Análisis Metal Gear Solid 3D: Snake Eater

(3DS)

Misión de un solo hombre

Página 2

Plataforma analizada: Nintendo 3DS
24/04/2012 00:15

Entorno natural

Si hay algo en lo que Konami ha puesto mayor énfasis a la hora de llevar su franquicia estrella a la portátil es sin duda el pronunciado efecto 3D que inunda al jugador desde la primera escena introductoria. Y es que las escenas de corte han sido levemente retocadas para acentuarlo dando protagonismo frecuentemente a los elementos situados en primer plano destacando sobre el resto.

Metal Gear Solid 3D: Snake Eater

Enfrentarse "de nuevo" a Ocelot es uno de los grandes atractivos.

Por suerte la nefasta tasa de imágenes por segundo que vimos en la demo se ha subsanado en gran medida para la versión final y no se acusa tanto, al menos no tan frecuentemente.

Ya en plena selva el trabajo que hizo en su día el estudio de Kojima sigue en plena forma potenciándolo más si cabe con unos personajes mucho mejor construidos, ya no solo a nivel de polígonos si no también de texturas y efectos sobre las mismas otorgándoles un acabado ejemplar. Sólo hay que ver a Snake para darse cuenta del nivel de detalle conseguido y pausando el juego en cualquier momento puedes “jugar” con el modelo para comprobarlo.

No sólo esto, si no que la iluminación global ha sido retocada para resaltar el efecto 3D, por el que por cierto se ha tenido que suprimir el desenfoque de los fondos (parece que ambos no se llevan del todo bien) a pesar de que en las cinemáticas realizadas con el propio motor se utiliza y favorece el enfoque sobre ciertos elementos dando sensación real de salir de la pantalla. Otro cantar es cuando nos sumergimos en las aguas pantanosas…

¿Lo malo? La pequeña resolución de pantalla produce demasiados jaggies en las copas de los árboles (parpadeo de las hojas en contraste al cielo diurno) desluce una inmejorable impresión, y es que arrastrarse entre los arbustos con vista subjetiva mientras te escondes de los guardias y cae una hoja del árbol que está sobre ti a la pantalla hace que cualquier pequeña imperfección pase desapercibida en pos de una inmersión muy superior a la del original.

Metal Gear Solid 3D: Snake Eater

La espectacularidad de los entornos sigue viva.

Saltos, cabriolas y expresiones faciales están a la orden del día en unas animaciones tremendamente efectivas especialmente durante las largas secuencias que pueblan la aventura. Quizá en algunos momentos pueden resultar mecánicos movimientos concretos del propio Snake pero el conjunto resulta de lo más creíble.

Sin duda el motor que llevó PS2 hasta el límite revive en la portátil sin envejecer ni un ápice al que unos pequeños retoques le hacen relucir más que nunca.

Por otra parte y viendo el trabajo realizado recientemente en Revelations o Kid Icarus echamos en falta un mayor trato a ciertas texturas o superficies, sobretodo en escenarios interiores o cerrados y más teniendo en cuenta que iba a ser título de lanzamiento junto a la portátil.

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Lo mejor

El efecto 3D, un nuevo nivel de inmersión.

La absorbente historia.

Infinitas posibilidades jugables.

El nivel sonoro es de escándalo.

Gráficamente da la talla…

Lo peor

…aunque la tasa de frames escasea en ocasiones.

Si apuntamos en modo FPS el 3D se desactiva.

El segundo stick se antoja imprescindible, la cámara sin él es horrible.

Nula adaptación a la filosofía portátil, hay escenas muy largas.

La versión con menos contenido de Snake Eater, llega demasiado tarde.

¿Cómo analizamos?