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La triste historia de Isao Okawa, el expresidente y salvador de SEGA

Durante la época más oscura de la compañía japonesa, Isao Okawa fue capaz de resucitar a la empresa de una forma única

18/05/2021 17:28
Fran

SEGA

SEGA es una de las compañías de videojuegos mejor valoradas en la actualidad. Aunque actualmente centrada en el rol de distribuidora y no tanto en el desarrollo como antaño, hablamos de una de las empresas más emblemáticas de la historia de los videojuegos, capaz de hacer frente a la todopoderosa Nintendo. Hablar de SEGA implica también hacerlo de Isao Okawa, expresidente de la compañía y más importante aún, salvador de la marca. 

En el momento más oscuro de SEGA, Isao realizó una donación de su propio bolsillo para sufragar las pérdidas millonarias

Isao fallecía en 2001, pero su legado para SEGA es ya eterno, siendo capaz de resucitar a la compañía en sus momentos más oscuros. Como ya estaréis imaginando, nos referimos al fatídico lanzamiento de Dreamcast, la última consola de la empresa japonesa. GameCube estaba cumpliendo, aunque con dificultades, entre los jugadores. Xbox, primera máquina de Microsoft, todavía estaba tratando de encontrar su hueco. PlayStation 2, por el contrario, era todo un hito, con millones de unidades vendidas. No había sitio para Dreamcast. 

A pesar del bagaje de SEGA en la industria, el público parecía estar desconectado de Sonic y en sí la experiencia que ofrecía la compañía con su nueva plataforma. Buscaban experiencias nuevas y diferentes. La industria estaba cambiado y SEGA no lo supo afrontar. Dreamcast se convertiría así en la última consola de la empresa. 

Los inversores, francamente nerviosos, pedían explicaciones a SEGA todavía tercer mayor fabricante de videojuegos en el mundo. Pero ni ellos ni los máximos responsables de la empresa supieron afrontar las pérdidas de hasta 650 millones de dólares. Isao Okawa, presidente de SEGA hasta 2001 salvó a la compañía de la catástrofe donando nada más y nada menos que 695,7 millones de dólares de su propio bolsillo. 

Desgraciadamente, a principios de 2001, Isao fallecía debido a una insuficiencia cardíaca a la edad de 74 años. 

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