La nueva fiesta de Mario nos presenta un modo de juego que varía drásticamente de todos sus predecesores, pero que igualmente consigue un buen resultado
En primer lugar, las casillas azules serán las encargadas de darnos los diferentes dados que podremos utilizar en lugar del dado normal de 6 caras. Estos dados nos permitirán avanzar más o menos casillas, o incluso ninguna. Siempre que se nos ofrezca un dado, además, puede que su contenedor tenga una sorpresa para nosotros, que generalmente será un minijuego. En otras ocasiones, podrán ser una pequeña cantidad de miniestrellas, por ejemplo.
En segundo lugar, hablemos de los minijuegos. En esta ocasión, no contaremos con un minijuego después de cada turno, sino que saldrán cuando caigamos en una casilla, o bien, con eventos como el regalo sorpresa del contenedor del dado. En cuanto al tipo de minijuegos, podremos encontrar hasta cuatro casillas:
Cada vez que tengamos que disputar uno de estos minijuegos el proceso será el mismo. Se nos ofrecerán tres minijuegos y el Comandante tendrá que elegir cuál de ellos se va a jugar. Una vez disputado, las distintas posiciones que hayamos conseguido nos darán una serie de miniestrellas, más para el ganador que aquel que haya quedado en último lugar. Por lo tanto, todos los jugadores se verán recompensados, aunque unos más notablemente que otros.
Esta nueva forma de que los minijuegos no sean obligatorios tras cada ronda puede estribar en dos situaciones muy diferentes: podemos tener una partida repleta de minijuegos y por otro lado una en la que apenas jueguemos unos pocos. Esto puede disgustar a aquellos jugadores que sean especialmente hábiles con estos minijuegos, pues dejar en manos de la victoria a aquel que tenga un poco más de suerte no puede resultar del todo agradable.
Lo mejor
La nueva forma de jugar al tablero no decepciona en absoluto
Los minijuegos presentan una mecánica bastante aceptable
El juego se ve muy fluido y con pocos momentos tediosos
Lo peor
Sin multijugador, el juego no da mucho de sí
La suerte tiene demasiada presencia frente a la habilidad
El uso del sensor del mando de Wii no se aprovecha lo suficiente