Conviértete en uno de los últimos descendientes de la Décima Legión y limpia el nombre de la hermandad, salvando al reino de Ehb de los misteriosos peligros que le acechan.
En el año 2002, los jugones de todo el mundo pudieron probar por primera vez el nacimiento de una saga llamada Dungeon Siege. Aunque no fue un juego totalmente novedoso, en parte por salir tras el lanzamiento de Diablo 2, esta saga de rol era muy divertida y adictiva, y era una época en la que los juegos de este tipo gozaban de muy buena salud y admiración por parte de los jugadores.
Esto fue de la mano de Gas Powered Games como desarrolladora y Microsoft Game Studios como editora, al igual que Dungeon Siege 2.
La caída de la Décima Legión
Todo comienza con un relato. Un relato en el que conoceremos el reino de Ehb y los sucesos que rodearon a sus fundadores, la Décima Legión, cuando una mujer llamada Jeyne Kassynder consiguió volver al pueblo contra ellos y acabar casi definitivamente con la hermandad.
Tras conocer estos hechos deberemos escoger a nuestro personaje, que será un descendiente de la Décima Legión y que, 30 años después de su caída, tendrá la misión de devolver el buen nombre a la hermandad. Los personajes que podemos elegir son cuatro, y sus clases son completamente predefinidas:
Por supuesto, nuestra estrategia durante los combates dependerá de a quien elijamos como personaje, ya que no será lo mismo usar a un mago que a un guerrero. Sin embargo, la trama principal será la misma para todos, sin llegar más allá de pequeños cambios en los diálogos para remarcar la personalidad de cada personaje.
Lucas Montbarron
Una pequeña decepción, ya que no sólo no afecta la elección de personaje durante la historia, sino que las decisiones que tomemos durante el juego afectarán más bien poco al desarrollo de la misma. Nada de historia variable al más puro estilo Mass Effect, al margen de algunos detalles sin demasiada relevancia o, algo más importante, el final del juego.
Unas 10 – 15 horas de juego que nos resultarán entretenidas, pero que no tendremos muchas razones para rejugar si no fuera por la opción de hacerlo con varios amigos a la vez.
Lo mejor
Buenas dosis de acción contra numerosos enemigos al mismo tiempo
La interfaz, muy lograda e intuitiva
El modo multijugador, sobre todo en su vertiente online, es más que divertida
Lo peor
Siguen sacrificando el rol en la saga
El desarrollo del personaje no es tan bueno como en el primer juego
Algunos fallos técnicos, tanto conceptuales como de desarrollo
Mucho más lineal que otros juegos del mismo estilo