Dragon Quest Builders

Algo más que un juego de construcción

Vaya sorpresa nos hemos encontrado con el nuevo 'Dragon Quest Builders' tras probar sus primeras horas de juego. Vamos a ser honestos y no desmarcarnos de la mayoría de jugadores, que al ver lo nuevo de Square Enix pensamos que se trataba simplemente de un producto para aprovechar el tirón de juegos tipo 'Minecraft' y que pasaría sin pena ni gloria. Sin embargo a la hora de probarlo nos hemos encontrado con un título de construcción muy inteligente, que sabe cómo llevar en volandas al jugador en los primeros compases para que no termine abrumado por la gran cantidad de cosas que hay por hacer en su mundo.

En 'Dragon Quest Builders' controlamos a un desmemoriado personaje, recién despertado en un mundo en ruinas por culpa de un malvado que lo ha destrozado todo, sumiendo a la humanidad en las sombras. Y lo que es peor, mucho tiempo después la humanidad ha olvidado cómo construir, por lo que es imposible reconstruir el mundo y reagruparse, pero es ahí donde entramos nosotros. Somos los únicos con el poder de la construcción e inmediatamente nos convertirmos en la esperanza de los personajes que vamos conociendo y que nos ayudarán a empezar desde cero y organizarnos.

Este es el punto de partida de 'Dragon Quest Builders', que no es otra cosa que un título en tercera persona donde la construcción y el rol clasico de la saga de Square Enix se mezclan; ¿cómo? Pues aportando un hilo conductor que le va revelando al jugador poco a poco las distintas posibilidades que le otorgan sus poderes, para no vernos abrumados desde un comienzo, y sobre todo, aunque tenemos total libertad, se nos van proponiendo unos objetivos concretos para que el ritmo nunca decaiga. De esta manera Square Enix nos sumerge en el género de la construcción, pero sin el hándicap de sentirnos perdidos en un mundo lleno de posibilidades, sin un rumbo concreto.

Un hilo conductor para nunca vernos abrumados

Su planteamiento es tan sencillo como profundo, una profundidad que reside en el crafteo de objetos para poder levantar construcciones cada vez más complejas y útiles y para las que necesitaremos reunir distintos materiales, que requerirán cada vez más tiempo esfuerzo por nuestra parte. Pero toda esa progresión estará marcada por sencillos tutoriales y por la guía de los personajes secundarios que nos vayamos encontrando; así desde un principio simplemente tendremos que construir en nuestro campamento algunas habitaciones, iluminarlas y ponerles puerta, para más adelante ir complicando la cosa construyendo almacenes y canteras donde poder construir objetos. 

No se ha dejado de lado el humor característico de Dragon Quest, un toque que en los primeros pasos de la aventura nos lo da Pam, nuestra primera compañera de campamento, que se encarga de movilizarnos y decirnos en todo momento lo que tenemos que hacer para salir adelante y alimentarnos. Aunque nosotros tenemos el poder, ella se hace rápidamente con el papel de "cerebro" y al final quedamos como simples peones. Además de Pam, tendremos que ir reclutando nuevos ciudadanos, que se verán atraídos por el cobijo de nuestro campamento; para lograrlo nos veremos involucrados en misiones de exploración que nos llevarán a conocer zonas nuevas del mapa. Una vez reclutados, cada nuevo personaje tendrá preparados nuevas recetas y objetivos que cumplir para nosotros y gracias a ello podremos ir subiendo el nivel de nuestro campamento base.

El juego tendrá cierto componente de supervivencia, aunque algo ligero. Estaremos expuestos a cambios en el ciclo de día y noche, de tal manera que cuando se ponga el sol nos encontraremos con enemigos mucho más peligrosos que durante el día, así que o bien somos conservadores y nos vamos a dormir hasta el día siguiente al campamento o nos enfrentamos a ellos en busca de recompensas más jugosas. Nuestro personaje también tendrá que alimentarse de vez en cuando, ya que tendremos un medidor de hambre en pantalla que irá menguando.

Con todo el carisma de Dragon Quest de siempre

Potenciando la siempre adictiva faceta de construcción y recolección encontramos todo el carisma de los personajes y enemigos de 'Dragon Quest', inspirados en los carismáticos diseños de Akira Toriyama. El diseño tanto de personajes como del mundo es sencillo, pero colorista y muy bien implementado, derrochando personalidad, así como las pistas musicales marca de la casa, como siempre, muy épicas, aventureras y pegadizas. Por otro lado, la perspectiva en tercera persona que se ha adoptado nos ha parecido bastante acertada, con una cámara bastante bien ajustada que podemos alejar o acercar a nuestro gusto bien necesitemos una perspectiva amplia y cenital construyendo o más cercana para explorar. Seguramente esta perspectiva, que constrasta con la primera persona de otros juegos de construcción sea lo que más "suavice" esta experiencia para algunos jugadores que no se vean demasiado atraídos por el fenómeno Minecraft.

Las sensaciones que hemos tenido en las primeras horas de juego con 'Dragon Quest Builders' son de un rápido paso del tiempo, y eso que solo hemos rayado su superficie; su propuesta engancha porque el juego no se limita a soltarnos en un mundo abierto lleno de posibilidades, si no que nos orienta sobre el siguiente paso a tomar, para que juguemos con sentido y con un objetivo claro. Solo el primer episodio, en Canteria, parece que se alargará entre las 10 y 20 horas de duración, por lo que todo apunta a que tendremos contenido para disfrutar durante mucho tiempo construyendo y recolectando materiales en el mundo de Alefgrado. De momento habrá que esperar hasta el próximo 14 de octubre para jugarlo.