Xbox Life capítulo II: Levántate y anda

La línea del catálogo de Xbox se decantaba más bien por juegos de corte occidental y, sobretodo, por juegos de acción en primera persona. Había pocos desarrollos japoneses en la plataforma, cuyas puntas de lanza serían el magistral Otogi y el inolvidable Ninja Gaiden, que tenía un acabado técnico que, al acabar la generación, continuaba siendo de escándalo.

A estos primeros juegos hay que juntar joyas que fueron apareciendo, como Shenmue 2, la saga Knights of the Old Republic, Fable, el propio Halo 2, Jade Empire o Doom 3 entre muchos otros, además de tener muchos multiplataforma con un apartado técnico superior gracias a sus características. Unido al uso de internet con la primera versión de Xbox Live, la consola no dejaba huérfano a ningún poseedor. Pero eso no fue suficiente para atraer a todos los jugadores.

Al decantarse por un estilo de juegos más "americanos"  la consola fue enormemente olvidada en Japón, tuvo una aceptación digna en Europa y basó su éxito en Norteamérica. Se da la paradoja de que, como comentábamos en el anterior artículo, Microsoft adelantó el lanzamiento de Xbox en territorio nipón porque quería llegar a este público. La circunstancia es que se olvidaron de que también había que darles el tipo de juegos que gustan por aquellos lares, y que poco tienen que ver con lo que se vende aquí en muchas ocasiones.

Para que nos hagamos una idea, durante toda su vida útil Xbox vendió un total de 24 millones de consolas en todo el mundo. De estas, solo se vendieron 530.000 en Japón, cifra irrisoria para una consola. Es Estados Unidos se superaron las 16 millones de unidades, mientras que en Europa se quedaron cerca de los 8 millones. No son buenas cifras, y más teniendo en cuenta que su competidora, PlayStation 2, ya va en camino de las 150 millones de unidades. Pero para tratarse de una consola nueva y viniendo de una empresa con tan mala imagen, fue motivo para ir pensando en una sucesora que si que pudiera triunfar.

Al parecer, lo que más gustó a los consumidores de la primera Xbox fue las posibilidades que esta ofrecia como centro multimedia. A través de diversos software fácilmente instalables, la máquina tenía diversas funcionalidades que provocaron que muchas de las consolas acabaran haciendo cualquier función menos la de consola de videojuegos. Por desgracia, y como cabría esperar, esa sencilla manipulación se transformó en piratería al primer suspiro.

Echamos el cierre a este capítulo de la vida de Xbox. En la próxima entrega hablaremos de como Microsoft le puso la inyección letal a la consola con polémicos resultados, y como planeó la salida de la sucesora Xbox 360. Espero que os haya gustado este nuevo paseo por la corta vida de nuestra sobremesa favorita. ¡Hasta la próxima!