cenital en la que se nos mostrará la ubicación de ellos, con el joystick podremos mover la cámara por el escenario para así poder ver como y donde están situados y cuál será la mejor forma de aniquilarlos sin sufrir un daño excesivo, una opción más que interesante, ya que así podremos tener una vista general de todas las ubicaciones del escenario para no ir a ciegas cuando nos movamos. En las primeras horas quizás su uso no sea muy efectivo o necesario debido a la baja dificultad, pero conforme avancemos será una utilidad muy bien recibida, pues la curva de dificultad va subiendo gradualmente, además los jefes finales no serán moco de pavo, con lo que su uso para la búsqueda de sus puntos débiles será muy beneficiosa, no intentéis ir a saco a por ellos, porque vais a salir muy mal parados, consejo de uno que lo ha intentado así y salió con los pies por delante.

Los combates serán rápidos y ágiles, podremos movernos libremente por el escenario con movimientos suaves y fluidos de los personajes, sin tosquedades y todo ello en tiempo real, sin turnos aleatorios, pero no penséis que nos dedicaremos a aporrear los botones para acabar con lo que se nos ponga por delante, no, aquí seremos más sutiles, acercándonos a ellos, nuestro prota atacará automáticamente a los enemigos causándoles un daño que veremos reflejado en pantalla  mediante cifras numéricas.