PlayStation, el rival más fuerte

Dos años han pasado desde su lanzamiento y la consola ha sido superada hace poco por Xbox One y atropellada por PlayStation 4 a los pocos meses de estrenarse. La situación de Nintendo a nivel comercial es un desastre de proporciones bíblicas y la cosa no tiene visos de mejora para ella. Mientras esté la familia 3DS dando la cara… Eso sí, a la gran N no se le pueden negar las ganas que tiene de mejorar la situación. La compañía está tirando de casa, de acuerdos para títulos exclusivos, de rescate de juegos perdidos y de creación de nuevas propiedades ('Splatoon') para dar la vuelta a una tortilla que se le está quemando. Loable demostración de pundonor para no dejar tirados a los que compraron su consola.

Si le funciona o no para levantar las ventas es algo que ya no importa. Todo aquel que tenga Wii U sabe que Nintendo va a dar la cara hasta el último día de vida de la plataforma, hasta su último estertor. PlayStation 4 está muy lejos. Xbox One se escapa poco a poco. ¿Hay algo que hacer? No somos adivinos pero visto lo visto la respuesta es muy sencilla. Meter a Wii U dentro del carro de los rivales es poco menos que una utopía. Tal y como pasó con Wii, la compañía japonesa ha optado tirar por diferentes derroteros. Wii U no es rival para PlayStation 4 en relación a ventas totales. Lo cual no significa que no tenga o vaya a tener juegazos. Ahí están los actuales o futuros como 'Xenoblade Chronicles X' y 'The Legend of Zelda Wii U'

Demasiado fácil

En estos momentos, PlayStation 4 vive un momento dulce. La consola de Sony tiene una situación inmejorable para abrir más la brecha con sus rivales. Es cierto que solo ha pasado un año, dos en el caso de Wii U, pero si con nada ha conseguido mucho, ¿qué no hará con lo que está por llegar? A día de hoy, y pecando un poco de subjetividad, es la mejor opción para el jugador tradicional. Por juegos, por precio, por la diferencia gráfica respecto a sus competidoras (no son ninguna la panacea vale, pero cumplen de sobra), exclusivas y entorno multimedia y social. Sony ha creado una máquina que podría recuperar la senda perdida.

PlayStation y PlayStation 2 fueron dos aves de presa que se llevaron todo por delante. Con los números actuales, PlayStation 4 va camino de ser una más que digna sucesora de las dos citadas. Si llegará a los niveles de ventas de una u otra es algo que está todavía por ver. Superarlas es muy difícil, sobre todo a la segunda sobremesa, cuyas cifras son una burrada, pero si el paso que lleva es constante y es capaz de mejorarlo año a año, podemos estar un nuevo hito de Sony. Sus rivales están en modo inoperante, no saben qué hacer ni cómo hacerlo para frenarla. Por supuesto, esto no es nada bueno para la industria.

El monopolio es algo que nos afecta a todos por igual. Por la parte de las competidoras, ante la imposibilidad de frenar el inexorable avance de PlayStation 4, los ánimos decaen y los proyectos pierden expectación. La gente está más pendiente de lo que puede hacer Sony en lugar de fijarse en las otras opciones existentes. Pasó con PlayStation y con PlayStation 2, por suerte no PlayStation 3, donde hubo más libertad y más competitividad. PlayStation 3 y Xbox 360 han protagonizado una batalla en séptima generación preciosa. Se han mirado mutuamente y se han llamado de tú. Al final ha sido Sony la que se ha llevado el gato al agua, pero lo ha tenido complicado.

PlayStation Experience

Para esta generación la cosa no pinta igual y es ahora Sony la que lleva la voz cantante y mira desde las alturas al resto. Y con la PlayStation Experience la ventaja puede ser mayor. El primer día ha resultado algo flojito. Sony no se ha esmerado mucho y solo se ha limitado a mostrar cosas ya conocidas. Hay alguna sorpresa sí, como el soberbio Killing Floor 2. Toda una oda a la casquería y la cooperación entre jugadores. Un gameplay de Uncharted 4 A Thief’s End, otro de Until Dawn, el prometedor Bloodborne y algunas cosas han sido el bagaje del primer día de evento. No es mucho para poner la puntilla, pero por algo hay que empezar.

El segundo día no ha sido tan prolífico como el primero, pero no está todo el pescado vendido por parte de Sony. El camino de su plataforma solo ha cumplido un tramo de su largo y difícil viaje. Todavía tiene tiempo para demostrar de qué es capaz. Así mismo, las otras plataformas también tienen tiempo de sobra para poner las cosas un poco más complicadas a Sony. La competitividad entre las tres máquinas es beneficiosa para los usuarios. Hay más donde elegir, los estudios se esfuerzan más para sacar títulos potentes, etc. Por ejemplo, Nintendo está trabajando en varios juegos para dotar a Wii U de un atractivo exclusivo. Microsoft tampoco está quieta, aunque tiene mucho que bregar por culpa de la imagen que se ha labrado.

Dicho esto, no nos posicionamos en favor de una u otra. Como jugadores que somos, cuantas más opciones tengamos más beneficio sacamos a nivel de entretenimiento. Dos consolas de tres es una gran apuesta para pasar la generación y disfrutar de todo lo que salga. ¿Va a ser igual si PlayStation 4 revienta el mercado? Quizás para las arcas de Sony sí, pero no para la competitividad. Eso es lo que hace grande y variado al sector, no el monopolio. PlayStation 4 es un rival muy duro y lleva todas las de ganar. ¿Merecido? Con solo un año en el mercado es difícil valorar, quizás con tres sea más fácil darle todo el mérito.