Análisis Persona 5

Persona 5: Un Spin-Off con personalidad propia

La saga Persona como tal lleva en activo desde la primera PlayStation, con un gran número de entregas distribuidas en diferentes plataformas por si sola. En realidad  esta IP procede de un universo alternativo de la ya longeva Shin Megami Tensei. A pesar de contar con ciertos elementos sobrenaturales o mitológicos la marca siempre ha gozado  de cierto realismo, que centra su propuesta RPG en personajes y problemas del primer mundo. En el caso de "Megaten" casi siempre se nos ha planteado como punto de partida una tierra amenazada por un ficticio apocalipsis, mientras que en Persona vivimos su contrapartida en la que el conflicto detonante nunca llegó a suceder; manteniendo elementos sobrenaturales pero centrándose en problemas más triviales del día a día.

Hasta hace no demasiado tiempo esta saga era de nicho y fuera de Japón apenas nadie conocía su nombre. Tras el lanzamiento de su tercera entrega el spin-off comenzó a ganarse cierto renombre y con su sucesor terminó por consagrarse. De su cuarta entrega han nacido un buen número de nuevos títulos que compartían misma ambientación y personajes, distribuyéndose todos ellos en nuestro país a pesar de no cosechar demasiadas ventas. Tras bastantes años de espera finalmente se confirmó la llegada de 'Persona 5' a PlayStation 3, anunciándose también a posteriori una versión para PlayStation 4. Su propuesta cada vez gana más adeptos y no son pocos a los que esta nueva entrega les parece una gran puerta de entrada a la franquicia. Se nos presenta como uno de los lanzamientos más importantes del mes de Abril tras haber cosechado un abultado éxito en Japón y que esperamos que siga adelante fuera de sus fronteras.

La Distorsión cognitiva

En Persona 5 tomaremos el papel de un estudiante (al que daremos nombre) que es acusado de un crimen que no cometido tras haberse visto envuelto en una reyerta. Estos hechos le cuestan ganarse una libertad condicional y el único centro estudiantil que ahora lo acepta con su historial está en Tokyo, por lo que deberemos trasladarnos a la ciudad mientras dura el año de nuestra condena. Al llegar todos nuestros compañeros nos ven como un criminal, dificultando aún más nuestra integración, pero no tardamos demasiado en descubrir que no somos los únicos perjudicados por esta tesitura. Nuestros profesores nos tratan con recelo y para ellos parecemos ser más una carga que una responsabilidad.

Mientras hacemos nuestro particular trayecto al Instituto en uno de nuestros primeros días de clase, descubrimos una extraña aplicación en nuestro teléfono de origen desconocido. Al activarla por accidente se nos traslada a un mundo cognitivo en el que los deseos distorsionados de ciertos individuos pueden llegar a tomar forma. De repente nuestro idealizado centro de estudios se convierte en un castillo y sus alumnos pasan a ser meros esclavos de un totalitario mandatario. Esta representación alternativa no deja de ser metafórica, pero en realidad muestra en exhaustivo detalle el auténtico yo de muchos de los adultos en puestos de poder de la ciudad. Como únicos conocedores de esta realidad decidimos actuar en compañía y aplicar nuestra propia justicia a través de esta desconocida herramienta que nos permite actuar sin dejar rastro. A lo largo de nuestra aventura tendremos una amplia selección de objetivos, cada uno con sus deseos ocultos que en definitiva terminan afectando al eslabón más débil que se mantiene en silencio por miedo a represalias.

Nuestro viaje como justicieros comienza y a lo largo de esta historia conoceremos a un amplio número de compañeros que se encuentran en una situación similar a la nuestra y se unirán a la causa. Cada uno de ellos contará con sus propias motivaciones, con un trasfondo muy bien llevado y desarrollado que nos hará recordar sus nombres durante mucho tiempo. A pesar de ser un juego terriblemente agradable a la vista, las situaciones que nos hace vivir ‘Persona 5’ son muy duras y realistas en ocasiones, sin temor a contar su historia sin ningún tipo de censura. Increíblemente maduro y adulto, con un trasfondo psicológico muy complejo en el que se hacen constantes referencias a situaciones y problemas de la sociedad en la que nos ha tocado vivir, siempre desde el punto de vista de la ficción. Ver una escena de ‘Persona’ fuera de contexto os podría resultar extremadamente ridículo, pero si conocéis la serie de reglas que afectan a este mundo os puede llegar a calar extremadamente hondo.

