Patapon, conquista a ritmo de tambores

Pero además de conseguir que tus Patapon estén bien equipados y alimentados, también tienes que definir la estrategia antes de iniciar las misiones. No es que tengas muchas variables donde escoger, pero una mal formación de tus patapons, puede complicar y mucho el finalizar con éxito una misión. Básicamente puedes elegir la posición de tus tropas y dependiendo del tipo de enemigos a los que te vas a enfrentar es muy importante esta colocación. No es lo mismo colocar tus tropas de choque delante de los arqueros o viceversa. Dentro de esta situación también es importante colocar en una posición u otra tus unidades mejor pertrechadas.

A continuación puedes ver algunas de las unidades que conforman tu ejército.. No todas las unidades están disponibles desde el principio, si no que estarán a nuestra disposición según avancemos en nuestra aventura.

Hatapon: Dirige tu ejército con su estandarte militar
Tatepon: Tus guerreros más poderosos. Armados con escudos son esenciales para defenderse
Yaripon: Armados con lanzas. su punteria es mortal.
Yumipon: Son los arqueros de tu ejercito y sus flechas arrasaran las defensas enemigas.

El poblado Patapon, que hace a la vez de menu del juego, está formado por cinco items.
La fogata: Sirve para celebrar la victoria cuando los patapons regresan vistoriosos de una misión
Mater, el arbol de la vida: Combinando varios materiales podrás crear nuevos patapons que engrosarán las filas d enuestro ejército.
El árbol Ubo Bon: Si consigues que baile te conseguirá objetos realmente valiosos
Simmer Slurp: Con los trofeos de caza conseguidos, el mejor cocinero de Patápolis te preparará una suculenta comida.
Obelisco: Es la salida del poblado. Desde aquí tus tropas inician todas las misiones.

La parte principal del juegos son las misiones. Las tenemos de todas formas y colores. Algunas son misiones de caza, fundamentales para mantener a nuestras tropas bien alimentadas, otras son escaramuzas y pequeñas batallas con nuestros enemigos los zigotons. Además tenemos batallas con jefes finales, cada uno de ellos con características diferentes y por lo tanto tendremos que utilizar estrategias diferentes para eliminarlos.

Muchas de estas misiones son rejugables, incluso algunas como las de caza es recomendable visitarlas de vez en cuando para conseguir recursos. Esto le da al juego una duración mayor, ya que para estar en condiciones de presentar batalla en algunas misiones será condición indispensable el visitar de nuevo estas misiones.

Otra parte importante del juego son los milagros. Te ayudarán a controlar las inclemencias del tiempo para aprovecharlas a tu favor y poder derrotar a enemigos muy poderosos. Para conseguirlos tendrás que superar misiones especiales y serán imprescindibles para poder superar misiones posteriores.
Son 4, el Milagro de la Lluvia, el Milagro del Viento, el Milagro Terremoto y el Milagro Tormenta, que es una mezcal de los dos primeros.

A pesar de lo sencillo de su jugabilidad, no hay que confiarse, ya que para conseguir que tus Patapons sean una máquina engrasada de destrucción se necesita tener un gran dominio sobre los combos a ejecutar y no cometer ni un solo fallo. Esto hace que el nivel de concentración para no cometer errores sea muy alto. Se necesitan muchas horas de práctica y probar numerosas estrategias para dominar con facilidad a tu ejécito de patapons y conseguir el objetivo de convertirlos de nuevo en la tribu más poderosa.

Para finalizar sólo me queda decir que para los que busquen juegos que se salgan de lo convencional, Patapon es una buena elección. Posiblemente sea uno de los juegos más innovadores de los últimos años, pudiendo llegar a afirmar que ha creado un nuevo género, el RPG musical. Además es un juego que encaja perfectamente con las características de la portátil de Sony, que si sigue lanzando juegos de esta calidad su futuro es más esperanzador de los que muchos vaticinan.

Ahora sólo queda esperar a la segunda parte de este juego que aunque sea difícil, esperemos que mejore el nivel de la primera parte. Yo desde luego me conformaría con que lo mantuviese.