Noviembre se presenta como el mes de la redención para la serie 'Dragon Age'. Tras una primera entrega fantástica, Bioware desvió su camino miles de kilometros en una segunda entrega que fue altamente crtiticada. Con 'Dragon Age: Inquisition', la compañía espera ofrecer a los usuarios y fans de la serie una entrega la altura de las expectativas. Una entrega, que como es costumbre en los últimos juegos de Bioware, contará con relaciones entre los diferentes personajes. Eso sí, con algunos cambios más que sutiles pues el sexo ya no será el objetivo final.
En 'Dragon Age: Inquisition' se abordarán las relaciones desde un punto de vista más profundo. Ya en el pasado Bioware cometó que tenía la intención de crear un sistema de relaciones más profundo y dinámico. El estudio quiere que todo sea más tradicional y humano, más realista. En anteriores juegos, solo se limitaba a ofrecer un par de conversaciones, realizar un par de misiones y a la cama a disfrutar. Más allá de esto no había nada más. Realismo cero y esto es precisamente lo que Bioware quiere cambiar en 'Dragon Age: Inquisition'. Ofrecer algo real y que un jugador sea capaz de ver y entender como se ha conseguido.
No vamos a tener regalos que compren afecto. No vamos a tener a las relaciones sexuales como el objetivo final. En lugar de eso se tratar de alcanzar algo que sea como las afecciones auténticas y vas a ir y decir, '¡Eh, tú, nos vamos a besar ahora.' Y dejar que los jugadores disfrutan de eso, y se sientan como, ¡sí, esto es una cosa real. Mike Laidlaw, diseñador de Bioware.
Fuente: VG247





