Como ya os imaginaríais el mando se coge en posición horizontal. En cuanto a la dificultad es un juego muy equilibrado. Como siempre necesitareis unos minutos para haceros con el control, pero luego podréis jugar tranquilamente en cualquier superficie. La dificultad ira aumentando poco a poco hasta que seáis unos profesionales, y necesitareis serlo para terminar el 100% del juego.

Duración

Posiblemente el apartado más flojo del juego. No me entendáis mal, el juego es largo, pero te quedas con ganas de más. Tenemos 4 niveles de dificultad (Bronce, plata, oro y platino), más el modo SuperExcite, que es aún más difícil. Dentro de cada uno de estos modos tenemos unas 5 carreras, ambientadas en 5 lugares distintos. La duración aumenta gracias a los retos, los cuales tienen también dos dificultades, normal y experto.

El modo multijugador es también muy bueno, pero solo para dos jugadores.

Diversión

El juego es divertido hasta la saciedad. No os cansareis de jugar hasta que lo completéis todo, y os costará. Os lo pasareis en grande recorriendo los enormes circuitos y realizando acrobacias, pero si además tenéis dos mandos y alguien con quien jugar la diversión se multiplica.

La sala se llenará de risas, gritos y piques solo comparables a lo que sucede con un Mario Kart.

Conclusión

No se que más puedo decir en este apartado que no haya dicho ya antes. Solo señalaré una cosa, y es que, al menos para mí, este es el segundo juego imprescindible para Wii (después de Zelda). Si lo probáis me entenderéis.

Divertido, rápido y original, la descripción de Nintendo materializada en un juego. Aún así, Wii puede, o debería de poder, ofrecernos más en muchos aspectos.