En el mundo de los videojuegos no solo tenemos una buena base de juegos entre los que elegir y aventuras que vivir, sino que también disponemos de un buen número de opciones en lo que respecta a las plataformas en las que jugar. Con el paso de los años, las compañías han creado asombrosas consolas con las que buscar adaptarse a los jugadores, ofrecerles la posibilidad de jugar tanto dentro como fuera de casa para, de ese modo, disfrutar de sus partidas en cualquier parte.
Pero no importa el tiempo que pase, hay consolas que resultan inolvidables. Una de esas consolas que muy pocos jugadores pueden olvidar es Nintendo 64, la consola de Nintendo que marcó un antes y un después en el mundo de los videojuegos. Después de todo, si echamos un vistazo a su catálogo de juegos, nos encontramos con propuestas que han logrado mantenerse en el top de favoritos de muchos jugadores, a pesar de que otros tantos proyectos quedaron colgados en el aire.
Eso sí, no son solo sus juegos lo que recordamos con cariño de esta consola. Su logo, a pesar de los años que han pasado, ha conseguido mantenerse como uno de los emblemáticos. Su diseño, sus colores e incluso los buenos recuerdos que traer consigo en base al inicio de sus juegos. Pero si ya un simple vistazo al logo nos demuestra que es especial, debes saber que hay algo más en su diseño que lo hace realmente especial.
Un logo que guarda un gran secreto en su diseño
El logotipo de Nintendo 64 cuenta con muchos puntos para ser uno de los más recordados y queridos por los jugadores. Pero a lo largo de los años ha conseguido guardar un secreto muy especial para los jugadores y es que sus diseñadores lo hicieron perfecto en todos los sentidos. Después de todo, este logo está compuesto por 64 vértices y 64 caras, dando así un logo que está unido de todas las formas posibles al nombre de la consola.
Si bien es cierto que el logo de la consola que conocemos en la actualidad no fue la primera idea de la compañía, sin duda fue un cambio muy positivo por parte de los diseñadores. Una idea revolucionaria que, de algún modo, logró cumplir con el objetivo de la marca en el momento de la creación de la consola: sorprender a los jugadores y crear una máquina distinta en todos los aspectos.