Ladrones de corazones

Como nuestras acciones dentro de este mundo cognitivo no entran dentro de lo legal, deberemos actuar como un estudiante normal para no levantar sospechas. Cuanto más avanzamos nuestra existencia se vuelve un tema de conversación popular, ya que nuestras acciones se reflejan en el mundo real. De esta forma se nos abren dos ramificaciones que se retroalimentan para ayudarnos en nuestros golpes: nuestros viajes al mundo cognitivo y nuestra rutina diaria. Nuestro objetivo principal en el juego es superar ciertas mazmorras conocidas como “Castillos". Cada uno de ellos nos propone retos diferentes y son representaciones bastante precisas de la percepción de nuestros objetivos sobre el mundo real. De esta forma podemos encontrarnos alguna de las mazmorras más originales que recordamos desde hace varios años en un J-RPG, encontrándonos desde el clásico castillo medieval hasta un museo de arte.

Cada uno cuenta con sus propias mecánicas y desafíos que toman como punto de referencia directo el personaje al que hemos fijado como objetivo y su personalidad. A la hora de combatir tenemos una amplia variedad de opciones, funciona con un sistema por turnos clásico, incluyendo novedades como la posibilidad de usar armas de fuego o dialogar con nuestros enemigos para que se unan a nosotros. Estos seres reciben el nombre de "Persona" y vienen a representar una forma física de la auténtica voluntad de los personajes. Su mecánica no es muy diferente a la de cualquier Pokémon y cada uno contará con sus debilidades y movimientos característicos, ofreciéndonos la posibilidad de fusionarlos para crear algunos nuevos o mejorarlos.

A pesar de nuestras opciones los combates suelen ser complicados y no es demasiado difícil que caigamos. La mayoría de enemigos nos quitan mucha vida y si no actuamos con cabeza moriremos con facilidad. Otro factor que nos complica aún más las cosas es el cansancio de nuestros personajes. Tras cierto número de combates nuestros puntos de habilidad mermarán y no los recuperaremos a no ser que utilicemos un objeto o nos retiremos temporalmente. La gestión de ellos en los combates es esencial para llevar a cabo nuestros objetivos de forma óptima y siempre deberemos tenerlo en cuenta. Afortunadamente en esta entrega desempeñamos el rol de ladrones, por lo que el sigilo es una opción más que interesante. Nos permitirá esquivar sin demasiada preocupación muchos combates y podremos sorprender a nuestro enemigo por la espalda para crearnos una ventaja que muchas veces es indispensable. A veces no funciona del todo bien pero siempre nos ofrece el camino a seguir más fácil por medio de diferentes ventajas.

Esta dificultad se acentúa cuando nos enfrentamos a unos jefes finales, que por otro lado está muy bien pensados y diseñados. Deberemos utilizar estrategias únicas para derrotarlos basados en los conocimientos que hemos recogido sobre ellos a lo largo de la mazmorra, creando mecánicas que solo tienen sentido dentro de sus enfrentamientos en concreto. Uno de los puntos más pesados del juego aparece cuando nos encontramos un enemigo demasiado fuerte (algo bastante habitual) que no podemos derrotar. Así es como regresan los fantasmas del viejo J-RPG y nos pasamos largos ratos combatiendo para aumentar nuestro nivel (grindear). No son pocas las veces que tenemos que recurrir a este método que perjudica gravemente al ritmo del juego en alguno de sus momentos culmen, haciéndolo tosco en ocasiones.

El día a día en Tokio

Se podría decir que en nuestro día a día actuamos de incógnito, acudiendo a nuestras clases, quedando con nuestros amigos o acercándonos a nuestros objetivos en el mundo real para facilitar nuestras operaciones. Lo curioso es que de una forma u otra todas estas actividades terminarán beneficiándonos en nuestros asaltos con nuevos objetos habilidades o conocimientos. De esta forma se nos abre un sistema de confidentes en el que varios personajes (representados por cartas del Tarot) nos ofrecerán ventajas dependiendo de nuestra relación. Estas amistades se forjarán por sí solas o deberemos ganárnoslas, pero todas nos reportarán beneficios. Varios factores afectarán a la hora de relacionarnos, principalmente depende de nuestras contestaciones en un sistema de conversaciones discreto que acelerará o ralentizará la formación de estos lazos.

