Análisis Gunstar Hero

Gunstar Heroes fue el primer juego con el que la compañía dio a conocer su calidad fuera de Japón. Llegó en 1993, en mitad de la encarnizada lucha entre Mega Drive y Super Nintendo por el dominio en consolas de sobremesa.

¿Y cuál es el secreto de la gran reputación de Treasure? Pues una gran calidad y detalle técnico y una jugabilidad perfectamente ajustada, con esa alta dificultad tan bien calculada que "obliga" a perseverar, y una variedad de situaciones increíble.

Así es Gunstar Heroes: intenso, variado y difícil: Se trata de un arcade de acción/plataformas 2D, en el que manejas a uno de esos "heroes", encargados de desbaratar los planes de un malvado ejército.

Podemos elegir la fase por la que comenzar, entre los cuatro mundos disponibles (un buen detalle, de esta manera se aumenta la re-jugabilidad) y, antes de la misión, escogerás entre cuatro tipos de armas principales.

Una vez finalices esos cuatro mundos, se abrirá el último, de mayor dificultad, y con una estructura sorprendente.

Comenzada la partida, nuestro avance se verá interrumpido por enemigos, disparos y explosiones sin descanso. Los adversarios usarán cualquier modo de ataque, y desde cualquier punto, por lo que hay que vigilar cada movimiento.

Los items permiten aumentar la potencia de nuestras armas, lo que resulta imprescindible. Afortunadamente, nuestra barra de vida resiste varios impactos antes de agotarse, al contrario que en otros títulos similares como "Contra", en el que un sólo disparo es "mortal".

Lo que sí comparte GH con Contra es que se nos permite disparar mientras caminamos o bien fijar nuestra posición (con un botón pulsado) y disparar en la dirección deseada. La acción no da tregua, es frenética y requiere habilidad y agilidad.

Conforme avanzamos por los distintos niveles, encontramos multitud de retos, jefes finales, zonas de plataformas, fases en vehículos, enemigos que atacan por tierra, mar y aire... desde luego, Treasure pretendió que ningún nivel se pareciera al anterior, y lo consiguió.

La variedad de situaciones, en un género que se suponía repetitivo, simplemente de "avanzar y disparar", fue lo que más sorprendió en su momento, y lo que hace que este GH se haya convertido en un clásico.

Por supuesto, se incluye un modo para dos jugadores, que multiplica la intensidad de la acción.

El manejo, como he dicho, requiere habilidad, pero el Mando Clásico se comporta perfectamente, con rapidez y precisión. El pad de Gamecube es menos recomendable (esa cruceta...).

La dificultad es exigente, pero muy bien ajustada, y la posibilidad de elegir fase hace diferente cada nueva partida, a lo que hay que añadir la opción de suspensión de la Consola Virtual.

Como buen arcade, todos desearíamos que durase más, son cinco mundos de dificultad creciente, que quizá saben a poco, pero la intensidad y la variedad de situaciones lo compensan.

El nivel gráfico es muy alto, utilizando muy bien la potencia de Mega Drive al crear personajes ágiles, variados y bien animados, y escenarios vistosos, profundos y de gran diseño. Multitud de explosiones y enemigos, incluyendo grandes jefes finales, llenan cada pantalla, y aún así todo se mueve con suavidad. Es un juego muy vistoso, creado con multitud de detalles de calidad (efectos de explosiones, grandes enemigos, rotaciones...)

La banda sonora recoge con acierto el clima frenético del juego. En resumen, el gran ritmo de la acción, la variedad y el modo 2 jugadores hacen de Gunstar Heroes uno de los juegos de acción 2D más divertidos y jugables.

Está al nivel o incluso supera a juegos tan consagrados de la era de 16 bits como Probotector (en su versión Super Nintendo y Mega Drive), Megaman X o Super Ghouls & Ghosts.

Diversión directa y jugabilidad total, un imprescindible.