Análisis LittleBigPlanet

Apartado Técnico

Resulta realmente difícil iniciar una valoración adecuada del desarrollo técnico de este título, especialmente, por la complejidad que supone el comentar un desarrollo basado en la idea de "todo lo que se ve se hace".

Como filosofía y objetivo central del desarrollo, entendemos que resulta una auténtica genialidad el haber creado un título como LittleBigPlanet desde la premisa de conseguir que todo lo que sus creadores realicen, exista posibilidad de que sea realizado por cualquier usuario que desee crear sus porpio niveles. Pero este aspecto lo trataremos en detalle dentro de la jugabilidad del título.

A nivel gráfico resulta también un tanto peculiar valorar sus posibilidades, en tanto los resultados finales son realmente la materialización de la imaginación de sus creadores mediante un correcto uso de las texturas y materiales que están disponibles en el editor del juego.

Para hacerlo más sencillo, tendremos en cuenta el juego tal y como nos es presentado para jugar directamente, en sus cincuenta niveles, necesarios para desbloquear los materiales y objetos que nos permitirán posteriormente realizar nuestras propias creaciones.

Desde el primero hasta el último, cualquiera de estos niveles son un ejemplo de imaginación y sorprendente uso de los colores y las formas. Desde jirafas elevadoras creadas con cadenas suspendidas de árboles cúbicos, a complicados pasadizos en forma de ruedas gigantescas que giran en sentidos contrarios sobre un electrificado suelo que impide nuestro paso.

Todo es posible encontrarlo en cualquiera de los mundos creados para ser jugados directamente. Ambientes urbanos, desérticos, orientales, selváticos, suburbios, oscuras cavernas o lúgubres túneles forman parte de este inmenso mundo de fantasía. A primera vista, puede haber quien crea que este aire desenfadado y fantasioso puede relacionarse con un enfoque infantil del juego. Nada más lejos de la realidad.

LittleBigPlanet, a nivel gráfico, resulta fresco y alegre, pero envuelto en una complejidad técnica digna de elogio. Es, para que nos entendamos, el resultado de coger un gran saco de piezas de Lego, Tente, Exin Castillos o Mecano y convertir todas esas pequeñas piezas en un mundo imaginario con más de cincuenta escenarios distintos.

En ellos encontramos recreados, con una gran habilidad, entornos llenos de lujos de detalles, con una gran variedad de artefactos, puzzles y recorridos destinados a hacernos algo complicado alcanzar nuestra meta. Los efectos visuales que acompañan a estas escenas, representan con gran fidelidad, elementos como el fuego o la electricidad, perfectamente recreados y dotados de gran realismo.

También conviene destacar la perfecta manipulación de las luces, bien en la ambientación general del escenario o mediante la utilización de los objetos luminosos de los que disponemos en algunos niveles y que nos permiten avanzar por las zonas más oscuras y lúgubres de algunos niveles.

Todo responde con una física real a los elementos naturales que representan, y junto a los movimientos de los objetos producidos por los distintos mecanismos que existen por todos estos mundos, emulan a un gran mecano interactivo que, en ocasiones, da tentación de coger con las propias manos por su perfecto funcionamiento.

El entorno 3D en el que se desarrolla el juego dota a los objetos de la profundidad suficiente para darles cuerpo y entidad. El sistema de tres capas en el que se desenvuelven todos los elementos añade aún más profundidad visual a los escenarios.

Curiosamente, durante el juego en sí, la cámara se desplaza de forma lineal a medida que avanzamos por cada uno de los niveles y sólo tenemos opción a cambiar el punto de vista de la misma, cuando estamos en el modo edición creando un nivel propio.

El efecto del conjunto cumple con nota las exigencias técnicas que pueden pedirse a un título de la sobremesa de Sony a nivel gráfico. Algunos niveles, por su originalidad y colorido resultan, sencillamente, geniales.