Detallamos todas y cada una de las características de las nuevas consolas de Microsoft y Sony hasta la fecha
Ha costado una generación, pero finalmente todo parece indicar que tanto en Xbox One como PlayStation 4 disfrutaremos de las amplias funcionalidades de los respectivos periféricos de Sony y Microsoft.
La compañía de Redmond ha levantado la polémica con la incorporación de Kinect 2.0 de manera obligatoria con la consola, al menos de momento. La primera versión del dispositivo ha pasado sin pena ni gloria por Xbox 360, no obstante Microsoft ha querido focalizar gran parte del uso de su nueva máquina en este Kinect 2.0. En la conferencia celebra el pasado 21 de mayo, Yusuf Mehdi nos explicó de manera extensa algunas de las posibilidades del periférico. Encender la consola, cambiar de canal o movernos por lo menús son algunas de sus principales características. En contra de lo que se dijera en un principio, Microsoft ha decidido recular, por lo que Kinect 2.0 se podrá desactivar. ¿Qué novedades incluye con respecto a su hermano pequeño? La mejoría es notoria, ahora no necesitaremos estar tan lejos de él para que nos reconozca, capturará vídeo RGB a 30fps con una resolución de 1080p y su principal característica: el potente detector de movimientos, que en manos de los estudios que colaborarán con la compañía brindará, esperemos que ahora sí, toda una experiencia jugable. En cuanto al diseño, éste sigue la guía marcada por la propia consola separando sensor y cámara.
Por su parte Sony se ha decantado por no incluir PlayStation Eye dentro del pack básico de la consola, por lo tanto hablamos de un periférico opcional. A buen seguro las próximas semanas, y por supuesto los meses venideros al lanzamiento de PlayStation 4 nos dejarán más indicativos del potencia que tendrá el dispositivo. PlayStation Eye contará con una cámara de una resolución de 720p, menor que la de Kinect 2.0 sí, pero que grabará a una frecuencia de 60fps. Esto, unido a su precio y que rondará en torno a los 60 euros, nos deja entrever que la apuesta por Sony con él será ligeramente inferior a la ofrecida por Microsoft ya que el propósito de la compañía de Redmond es convertir a su periférico en uno de los pilares de Xbox One.
Como se dice en cierta película, "la belleza está en el interior". Lejos de poder ofrecernos un diseño que guste a unos más y a otros menos, no cabe duda de que tanto Sony como Microsoft han tomado como referencia el siempre deslumbrante mundo del PC, en cuanto a tecnología se refiere. Se acabaron los sistemas "cerrados" en los que memoria, CPU o gráfica quedaban descompensados. PlayStation 4 y Xbox One montan un auténtico PC en su interior. El salto dado en cada uno de sus parámetros y componentes son la definición perfecta de encontrarnos ante toda una next-gen.
Las dos compañías son conscientes de que los estudios avanzan a la velocidad de la luz en sus correspondientes motores gráficos, hecho que han tomado como referencia para dejar a un lado, o al menos durante un largo periodo de tiempo, el poder decir "en PC se ve mil veces mejor". Ahora la balanza se ha igualado posiblemente más que nunca, aunque no hay que ir tan deprisa. Todo lleva su tiempo y tal vez no sea hasta que estemos bien adentrados en 2014 o principios de 2015 cuando las consolas de nueva generación nos dejen con la boca completamente abierta. ¿Por qué digo esto? Fácil, hasta mediados del próximo año seguirán llegando títulos a Xbox 360 y PlayStation 3 por lo que los ports estarán a la orden del día, en mayor o menor medida, no dando lugar salvo en casos concretos a alardes técnicos de auténtico órdago.
Dicho lo cual, Microsoft monta en Xbox One una CPU bajo la arquitectura x86 de 8 núcleos, exactamente igual que la que incorporará PlayStation 4; ambas cimentadas por la compañía AMD. Y es que los parecidos entre las dos consolas y compatibles son más que razonables. No obstante las diferencias entre la máquina de Microsoft y Sony son sustanciales, siendo datos concretos como el ancho de banda, los núcleos GPU utilizados o las operaciones por segundo por mencionar algunos quienes sitúan a PlayStation 4 por delante de Xbox One a priori.
Entrando en detalles, Xbox One cuenta con:
Por su parte, PlayStation 4 lleva:
Como podéis ver, la mayoría de los datos son bastante parejos, no obstante PlayStation 4 se coloca por encima de Xbox One en cuanto a la memoria ram utilizada, la tecnología GDDR5 pueden darnos auténticas alegrías; o el significativo número de operaciones por segundo. Aún así, los usuarios que tengan pensado comprar Xbox One y vean dichos datos, tranquilos, no os llevéis las manos a la cabeza y vayáis corriendo a anular vuestra reserva de la consola. La actual generación ha dejado claro una cosa, "la potencia sin control no sirve de nada". PlayStation 3 ha partido en desventaja técnica con Xbox 360, pero la máquina de Sony ha sido capaz de darnos títulos tan impresionantes a nivel técnico que han dejado en pañales a muchos de los juegos de Microsoft. Hablamos de obras como el reciente 'The Last of Us', todo un prodigio en una plataforma de sobremesa, o el inminente 'Beyond: Dos Almas'; incluso desde el punto de vista multiplataforma, PlayStation 3 ha contado en la mayoría de los casos, salvo títulos concretos, con las mejores versiones en cuanto a framerate entre otros pequeños detalles. Es por ende, que no tenéis de qué preocuparos en este aspecto; tanto Xbox One como PlayStation 4 son consolas increíbles a nivel técnico y que a buen seguro sabrán aprovechar al 110% su potencial.