Dragon's Dogma

Dos caras

Técnicamente el juego tiene apartados que contrastan totalmente. Por un lado están los escenarios, que carecen de las texturas o la personalidad del resto de elementos. Gráficamente no se situarán (ni de lejos) entre lo más puntero de la generación. Incluso las diferencias entre los cerrados o los abiertos es bestial. Los personajes enemigos se repiten e incluso se nota poco trabajo al ponerlos al lado de los protagonistas, que al mismo tiempo denotan lo mismo al ponerlos junto a los enemigos finales. Es un apartado lleno de elementos que parecen estar en fases de desarrollo dispares. Pero repetimos que aún queda tiempo para trabajar.

Si hablamos de efectos como el agua o el fuego nos encontramos con la misma diferencia. El agua cumple pero el fuego es casi perfecto. Uno de los mejores de la generación. Nos preguntamos si el agua mencionada o la iluminación llegarán a estar a la altura.

El fuego en movimiento es casi perfecto. El resto de elementos tiene niveles de calidad dispares

Poco podemos deciros con seguridad de este apartado salvo que va a ser realmente difícil de valorar de quedarse así. Se nos hace raro ver cosas sobresalientes como los enemigos finales junto a otras notables como los personajes e incluso mediocres. Sabemos que el producto final cambiará pero tampoco creemos que salve las diferencias actuales.

Sonoramente supones que como es constumbre el juego no llegará doblado (traducido seguramente) pero las melodías se hicieron notar. La ambientación ganaba enteros con ellas. Decir que si todas son como las del menú tendremos una BSO tan emotiva como acertada.

¿Un digno heredero de Monster Hunter?

La pregunta con la que he enunciado estas breves conclusiones quiero que os quede clara. El juego tiene claras influencias. Bebe descaradamente de algunas cosas pero eso no evita que tenga personalidad propia o algunos conceptos innovadores que le sientan como un guante a la fórmula jugable. Una fórmula tan espectacular como entretenida.

Si bien es cierto que aún es pronto, que el juego tienen que demostrar tener una variedad de enemigos que mantengan el nivel de los mostrados o un argumento tan elaborado como se nos hace creer, las impresiones, más allá del apartado técnico, en el que son debatibles, son en general positivas. Se acerca algo realmente grande a nuestras consolas.

Porque ver un grifo en llamas caer en picado o subirse al lomo de una quimera no es algo que podamos ver ni jugar todos los días. Y menos aún de la manera tan intuitiva que nos ha dejado Dragon's Dogma.

Si cuenta con horas suficientes para suplir la ausencia de multijugador podemos dar por seguro que estamos ante una gran aventura de tintes épicos que hará las delicias de los que aman la ambientación medieval.