Es bastante recomendable mantener amistad con varios personajes, ya que nos desbloquearán muchas habilidades que le dan una vuelta de tuerca a nuestros combates además de poder conocerlos en mayor profundidad. Otra forma de mejorar nuestro personaje es por medio del llamado "Social Link". Se divide en diferentes atributos que nos serán útiles a la hora de afrontar ciertas situaciones concretas en algunos objetivos. El número de posibilidades para mejorarlas es muy extenso teniendo opciones que van desde jugar a una consola retro hasta acudir a un Maid Café. Por afectar puede llegar hasta a afectar nuestro nivel de atención en clase, ya que cada cierto tránsito de tiempo nos examinarán de las materias que previamente hemos escuchado durante nuestras lecciones; vamos, lo que todos estábamos deseando después de acabar nuestros estudios.

Con todo este amplio repertorio de actividades es fácil darse por satisfecho, pero para que no nos relajemos en la mayoría de ocasiones tendremos fechas límite en nuestro calendario para realizar ciertos objetivos que no podremos ignorar. Al realizar cada una de estas actividades el tiempo correrá y como mucho podremos hacer dos o tres al día, en definitiva en 'Persona' tendréis que valorar casi tanto vuestro tiempo libre como en la vida real. El principal problema que se le puede encontrar es que a lo largo del juego podemos encontrar tránsitos en los que las conversaciones son demasiado constantes, llegando a rozar prácticamente la Visual Novel, haciéndonos perder el hilo de lo anteriormente acontecido.

Mimo y detalle en su apartado artístico

Uno de los factores por los que esta nueva entrega de la saga ha conseguido llamar la atención de un mayor público es por su apartado artístico. Este uso de la estética anime junto con modelados en tres dimensiones le sienta estupendamente bien al diseño de sus personajes y escenarios. Cada uno de ellos es fácilmente reconocible por su aspecto y simplemente por su indumentaria puedes imaginarte con facilidad cuál es su situación. Los Persona destacan por basarse en un gran número de personajes existentes en diferentes mitologías y que se les da un toque personal, aunque en este caso hay cierta trampa ya que la mayoría ya venía de anteriores entregas. Para rematar la faena tenemos unos menús y transiciones con una cantidad de mimo, detalle y buen gusto sorprendente, perfectamente podrían ser de los mejores que hemos visto en cualquier videjuego de la historia.

En el caso de tener que buscarle algún pero, hay que tener en cuenta que este juego fue pensado para estrenarse en un comienzo en PlayStation 3, y se nota bastante. Las animaciones están bastante anticuadas en algunos puntos, como los diálogos, y algunos escenarios menos detallados a lo largo de la ciudad. A pesar de ello es un juego muy vistoso y con mucha personalidad que se remata con una banda sonora de excelente calidad, en la que se utilizan varios estilos musicales que van desde el Jazz hasta el Rock; aunque eso sí, no son demasiado numerosas y las escucharemos repetirse bastante a menudo.

Uno de los mejores J-RPG de los últimos años

Tras muchas horas de juego es difícil no reconocer las más que nemerosas virtudes de Persona 5. En ciertos momentos es tosco y pesado pero incluye tantos elementos que lo hacen diferente a lo que estamos acostumbrados que se termina por olvidar. Si habéis jugado un par de J-RPG en vuestra vida ya habréis entendido con facilidad cuáles son sus señas de identidad y patrones a seguir, pero en Persona están enterrados entre un cúmulo de buenas ideas bien ejecutadas. Su historia es bastante más adulta y compleja de lo que puede parecer a primera vista y trata temas que rara vez hemos visto en juegos de estas características.

Su lanzamiento se ha hecho esperar y ahora que lo tenemos entre nosotros es fácil valorar lo que supondrá para un futuro. Pasará bastante tiempo hasta que volvamos a ver una propuesta tan atrevida y que lo haga tan bien en diferentes campos. Realmente es una pena que de nuevo no esté traducido a nuestro idioma y más gente pueda disfrutar de esta gran propuesta. Como mínimo nos toca esperar hasta el siguiente Persona y ver si se mantiene el nivel.

El próximo 4 de abril efectuará su estreno en PlayStation 3 y 4 pudiendo efectuar su reserva desde aquí