Análisis Halo: Reach

La colocación de las cámaras, mostrando siempre los primeros planos, la cantidad de voces que nos gritan por el intercomunicador mientras a nuestro alrededor se desarrolla una gran batalla por tierra y aire, cuando vemos de fondo una cruenta batalla entre soldados y Skirmishers en un feroz intercambio de balas y dentelladas mientras en el cielo una gigantesca nave Corbeta se parte en dos en medio de una gran explosión que hace temblar el suelo.

Y todo ello en mitad de un espectáculo de luces y explosiones, con una banda sonora que por momentos suena roquera mientras nuestra adrenalina se dispara y en otras se muestra épica, memorable, casi espiritual, regalándonos unos momentos difíciles de olvidar.

El ritmo de la acción no decae en ningún momento y la variedad de misiones es digna de elogio. Además de la espectacular fase donde pilotamos una nave y luchamos en el espacio, grandiosa se mire por donde se mire, por primera vez en la saga nos veremos echando mano del sigilo para infiltrarnos en las líneas enemigas, caminando despacio, usando el asesinato por detrás con cuchillo mientras el único ruido que se deja oír es el aullido del viento y las indicaciones de nuestro superior guiando nuestros pasos. Estas fases recuerdan mucho a aquella que tanto impactó en el mundo shooter, la de Chernobyl en Modern Warfare y que muchos han tratado de imitar, no siempre con éxito. Halo: Reach lo consigue.

Dicen que las mejores esencias se esconden en frascos pequeños aunque esto no siempre guste cuando se trata de videojuegos, y tal vez meter en un mismo disco semejante despliegue técnico, una cantidad importante de metraje en forma de cinemáticas, un editor de niveles y una oferta multijugador para quitar el hipo, haya supuesto pagar un peaje alto en el modo Campaña.

En poco más de 7 horas podemos completarla en una dificultad Normal, 8-9 en Legendaria, y eso contando con que veamos todas las cinemáticas (que no son pocas y pueden alcanzar en total una hora larga) y nos maten varias veces. Si vamos a saco y somos buenos en los shooters podríamos completar la campaña en 5-6 horas, lo que a todas luces se queda muy corto, si bien en su defensa podremos decir que rejugarla en cooperativo (con uno, dos o hasta tres amigos) se convierte en una experiencia bien distinta, donde cada uno podrá elegir un soldado y aprovechar sus habilidades.  

Ni que decir tiene que el multijugador, hagamos o no uso del editor de niveles del modo Forge, le otorga una durabilidad al título de meses, por no decir años, aunque esto no quitará la sensación de que nos hemos podido pasar la campaña en un día, un suspiro eso sí muy intenso y memorable. En definitiva, la historia de Reach merece ser recordada y mucho más vivida.

Cada batalla, cada escaramuza ya sea a pie o pilotando cualquier vehículo humano o Covenant sirve para darnos cuenta de lo que supone esta despedida. El final nos aguarda unas cuantas sorpresas y alguna cara conocida. Por supuesto no vamos a desvelar nada, será mejor que vosotros mismos lo descubráis porque la ocasión lo merece. La memoria de Reach lo merece.

Apartado técnico

Si quedaba alguien esperando unos gráficos que ensombrecieran algunos títulos punteros como Killzone 2 o Uncharted 2 para picar a algún Sonier será mejor que se fije en otro apartado, pues Halo: Reach no sobresale en este aspecto aunque se quede muy cerca. La completa remodelación del motor gráfico usado por Bungie se deja notar en todos los apartados técnicos del juego y se aprecia una evolución clara respecto a Halo 3, muy criticado técnicamente por verse claramente superado por otros títulos de Microsoft como Gears of War o el mencionado Modern Warfare.

Un vistazo a las imágenes y vídeos que circulan por la red nos da una idea de lo que se ha conseguido, la sensación de que Reach no abandona del todo ciertos defectos como algunos escenarios demasiado poligonalizados o el hecho de que no todos los elementos gozan del nivel de detalle deseado (algunos civiles y bases presentan modelos más bien toscos).

Pese a ello encontramos decenas de ejemplos que nos hacen pensar que estamos ante el juego mejor dotado técnicamente del catálogo de Microsoft. ¿Cómo es eso posible? Podemos hablar de los escenarios, muy amplios, llenos de bases, enemigos, rocas con las que cubrirse, y de esa amplitud surge la libertad de poder completarlo de distinta manera, atacar primero la base que queramos, poder dar un rodeo para matar en silencio y facilitar el camino... es una libertad que otros títulos del género no tienen, que obligan a ir por un camino prefijado. 

Halo: Reach también esta lleno de scripts, pero no son pasilleros, no obligan a ir de A a B sin salirte del rumbo, sólo añaden más espectacularidad a un desarrollo trepidante.