Una tarde en el piso Wii Party

La excusa era clara, tener la oportunidad de probar uno de los títulos que a buen seguro serán la estrella de todas las fiestas en lo que queda de año y un habitual en las visitas navideñas. La adaptación del gran Mario Party a los Mii's que la gran N no quiere descuidar, todos sabemos que si lleva el sello de Nintendo... tiene que ser bueno. Unas guapísimas azafatas nos acompañan al interior de un apartamento con varios salones y habitaciones. Tras acomodarnos en uno de los sillones, frente a nosotros se alzaban cuatro mando de Wii ya encendidos. Las chicas de Nintendo nos trajeron comida y bebida, el preámbulo de una divertida velada entre amigos. Pepe Arcas, Jefe de prensa especializada de Nintendo España, nos explicó en qué consistía Wii Party. Como todos sabéis, hay muchos juegos de fiestas en Wii, pero el objetivo de Nintendo es, dicho de alguna manera, crear uno para gobernarlos a todos. Muchos conocemos Mario Party, pero Wii Party sólo se fija en uno de sus juegos, el tablero, para dejarnos otras doce modalidades totalmente distintas. Además todos los minijuegos han sido revisados y cuentan con unas cotas de diversión muy altas. Otro concepto que han querido reforzar es el de los espacios de tiempo. A veces los jugadores quieren jugar 5 minutos, 10, 30, 1 hora... con Wii Party el jugador podrá dedicarle el tiempo que quiera, y en todos sus modos está indicado el rango de tiempo aproximado de duración de partida, algo sin duda muy de agradecer. Por último han querido destacar el precio de lanzamiento del juego. Dado su caracter social han decidido ofrecer Wii Party con un WiiMote por un precio muy competitivo, así quien no tenga un segundo mando cuenta con la mejor excusa para jugar en compañía. Comenzamos por minijuegos sencillos para ir abriendo boca y, como no, romper el hielo de la seriedad que, a priori, un evento de este tipo requiere. Nada más lejos de la realidad. Empezamos en el modo fiesta (de 1 a 4 jugadores). Elegimos a nuestro Mii insignia, a escoger entre personajes tan emblemáticos como Michael Jackson, Zapatero, Homer Simpson o Vader. Elegimos el primero de los juegos que nos presenta este modo y aparecen en pantalla cuatro animales. Uno de ellos se acerca a la cámara y emite su sonido característicos. Ranas, ovejas, caballos... había una buena cantidad de ellos. Después, con los mandos sobre la mesa, una cuenta atrás se inicia. Al llegar a cero, los mando empiezan a emitir sonidos por su altavoz, y nuestra misión era encontrar el que hacía el mismo sonido que el animal que lo realizó en pantalla. El primero que lo coja apunta a su Mii y se anota un punto. Tras un rato de manotazos y risas conjuntas, llegó el momento del segundo juego: el mando bomba. Como podréis imaginar, el objetivo de este juego es pasarse el mando entre los jugadores pulsando los botones que indica en pantalla. Sería demasiado fácil si lo pasaramos sin más, así que, con ayuda de un sensor en la pantalla, se nos indica el grado de movimiento que detecta el mando. En el momento en que hagamos un movimiento algo más brusco la bomba explotará y perderá el que la tenga en la mano. Resulta increíble la precisión del mando de Wii para detectar su movimiento, mostrándonos como si de un detector sísmico se tratase, cada impulso del mando. El siguiente juego resultaba algo diferente. El mando volvía a convertirse en una bomba, pero para pasarlo teníamos que decir palabras con una determinada condición que nos imponía el juego. "Que empiecen por e", "Que contengan la letra y" o "Tipos de quesos", son ejemplos de lo que nos podemos encontrar. Como no, un contador de tiempo bajará cuando tengamos el mando en la mano, dándonos como máximo 10 segundos para decir una respuesta, pulsar A, y pasar el mando. Si un jugador se equivoca, el siguiente puede pulsar 2 para devolversela. ¡Más divertido jugarlo que contarlo! Como habréis comprobado, estos juegos no requieren un conocimiento sobre videojuegos, por lo tanto son muy buenos para empezar con jugadores ocasionales, o incluso que nunca han tocado un mando. El juego más llamativo de este modo es "El escondite", y por el nombre ya os podéis imaginar de que se trata. Uno de los jugadores se lleva los mandos y los esconde por la casa en dos minutos. Cuando termina este tiempo, los otros tres jugadores tienen que buscarlo antes de que se acabe una cuenta atrás. Como ayuda, los mandos emiten sonidos cada diez segundos.