Análisis Driveclub

Solo en PlayStation 4

'DriveClub' por fin llega esta semana al mercado, tratándose del lanzamiento exclusivo más potente de PS4 de cara a final de año -con permiso de 'Little Big Planet 3', que también llega a PS3-. Detrás de este ambicioso proyecto de nueva generación centrado en las posibilidades online de la infraestructura PlayStation, se encuentra Evolution Studios, los padres también de la saga 'MotorStorm' y responsables originales de la licencia 'World Rally Championship'. Con una amplia experiencia en el terreno de la conducción arcade, Evolution ha dedicado los últimos años en trabajar en 'DriveClub', su proyecto más ambicioso y que ha sufrido algunos contratiempos importantes durante su desarrollo -incluido un largo retraso para reconducir el desarrollo-. Para Sony la apuesta es muy grande de cara a final de año, y por ello ha puesto todo su apoyo en cuestiones de marketing e incluso dando acceso a todos los suscriptores de PS Plus a una versión recortada, pero plenamente funcional.

Tras un par de semanas a los mandos de 'DriveClub', creemos poder definirlo bien como un juego de conducción accesible y sin complicaciones, donde lo más importante es quitarse el ansia de competir echando unas pocas carreras sin apenas esperas. Lo más importante no es la duración de las partidas (algo que depende del tiempo de cada uno) sino el tiempo de acceso a estas; y lo cierto es que se nota que se ha trabajado mucho en que apenas introduzcamos el disco, podamos acceder rápidamente al online y pisar el acelerador.

El concepto que propone 'DriveClub' se divide en una parte de juego offline y otra de juego online, aunque participando en cualquiera de los dos modos podremos sumar puntos a nuestro nivel. Por el lado de la propuesta offline tenemos el modo Tour, que nos propone competir en varias pruebas que irán progresivamente subiendo de dificultad y categoría de vehículo, a la vez que nos permiten subir de nivel personal e ir adquiriendo vehículos cada vez más potentes. Tendremos varias pruebas accesibles en las que tendremos que superar algunos retos (quedar entre los tres primeros, superar la velocidad media de un tramo, etc.) para coleccionar estrellas y así poder desbloquear la siguiente categoría. En este modo Tour podremos tanto participar en carreras como en pruebas contrarreloj y de derrape.

También apto para conductores solitarios

El modo Tour supone una buena toma de contacto en solitario con el control y las mecánicas de 'DriveClub' empezando desde la base -además de una manera sencilla y rápida de ir desbloqueando muchos vehículos-, pero no se trata ni mucho menos del núcleo de la experiencia, ya que este se encuentra en la competición online. Por otra parte, como modo alternativo en el que poder probar exactamente el vehículo que queramos en el circuito que queramos, encontramos el apartado Evento único, una especie de modalidad libre de conducción en solitario.

Multiplayer es sin duda el modo estrella de 'DriveClub', donde podremos completar desafíos de otros clubes y jugadores, además de participar en los continuos eventos disponibles cada minuto dentro de la comunidad del juego. Dentro de este modo tenemos una herramienta principal, el Navegador de eventos, gracias a la que podremos inscribirnos en una de las múltiples carreras que se celebran en 'DriveClub' entre hasta 8 jugadores. Cada carrera tiene unos requisitos específicos de circuito y de categoría; unas veces estará limitada a un vehículo en concreto y otras a un conjunto de varios entre los que podremos elegir. En el caso de que no tengamos en el garaje el coche necesario, el juego nos lo prestará, aunque con algunas limitaciones.

El acceso en sala de espera a estos eventos online es verdaderamente corto; como mucho tendremos que esperar unos 15 segundos hasta que el evento comience y el juego reuna en pista a los 8 jugadores simultáneamente para competir. En el momento en el que entremos a competir en un evento, tendremos la opción de encadenar nuestra participación en más y más eventos automáticamente sin tener que hacer nada junto con los mismos jugadores, por lo que de esta manera, aunque los eventos sean muy cortos (dos vueltas o llegar del punto A al punto B), nuestras partidas online pueden ser tan largas como nosotros queramos.

En estos eventos online, tendremos la opción de competir contra jugadores desconocidos o hacerlo con amigos de PSN (no tienen porqué pertenecer a nuestro club obligatoriamente). Para ello solo tenemos que invitarles a un grupo de juego y que el líder del grupo -el jugador que lo ha creado- se registre en el evento deseado, arrastrando a todos los demás a competir.

Tanto si competimos con amigos como si lo hacemos contra jugadores desconocidos, nuestro papel en estos eventos siempre será sumar puntos para nuestro club, bien sea quedando entre las primeras posiciones o cumpliendo algunos de los retos específicos que se nos plantearán en mitad de carrera. Pero no solo compitiendo en estos eventos online podremos sumar puntos; los amantes de las carreras contrarreloj podrán concentrarse en superar los Desafíos que nos irán llegando a la bandeja de entrada de nuestra cuenta.

Desafía a tus amigos con tu mejor tiempo

Los Desafíos son retos que los jugadores podrán proponer a la comunidad y enviarlos a amigos o clubes, que tendrán la oportunidad de intentar superarlos, ganando una importante cantidad de puntos si lo consiguen. Estos desafíos tendrán un límite de tiempo tras el que desaparecerán, y consistirán básicamente en superar un tiempo específico en un circuito determinado con un vehículo concreto -aunque también habrá pruebas de mayor puntuación en derrapes-. Podremos intentar superar los desafíos tantas veces como queramos antes de que estos expiren y nuestro mejor tiempo se incorporará al ranking del propio desafío.

Se trata de la experiencia más "hardcore" del juego en cuanto a que tendremos que poner los cinco sentidos en el gamepad para superar algunos tiempos, perfeccionando nuestras maniobras una y otra vez. La posibilidad de desafiar a nuestros amigos con esa vuelta magnífica que hemos conseguido, y ver cómo por mucho que lo intentan fracasan, no tiene precio.