Análisis Muramasa: The Demon Blade

Jugabilidad

Muramasa es un Beat'em up puro con algunos elementos RPG (mejora de habilidades, armas, uso de objetos en combate), la jugabilidad se basa en avanzar por escenarios de scroll lateral hasta que nos vamos encontrando enemigos, a los que tendremos que vencer para seguir avanzando, y otros factores que harán que la historia progrese, también tendremos que encontrar objetos ocultos y otras sorpresas que nos prepara el juego.

Pese a ser un juego 2D, también tendremos que tener cierto sentido de la orientación y mirar un mapa, ya que los escenarios conforman un camino, que a veces tiene bifurcaciones que irán formando diferentes líneas de mapeado, y avanzando y retrocediendo, tendremos que llegar a nuestro destino, puede ser un poco confuso al principio, pero en cuanto lo dominemos todo funcionará sin problema.

Como suele ocurrir en el género, muchos lo encontrarán repetitivo, en Muramasa disponemos de apenas media docena de movimientos diferentes, serán las diferentes espadas las que aportarán variedad a la acción, otro factor que quizá no convenza a todo el mundo, es el hecho de que en ocasiones sólo tendremos que avanzar rápidamente, sin que nada nos oponga seguir, algo intencionado por los programadores para que podamos simplemente contemplar el incomparable paisaje en el que nos encontramos, como siempre, dependerá de los gustos de cada uno.

En Muramasa podremos jugar con el WiiMote y el Nunchuck, el mando clásico, o el mando de GameCube, sea el tradicional o el Wavebird, cualquiera de ellos funciona a la perfección, ya que el título no utiliza ni los sensores de movimiento, ni el puntero, conformando un control 100% tradicional, personalmente no he echado en falta el uso del control por movimiento, para un juego de este tipo no es imprescindible. El único "pero" que le pongo al control, es el hecho de saltar inclinando hacia arriba el stick analógico, habría preferido fijarlo en un botón para dirigir mejor los ataques aéreos, aunque es un detalle menor que pasará en cuanto nos acostumbremos, por lo demás el sistema de combates funciona a la perfección.

Conclusión

Este título no es sólo un juego que gráficamente constituye una obra maestra, de gran duración y jugabilidad, sino que también es un juego que nos sumerge de lleno en la cultura tradicional japonesa, en su historia, en algunas palabras tradicionales, su lenguaje y su belleza artística, un verdadero argumento de peso.

Muramasa: The Demon Blade se revela como uno de los juegos del año, si queda algún periodista o crítico de arte que aún piense que los videojuegos no son una forma artística no tienen más que contemplar este juego para convencerse, una obra atemporal que seguirá siendo bella pasen los años que pasen. Un juego que pese a algún que otro defecto menor, no hace más que sorprendernos ante la belleza que presenta y cada nuevo escenario que descubrimos, mientras destrozamos enemigos con nuestra katana, prepárate a disfrutar con Muramasa.