Coge tu 3DS, mejora tus bey y entrena duro día a día luchando contra tus amigos para ganar todos los torneos posibles y convertirte en el mejor blader del mundo
El modo principal de juego de 'Beyblade Evolution' tiene como objetivo hacernos crecer como blader y convertirnos en el 'número uno', un hito solo alcanzable para los que consiguen ganar el campeonato del mundo. Y para ello el primer paso que debemos dar en nuestra ambiciosa aventura es elegir nuestro nombre, el cual es distinto del que usamos en StreetPass. Un tutorial bien detallado nos ayudará a familiarizarnos con los conceptos más importantes del juego, los cuales si no habéis jugado a otras entregas de 'Beyblade' no os sonarán, pero rápidamente os haréis con ellos.
Este primer contacto nos servirá también para conocer a los compañeros y rivales basados en la serie de televisión, con los que podremos practicar antes de los torneos y participar en minijuegos que nos darán dinero para comprar mejores piezas de bey. Para entender de una forma fácil la dinámica de juego, cada acción que realicemos en la partida consumirá un día (un turno de los de toda la vida), y por acción entendemos ir a alguna de las localizaciones disponibles para combatir, comprar, participar en los ya mencionados minijuegos o simplemente charlar con un personaje. Cada cinco días hay un torneo disponible, y a los cincuenta días se celebra el campeonato del mundo.
Además del 'modo historia', 'Beyblade Evolution' cuenta con el 'modo batalla' y 'modo fábrica'. En el primero de ellos podemos realizar combates de forma inalámbrica contra algun amigo o utilizar los datos de personas con las que nos hayamos cruzado en alguna ocasión gracias a StreetPass para simular un duelo contra él. También hay una opción llamada 'supervivencia' que nos permite conseguir piezas raras para nuestros bey ganando combates consecutivos en tres niveles de dificultad distintos.
El 'modo fábrica' permite visualizar a través de la 'Beypedia' las piezas que tenemos en nuestro poder, junto a una breve descripción de cada una y las características que potencia cuando las incuimos en el bey. También nos ofrece la posibilidad de crear nuestras peonzas de cara a los combates de StreetPass y de configurar todos los aspectos de éste último.
Uno de los mayores problemas de 'Beyblade Evolution' es sin duda su limitadísimo modo de juego principal. La dinámica es siempre la misma: cuatro turnos a consumir entre combates, minijuegos o tienda, y al quinto día torneo. Si tenemos en cuenta que los enfrentamientos amistosos no dan dinero y solo podemos ganar PB (monedas) saliendo victoriosos de los campeonatos o jugando a minijuegos, las opciones se reducen aún más: tres turnos de minijuegos para ganar dinero, un cuarto para comprar piezas y probar el bey en la tienda y un quinto para competir. No hay más.
Los cincuenta turnos que dura el modo historia se vuelven muy monótonos y en todo momento se echa en falta un elemento que nos motive a seguir jugando. Hasta los torneos se vuelven pesados porque absolutamente todos son iguales, y solo varían el número de rondas que hay que ganar para llegar a la final, el número de bey que podemos usar (uno o tres) y el campo de batalla. Ni siquiera el campeonato mundial tiene algo que lo haga distinto a los demás, como un vídeo épico o una canción especial de esas que te emocionan mientras combates. De hecho, te deja muy frío que tanto si ganas el último torneo como si pierdes salgan automáticamente los créditos de juego sin ningún tipo de comentario final.
"Nunca te he visto por aquí, ¿cuál demonios es tu nombre?"
Una vez completado el modo principal, podemos rejugarlo conservando parte del dinero ganado durante la primera partida. Si lo empezamos por segunda vez, será el 25% de los PB (puntos bey) los que se transfieran; 50% para cuando comencemos una tercera vez; 75% una cuarta; y el 100% del dinero al comenzar una quinta vez. Aunque será difícil que se produzca esta última situación, ya que no hay retos que nos impulsen a seguir jugando más allá de conseguir alguna que otra pieza que nos falte para mejorar nuestro bey.
Los minijuegos son la parte más atractiva del modo historia junto a los combates, pero tampoco son algo muy espectacular y se vuelven igualmente pesados. Cada uno tiene tres niveles de dificultad y nos darán más o menos PB en función de cómo los hagamos. Los hay de memorizar patrones, de identificar piezas de bey, de habilidad (explotar globos con peonzas o hacer que ésta pase por varios aros en movimiento) o de destreza. 'Laberinto' forma parte de este último grupo y el objetivo para completarlo es conducir a un bey mediante el giroscopio por una serie de caminos hasta llegar a la meta. Es el minijuego más exigente técnicamente hablando, y las caídas de frames son bastante notables.
Todos los que alguna vez hemos visto la serie 'Beyblade' hemos soñado con realizar combates de peonzas tan épicos como los de televisión, y de hecho es el motivo principal que impulsa a un usuario a hacerse con un videojuego basado en el mundo del bey. Poder batirte en duelo contra otros aspirantes y amigos es una idea altamente atractiva, y de hecho por eso se ha incluido, de forma muy acertada, la posibilidad de luchar con StreetPass. Desgraciadamente, el apartado del combate podría haber dado muchísimo más de sí.
Lo mejor
Posibilidad de jugar contra un amigo gracias a la conexión inalámbrica
La versión física incluye tarjetas de realidad aumentada
Lo peor
Combates demasiado básicos que se vuelven repetitivos
Banda sonora limitada que pasa totalmente desapercibida
Un modo historia corto, monótono, poco rejugable y sin emoción
Errores en la traducción
Pocos modos de juego, y con poca variedad entre ellos
Muy caro para lo que tiene que ofrecer
Insuficiente para los fans de la serie y demasiado complejo para los pequeños de la casa