Gran Turismo Sport

Gran Turismo Sport: reinventando la fórmula del éxito

Antes de entrar a detallar lo que nos vamos a encontrar con 'Gran Turismo Sport', conviene aclarar el título de estas impresiones, "Asalto al trono de la conducción" que tiene una sencilla explicación. Dentro de la conducción y del subgénero de la "simulación" nadie puede negar que 'Gran Turismo' ha sido el juego más influyente desde el inicio de la era 3D, trasladándonos las sensaciones al volante más reales que habíamos experimentado nunca. Pero también es de sobra conocido por todos que la silueta de 'Gran Turismo' se ha difuminado desde hace años, sobre todo con una quinta y sexta entregas que parecían haber perdido el rumbo.

La experiencia de conducción era la misma, el apartado visual cada vez mejor, pero la fórmula se agotaba poco a poco, con Polyphony mostrándose demasiado conservadora. Los larguísimos tiempos de desarrollo de la saga y algunas decisiones de lanzamiento extrañas (GT Prologue, Gran Turismo 6) terminaron por cansarnos a muchos de nosotros y esa situación fue aprovechada de manera sobresaliente por Microsoft Studios para trepar con su saga 'Forza Motorsport' hasta los cielos en consola, con hasta 6 entregas en un periodo mucho más corto de tiempo.

Polyphony no ha sido ajena a la competencia y a los importantes aportes que han hecho al género algunos títulos como 'DriveClub', con su concepto de juego de conducción social o 'Project CARS', con una importantísima presencia de la comunidad. Estaba claro que un 'Gran Turismo 7', siguiendo la senda marcada por anteriores entregas no iba a sorprender a casi nadie, sobre todo con la actual consola de Sony y sus capacidades de juego online. De ahí el concepto de 'Gran Turismo Sport', una mezcla de tradición e innovación en los videojuegos de conducción, con el objetivo de que compitamos por demostrarle al mundo nuestro talento como pilotos y de esta manera, intentar ocupar de nuevo el trono perdido.

Demostrando al mundo de qué estamos hechos

Lo que nos hemos encontrado es un juego tremendamente social y que vive para mantenernos conectados con otros jugadores. 'Gran Turismo Sport' apuesta por la competición online a través de eventos contínuos a los que nos podemos unir y otros más exclusivos semanales relacionados con la FIA. La idea es que como pilotos salgamos de casa y vayamos más allá de medir nuestra habilidad con nuestros amigos o participar esporádicamente en partidas online; ese precisamente era uno de los problemas de los últimos 'Gran Turismo', separar dráscticamente la experiencia online de la offline.

La influencia de 'DriveClub' es evidente, para nada en la conducción, pero sí en la gestión de las carreras temáticas, los calendarios de eventos, el muro social que nos vamos a encontrar o el gran componente social que vamos a encontrar. El juego de los ya disueltos Evolution Studios no empezó con buen pie, pero la influencia que ha dejado en el género se empieza a ver poco a poco. El núcleo de la nueva experiencia es el modo Sport, donde podemos unirnos a carreras diarias, carreras de campeonato o simplemente coger unas palomitas y sentarnos como espectadores a ver cómo los demás compiten en GT Sport Live TV. 

Ahora, como pilotos "globales" tenemos que intentar subir nuestro nivel a base de participar en competiciones y de esta manera subir en los ránkings de 'GT Sport'; cualquiera puede alcanzar la gloria si sube lo suficiente y llegar a participar en eventos reales organizados por FIA y Gran Turismo, algo que motivará a muchos a sacar lo mejor que llevan dentro. El enfoque online que ahora abraza 'Gran Turismo' conlleva muchos cambios, que sobre todo inciden en tener que balancear mucho más los vehículos a nuestra disposición, muchos menos que nunca y que ahora están divididos únicamente en tres categorías. Todo apunta a que iremos recibiendo más y más vehículos, así como circuitos, pero id haciéndoos a la idea de que para mantener el equilibrio todo se va a reducir en número.

Nuestra reputación como pilotos

La competición online en el género de la conducción ya sabéis que conlleva siempre un problema: el comportamiento de todos los pilotos en el circuito y las jugarretas de aquellos que se conforman con estropear las vueltas de los rivales. Para ello Polyphony le va a dar un enorme peso a nuestra reputación online con un nivel de puntos de deportividad. Si no nos comportamos, terminaremos muy pronto únicamente emparejados con rivales de nuestra calaña, así que a priori parece que habrá que tomarse muy en serio este punto.

Dejando de lado la experiencia online, Polyphony no se ha olvidado de aquellos que prefieren una experiencia de conducción en solitario, y para ello ha ideado una campaña centrada primero en el aprendizaje de las maniobras básicas enfocado en los principiantes. Se podría decir que esta escuela de novatos es como los exámenes de licencia de pasadas entregas. Profundizando en esta Campaña, la verdadera salsa son los casi 120 retos que nos pondrán frente al volante en situaciones límite o con condiciones determinadas de vehículos y circuitos, siempre con el objetivo de que nos convirtamos en mejores pilotos.

Tampoco faltará el impresdindible modo arcade donde podremos conducir con las condiciones, vehículos y circuitos que deseemos en cada momento, conduciendo en carrera o por el mejor tiempo y con la grata sorpresa de que Polyphony no se haya olvidado de incluir un modo para dos jugadores a pantalla partida (de momento únicamente para juego en local). 

Una experiencia de conducción a largo plazo

Por lo tanto, por lo que hemos podido ver, a día de hoy el juego se muestra como la entrega más completa en cuanto a experiencias de la saga hasta el momento, de eso no tenemos duda, pero ¿y la conducción? Lo cierto es que las sensaciones al volante han sido igual de sólidas que siempre, sin demasiadas complicaciones para controlar en pista incluso los deportivos más extremos. A pesar de saber que estamos ante un simulador de consola, que debe enfocarse en un público bastante amplio, nos ha sorprendido la agilidad con la que el jugador podrá configurar las ayudas del coche y pisar el acelerador; la dificultad es graduable, pero no parece que vaya a ser un quebradero de cabeza ni siquiera en nivel profesional, a falta de conocer más sobre la profundidad de personalización de los coches. Podremos elegir entre ayudas en la frenada y la dirección, además de marchas automáticas o manuales, pero de momento poco más.

Por último hay que ser justos con 'Gran Turismo Sport' y comentar la importante de mejora visual que ha experimentado desde su presentación al público esta primavera. Si en aquel momento se criticó mucho el acabado gráfico general y el rendimiento, ahora parece que todos esos problemas van encontrando solución, y ahora los vehículos lucen bastante mejor. Sin embargo en esto se nota un cambio de rumbo notable por parte de Polyphony Digital, que ahora parece no darle tanta importancia como en el pasado a un apartado visual que toque el techo de las consolas PlayStation, si no enfocarse en la experiencia de conducción y la interacción con otros jugadores. Esto no significa que se haya perdido el cuidado y la pasión por el mundo del motor, y es que vamos a encontrarnos un modo foto realmente completo y que dará lugar a tomas verdaderamente impresionantes que podremos compartir. 

Si tenías dudas acerca de qué nos va a ofrecer 'Gran Turismo Sport', puedes esperar una experiencia pensada para sobrevivir muy a largo plazo, que Polyphony deberá mantener con constante apoyo en los próximos años y cumpliendo la promesa de ir expandiéndolo con nuevos contenidos, por lo que parece que los amantes del motor tendremos entretenimiento para mucho tiempo.