A principios de octubre, de nosotros dependerá erradicar la terrible ameneza que se cierne sobre el planeta y que lleva por nombre Virus-C.
No tardaremos mucho en darnos cuenta del gran cambio que ha sufrido la sexta entrega de Resident Evil en mirar hacia la acción, algo que ya sabíamos tras ver la última obra de la marca, pero aquí todo ha sido llevado al extremo y lo que de momento no parece convencer mucho hasta la versión final, es saber si ese survival horror que promete volver con la campaña de Leon cuanto de presente estará, dado que en la demo a la que hemos tenido acceso no había ni el más mínimo atisbo de ello.
Como ya mencionamos antes, todas y cada una de las campañas tendrán su particular jugabilidad. Veamos de manera individual que nos puede ofrecer cada una de ellas a grandes rasgos.
La historia de Leon será la que tal vez más similitud tenga con el género original, aunque gracias a la posibilidad de movernos mientras disparamos poco nos queda. Las zonas oscuras tales como pasillos o habitaciones nos meterán la tensión en el cuerpo y mínimos momentos de exploración se agradecerán, aunque estos no van más allá de recoger una llave en la zona A e ir a la zona B para utilizarla. El juego no se ha quebrado mucho la cabeza para meternos ciertos enfrentamientos con calzador así como el hallazgo de munición se vuelve una constante y tampoco es que el desenvolverse de los zombies a base de patadas y puñetazos nos ponga las cosas muy difíciles. Lo visto hasta ahora hace presagiar que estaremos ante un título lineal , de escenarios vacios y donde los QTE no dejan de aparecer en los momentos más dramáticos y que tal vez se podrían haber resuelto con una buena escena de video sin necesidad de presionar el botón en el momento adecuado.
Una vuelta de tuerca por completo serán los niveles de Chris. Armas y zombies por doquier es lo que os encontraréis; queremos hacer especial hincapié en que nos estamos basando en todo lo visto y jugado hasta la fecha, no en el producto final, por lo que lo mostrado hasta el día de hoy nos deja un sabor agridulce para los que añoramos ese terror y que ahora se ha transformado en shooter. El concepto no es malo, pero la forma de plasmarlo no pensamos que sea la correcta, ver un personaje como Chris tranformado en alguien que es capaz de cubrirse, disparar un bazooka y posteriormente rodar a la vez que recarga y realiza un headshot con la pistola hace que nos replanteemos si estamos ante un Resident Evil o un título de acción.
En caso de ser esto último sería preocupante. La sexta entrega de la marca no deja claro donde quiere situarse, en qué lado de la balanza posicionarse. Apuesta por la acción, sí; pero la forma en la que esta llevada a la práctica en ciertas ocasiones deja bastante que desear. Las hemos pasado canutas para conseguir parapetarnos detrás de un camión o trinchera, el método de rodar por el suelo y no saber si dispara el personaje o se levanta nos ha dejado vendido en más de una ocasión por no hablar del sistema de recarga manual del arma, definitivamente ponedlo en automático. Un conglomerado de situaciones que deberían de estar más que pulidas y realizarse de manera ágil e intuitiva. En el resto de campañas no serán muchas las veces que encontremos estos momentos, pero en la aventura de Chris los peores enemigos (y no hablamos de zombies) de la franquicia salen a la luz; Resident Evil 6 no es un juego preparado para llevar a la pantalla tal cantidad de enemigos y carga de acción así como pretender que nos desenvolvamos con soltura por el escenario.