Las consolas de de 128 bits estaban a punto de ver la luz, Dreamcast primero y Playstation 2 más tarde serían las primeras en aparecer
Eliminando cientos de equipos y opciones, la licencia obtenida para la competición europea permitía jugar tan solo con selecciones de dicho territorio, por lo que su objetivo no era otro que intentar vender más y más copias.
Con tan poco margen de desarrollo no hubo tiempo para realizar mejoras evidentes en el motor utilizado por FIFA 2000 y el producto final no poseía los puntos clave que caracterizaban a los juegos de EA Sports.
Igual que sucedió con el olvidable FIFA 64, este título publicado tan sólo en territorio japonés pretendía aprovechar la expectación provocada por el lanzamiento de una plataforma para introducir a la serie en la misma tomando como base su última entrega anual.
Pero si aquel título para N64 tan sólo es recordado por unos pocos, esta nueva edición incluso pasó más desapercibida debido a su reducido lanzamiento territorial. Además, el motor empleado ni siquiera estaba creado para la máquina, por lo que la calidad visual del título era bastante mejorable y no cumplió expectativas.